El Elenco estable de títeres y marionetas funciona dentro de la Dirección de Teatro y está a punto de estrenar su sexta temporada. El objetivo principal, según su director, Carlos López, es conformar un grupo lo suficientemente versátil como para presentar desde grandes obras al estilo ópera en los teatros y centros culturales hasta presentaciones reducidas y portátiles. Esas que puedan montarse en una plaza, en un comedor o en un pequeño club de barrio.
Actualmente son cinco profesionales (incluyendo al director) a cargo de la tarea. Colaboran tanto en la parte técnica como en el armado y manejo de los muñecos. Desde la creación del grupo hicieron unas 250 funciones de diferentes obras, según estimaciones de López. Entre esas presentaciones se incluyen visitas al museo Timoteo Navarro, donde explicaron la obra de Ezequiel Linares apoyándose en los muñecos.
López es un apasionado que lleva 23 años con los títeres y apuesta todo a este grupo. "Lo fascinante de los títeres es que tienen vida propia. No se sabe hasta dónde llega el titiritero y hasta dónde el títere, porque el artista tira algo y el feedback es inmediato: el muñeco pide un gesto, una expresión o un movimiento a partir de un estímulo del titiritero", cuenta con entusiasmo. Por todo eso, López reniega de que muchas veces sea tomado este arte como pura distracción. "Es un error pensar que el títere es mero entretenimiento; el títere también es teatro", reflexionó López. Él dejó por completo su trabajo de actor para dedicarse a pleno a los muñecos animados por voces y movimientos humanos.