La enfermedad es autoinmune; no hay riesgo de que te contagies

La enfermedad es autoinmune; no hay riesgo de que te contagies

La psicoterapia y los grupos de apoyo alivian la depresión y los cambios anímicos del enfermo.

24 Mayo 2012
No se sabe qué lo causa; sí que puede aparecer a cualquier edad, pero con mayor frecuencia entre los 10 y los 50 años. Se sabe, también, que las personas de raza negra y las asiáticas resultan afectadas con más frecuencia. Pero, por sobre todo, está más que claro que no se contagia.

"Pasa con el lupus como con el asma, la psoriasis y otros males crónicos. Por lo tanto, no hay motivos para que te alejes o evites el contacto con una persona que lo sufre. Nosotros luchamos permanentemente para conseguir espacios y difundir la información disponible. Sucede que en todo el mundo la discriminación que sufren los enfermos es muy fuerte, y se debe a la ignorancia", destacó Teresa Cattoni de Mina, presidenta de la Asociación Lupus Argentina.

Casi todas las personas que sufren lupus padecen hinchazón y dolor articular, y algunas desarrollan artritis. Las articulaciones más frecuentemente afectadas se encuentran en los dedos de las manos, en las manos, en las muñecas y en las rodillas. Se diagnostica lupus cuando el paciente presenta al menos cuatro de 11 características típicas de la enfermedad. El médico llevará a cabo un examen físico y auscultará el pecho con un estetoscopio: puede escuchar un sonido llamado roce cardíaco o roce pleural. Igualmente, pedirá un estudio neurológico.

Los exámenes empleados para diagnosticar el lupus son pruebas específicas llamadas de anticuerpos, e incluyen pruebas analíticas de anticuerpos antinucleares, además de análisis de sangre completo, radiografía de tórax, biopsia renal y análisis de orina.

La enfermedad no se cura, pero se la controla con antiinflamatorios no esteroides (para tratar la artritis y la pleuresía), cremas que contienen corticosteroides para tratar las erupciones de piel y un medicamento antipalúdico (hidroxicloroquina). Los síntomas graves o potencialmente mortales (como anemia hemolítica, compromiso cardíaco o pulmonar extenso, nefropatía o compromiso del sistema nervioso central) a menudo requieren tratamiento por parte de especialistas. La psicoterapia y los grupos de apoyo ayudan a aliviar la depresión y los cambios en el estado anímico que suelen sufrir los pacientes.

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