“Seguirá la misma política”

“Seguirá la misma política”

Las candidaturas deberán esperar. Los analistas políticos dicen que el ciclo kirchnerista no ha concluido, pero habrá que esperar hasta después del Mundial. Mientras tanto, la inflación sigue acechando. Algunos economistas la atribuyen a conductas especulativas; otros a la inacción oficial.

NO HABRÁ BENDICIONES. Los analistas afirman que Cristina se tomará su tiempo para designar sucesores; pero quiere conservar la cuota de poder. dyn NO HABRÁ BENDICIONES. Los analistas afirman que Cristina se tomará su tiempo para designar sucesores; pero quiere conservar la cuota de poder. dyn
02 Marzo 2014

La mirada política

“Ella hoy está en su mundo” Hugo Haime - Analista y consultor político

El discurso de la Presidenta tuvo un tono moderado. No habló de la coyuntura, del cambio del escenario actual. No pronunció ni inflación ni inseguridad. Su mensaje se afianzó en los logros, muchos de los cuales son objetivamente ciertos. No obstante, quedaron fuera muchos de los temas que hoy preocupan a los argentinos. Da la sensación que, desde la perspectiva oficial, somos la primera potencia mundial y que todo está bárbaro. Habló de la necesidad de realizar acuerdos y hasta sostuvo que la designación (como presidente provisional del Senado) de Gerardo Zamora forma parte de la plularidad, pero todos sabemos que eso no es así. Cristina muestra hoy una imagen más pacifista, no con la agresividad que varios esperaban. Cualquier gobernante siempre piensa que hizo las cosas bien. Por eso siempre le cuesta hablar de las dificultades que tuvo en su gestión. La jefa de Estado se sostiene sobre la base de un 25% de apoyo y políticas sociales que gran parte de la sociedad no le discute a la dirigencia política. Da la sensación de que Cristina está más tranquila. No se la vio ni angustiada ni quebrada. Todo dependerá ahora de la paritaria y si hace o no el ajuste. Ella hoy está en su mundo.

“No es el fin de un ciclo” Roberto Becman - Analista político

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Fue el clásico discurso de apertura de Cristina. Al final del mensaje hubo algunos toques para mostrar que, de algún modo, es el fin de su gobierno y que se abre un nuevo proceso en la Argentina, con la búsqueda de un nuevo candidato a Presidente, incluso dentro del espacio del Frente para la Victoria. Por ahora no habrá bendiciones porque esa siempre ha sido la lógica kirchnerista. Este era un modelo de conducción de 16 años cuando se lo pensó, en la alternancia entre Néstor Kirchner y Cristina Fernández. La muerte de él cambió el proceso y lo llevó a 12 años. Pero eso no es el cierre de la política de este proyecto. Tal vez no siga con el apellido Kirchner, pero tampoco dijo que será Scioli, Capitanich, Urribarri ni nadie. Empieza otra etapa, la de un año particular en el que los argentinos están pensando más en la economía que en la inseguridad. Y no sólo por la inflación. Me parece que luego del Mundial de Fútbol se instalarán los candidatos. El paneo de la TV en el Congreso mostró los potenciales postulantes. Massa, Cobos, Zamora, Gerardo Morales, nada más. Este no es el fin del ciclo. Cristina intentará continuarlo; no sabemos con qué candidatos. Este modelo tiene aún mucho para dar.

"El modelo es el relato" Gabriela Pousa - Analista -  directora de Perspectivas políticas

Hace más de 10 años que los Kirchner no hablan de los problemas que le embargan a la gente. Y sonaba descabellado que ahora, de golpe, Cristina hablara de la inflación, ¿Quién le iba a creer? No iba a suceder. Antes no lo hacía y ganaba elecciones, porque todavía los bolsillos de la población se entretenían con el consumo. Hoy se le cayó el relato, pero ella no puede dejarlo de lado, porque el modelo es el relato. Son sinónimos. Su país es el relato. Seguirá hablando siempre de lo mismo, con cadenas nacionales e inauguraciones que no le importan a muchos; volverá a decir que el mundo se nos cae encima. En este sentido, estamos frente al Gobierno de mayor coherencia de la historia; los que estuvimos distraídos siempre fuimos nosotros. La Cristina que vimos es la misma del discurso de 2013, con pedidos de democratización de la justicia o lo del Código Penal. Tal vez ella haya estado más tranquila porque su mensaje de apertura cumplió con las expectativas de aquellos que saben quién es Cristina. La gente que diga que se siente defraudada porque ella no mencionó la inflación es porque estuvo mirando para otro lado. No se plantearon políticas de Estado para modificar las cosas que se vienen.

