El caso “Brito” sacude a la Cámara de Apelaciones

Gandur, titular de la Corte, requirió un informe sobre el trámite impreso al expediente, que ingresó al tribunal hace un año y medio Pedicone cuestionó a su par Albo, que había ordenado la declaración testimonial del relator que trabajó en la causa

“SÍ, JURO”. Pedicone saluda a Gandur luego de jurar como camarista de Apelaciones en presencia de los vocales Goane, Estofán (tapado) y Posse. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI (ARCHIVO) “SÍ, JURO”. Pedicone saluda a Gandur luego de jurar como camarista de Apelaciones en presencia de los vocales Goane, Estofán (tapado) y Posse. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI (ARCHIVO)
03 Marzo 2016
El trámite de la causa de Miguel Ángel Brito, ex titular de la Dirección de Arquitectura y Urbanismo (DAU), desató otro conflicto interno en la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Instrucción. La disputa por el manejo del expediente y el tiempo empleado para emitir los votos acabó en el escritorio de Antonio Gandur, presidente de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán. Como consecuencia de la nota que suscribió el vocal Enrique Pedicone, Gandur corrió traslado de las actuaciones de superintendencia al vocal Eudoro Albo, y exigió un informe sobre las fechas de ingreso del caso al tribunal y del sorteo del vocal preopinante, y la secuencia de los pasos procesales subsiguientes.

Una semana atrás, este diario había informado que el caso “Brito” aguardaba una definición de la Cámara desde hacía un año y medio (ese tribunal, que revisa las investigaciones previas al juicio oral de toda la provincia, está integrado por Pedicone; Albo, que actúa como presidente, y la vocal Liliana Vitar). Al día siguiente y siempre según documentos oficiales, Albo pidió al secretario Mario Visuara que indique cuándo había entrado la causa “Brito” a su vocalía. “A tal efecto, deberá requerir declaración testimonial al relator David Cohen sobre la fecha en la que la causa fue extraída de su despacho y por qué razón, y la fecha en la que efectivamente fue devuelta y de dónde fue extraída a fin de que se me reintegrara”, ordenó.

La exigencia de la declaración testimonial fastidió a Pedicone, según el acta a continuación labrada en presencia de ese camarista, de Visuara y del propio Cohen. Previo juramento de decir decir la verdad, el relator narró que a las 12.20 del 25 de febrero Pedicone había pedido que Albo vaya a la secretaría. “Albo dice que no lo consideraba necesario, ya que lo que quería era un informe del proceso. Luego, Pedicone expresa que todos irán al despacho de Albo. Una vez allí, los vocales ‘confrontan’ (sic) respecto de la medida solicitada por la presidencia”, declaró Cohen.

“Confrontar”

El relator sostuvo que Pedicone había manifestado que la declaración testimonial ordenada era irrazonable, autoritaria e ilegítima, y que Albo no tenía ni competencia ni potestad para disponerla. “Pedicone manifestó que la medida era altamente intimidante dada la relación de jerarquía existente entre el presidente de la Cámara y el relator que había trabajado en la causa ‘Brito’”, dijo Cohen sobre sí mismo. Y añadió que Pedicone había expresado que Albo sabía desde hace meses (julio) de su voto y la posición que adoptaba. A su turno, el titular del estrado respondió que lo que pretendía era un informe fidedigno de cuándo le habían entregado la causa.

Según el acta, el relator Cohen informó que el expediente con siete cuerpos había ingresado a estudio de la sala de relatores el 23/2/15; que en julio de 2015, Pedicone le pidió los cuerpos de la causa a los fines de su análisis; que el 4/11/15 sortearon el vocal preopinante y salió Pedicone, y que este concluyó su voto en noviembre de 2015. Cohen añadió que creía que en la primera semana de diciembre el caso había pasado a Albo; que en febrero Pedicone hizo algunos retoques en su voto y que el 22/2/16 ya había una versión final, junto con el expediente completo, a disposición de Albo.

Constancia fehaciente

“Resulta imprescindible manifestar que nuestro sistema procesal democrático no admite la posibilidad de ser compelido a testificar contra uno mismo. Asimismo, cabe destacar que Albo no posee facultades propias del Ministerio Público”, dijo Pedicone a Gandur. Consultado por este diario, Albo explicó: “no presioné a nadie. Dejé sin efecto el pedido de declaración testimonial (al relator) porque sólo quería que quede una constancia fehaciente de cuándo entró el caso ‘Brito’ a mi vocalía porque me parecía inexacta la información publicada en el diario. Además, me habían comunicado que vendrían auditores de la Corte a la Cámara”.

El voluminoso expediente de la causa por presuntos hechos de corrupción en la ejecución de la obras por parte de la Dirección de Arquitectura y Urbanismo llegó al mostrador de la Cámara de Apelaciones el 6 de agosto de 2014. En febrero de 2015, Alejandro Noguera, fiscal ante ese tribunal, dictaminó en contra del juzgamiento del ex funcionario del Gobierno de José Alperovich, ex legislador bussista y ex asesor del ex senador Sergio Mansilla (FpV). Según la opinión no vinculante de Noguera, corresponde que la causa vuelva al fiscal Arnoldo Suasnábar para que este investigue a los presuntos cómplices de Brito.

Desenlace inminente

La semana pasada trascendió que Pedicone, que ingresó a la Cámara de Apelaciones en junio del año pasado, ya había emitido su voto en este expediente iniciado por la denuncia de la actual senadora radical Silvia Elías de Pérez -se trataría de la única denuncia penal contra miembros del Gobierno anterior que avanzó hasta el umbral del juicio oral-. El viernes, Elías de Pérez presentó un pedido de pronto despacho y fuentes judiciales indican que la resolución de la Cámara saldría en forma inminente (el tercer voto es de Vitar).

La filtración de los detalles y de los tiempos del trámite del expediente “Brito” causó malestar en un tribunal que ya viene conflictuado por un expediente que involucra al ex fiscal Guillermo Herrera. En noviembre pasado, Pedicone dijo a la Corte que el ministro público Edmundo Jiménez y otros magistrados le habían impedido revisar una resolución favorable a Herrera. En virtud de esta presentación, la Corte emitió una decisión inaudita y fulminó el decreto de Albo que había sacado el expediente de la órbita de la Cámara de Apelaciones. El tratamiento de las irregularidades detectadas por Pedicone, que fue recusado por Herrera, depende de la integración del tribunal.

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