Unos 800.000 argentinos padecen hepatitis B y C; la mayoría no lo sabe

Unos 800.000 argentinos padecen hepatitis B y C; la mayoría no lo sabe

Siguen los contagios por falta de información sobre las vías de transmisión. Existen vacunas para la A y la B, no así para la C.

PREVENCION. Existen vacunas para la hepatitis A y B, pero no para la C. FOTO TOMADA DE FLICKR.COM PREVENCION. Existen vacunas para la hepatitis A y B, pero no para la C. FOTO TOMADA DE FLICKR.COM
19 Mayo 2010
La hepatitis, enfermedad del hígado potencialmente grave, podría combatirse con campañas de concientización intensivas que indiquen las vías de transmisión y los métodos de prevención. Así lo afirmaron médicos y asociaciones de pacientes -con motivo de conmemorarse hoy el Día Mundial de la Hepatitis- durante la primera Jornada de Periodismo Científico de la Universidad Católica Argentina. La hepatitis puede ser producida por contagio de los virus A, B y C. Existen vacuna contra la A y la B, no así para la C, cuya única prevención es la precaución.
Adrián Gadano, jefe de Hepatología del Hospital Italiano de Buenos Aires, advirtió: "las hepatitis virales son, aún hoy, males que causan alta morbimortalidad en nuestra población". Estimó que en el país hay entre 500.000 y 800.000 infectados con hepatitis B o C, y que la mayoría no lo sabe y la padece en forma asintomática, por lo que la patología puede progresar en silencio hasta presentar complicaciones como la cirrosis o el cáncer de hígado. Mientras tanto, sigue la cadena de contagio. La cirrosis por virus C es la principal causa de trasplante hepático en nuestro país y en el mundo".
"En la Argentina, sigue la transmisión de la hepatitis B y C debido al poco cuidado", afirmó Eduardo Pérez Pegué, directivo de la Fundación HCV Sin Fronteras, y agregó: "si bien para la hepatitis B hay  vacuna obligatoria, es necesario insistir en que los niños requieren tres dosis. También deben inmunizarse los adultos en riesgo. La hepatitis C sólo puede prevenirse con campañas de información, aunque falta una estructura que frene la cadena de transmisión".
"Hay que informar a la población sobre la forma de transmisión de las hepatitis B y C, y sobre la necesidad de que las personas en riesgo se hagan un test de diagnóstico", aconsejó Gadano. "Esto es importante, porque existen tratamientos de alta eficacia para las hepatitis crónicas, pero únicamente se los utiliza en pacientes diagnosticados en forma precoz", dijo.

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