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La visión económica

"No habló de la presión fiscal" Nadin Argañaraz - Economista

La presidenta de la Nación ha mostrado, a lo largo de su mensaje de apertura en el Congreso Nacional, un balance de lo que fue la gestión desde 2003 en adelante. Una síntesis de la economía desde lo positivo. El Gobierno nacional ha atribuido todo lo dicho por la jefa de Estado a través de la información disponible de organismos internacionales como el Banco Mundial. De esta manera, intentó fundamentar la evolución de los indicadores (tanto económicos como sociales) de la década ganada con fuentes de datos que poseen validación internacional. En el discurso presidencial no hubo ninguna mención a elementos que puedan resultar negativos para la gestión (por ejemplo, la inflación). Pero indirectamente, la mandataria apuntó hacia los mercados imperfectos, como los monopolios y los oligopolios. Lo más explícito que ha surgido de su mensaje es que este año, a través del Congreso, tratará de avanzar sobre la regulación de todos aquellos mercados imperfectos, donde -a su criterio- se origina la inflación. En definitiva, Cristina ha mostrado todas las bondades del gasto público, pero no ha manejado nada respecto de la presión tributaria ni el déficit fiscal. 

"Tirón de orejas de Cristina" Ernesto Mattos - Economista

Cristina Fernández, en su mensaje, ha puesto al desnudo nuevamente que cierto grupo de industriales, no todos, están más vinculados al comercio exterior y han apostado, durante este período de crecimiento, al mercado interno, lo que le dejó grandes ganancias. Pero esas ganancias no se ven expresadas en inversiones productivas. La capacidad instalada se mantiene en el 75% desde 2008 y, en ese tiempo, o invertís la plata en productividad o la mandás a la timba financiera, como el caso de algunos de sacar dólares afuera. Cristina le dio un tirón de orejas a esa franja industrial. Pero también sus palabras resaltaron los $ 55.000 millones en créditos recibidos por las PyME, que es la apuesta de este gobierno para hacer el debido contrapeso al lobby de la UIA. Las tasas de desocupación del 6,4% son una muestra de que el crecimiento económico argentino ha sido con inclusión social. Lo quiso dejar bien claro en su mensaje y por eso lo reiteró como logro. En suma, ella apuntó hacia los industriales que están haciendo una movida especulativa para desestabilizar la gestión y generar descontento social. Son los formadores de precios. 

"Seguirá la misma política" - Jorge Todesca - Economista

En realidad, no percibí que la Presidenta haya tenido proximidad con los problemas de la coyuntura argentina. Más bien, se concentró en los 10 años de gobierno y realizó un balance, orientado hacia los logros, algunos de los cuales son reales y otros imaginarios. No menciona a la inflación porque sería reconocer el problema que siempre tuvo, más allá de que el Gobierno haya avanzado hacia el sinceramiento estadístico. Atribuye la inflación a la actitud de los empresarios, al tipo de cambio y exclusivamente a las conductas especulativas. Todo lo malo es eso; todo lo bueno siempre ha sido atribuido a la gestión. De aquí en más, el Gobierno va a seguir con su política actual: de actuar siempre detrás de los acontecimientos. En su discurso, habló de los créditos oficiales que se dieron, pero nunca hará un reconocimiento de que no ha crecido sustancialmente el nivel de préstamos en la Argentina durante la última década. Sólo el promovido por el Gobierno. Seguirán las tensiones cambiarias en el mercado. No podemos saber cuál será el recorrido del dólar; no se pueden efectuar pronósticos. Dependerá mucho de lo que haga o deje de hacer el Gobierno.

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