La falsa víctima del 11-M

La falsa víctima del 11-M

Una ecuatoriana fingió haber viajado en los trenes que fueron atacados para conseguir la nacionalidad y miles de euros. Video.

IMPOSTORA. Lorena Candelario vivió seis años una mentira que le permitió acceder a la nacionalidad española, entre otros beneficios. FOTO TOMADA DE YOUTUBE.COM IMPOSTORA. Lorena Candelario vivió seis años una mentira que le permitió acceder a la nacionalidad española, entre otros beneficios. FOTO TOMADA DE YOUTUBE.COM
12 Marzo 2010
MADRID, España.- Seis años después de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, que dejaron 191 muertos y dos millares de heridos, España se ve sacudida por la sospecha de que entre las víctimas que sobrevivieron a la peor masacre terrorista que sufrió Europa puede haber farsantes que se aprovecharon del Estado y de las asociaciones que agrupan a los damnificados.

La Abogacía del Estado estudia una treintena de casos de personas reconocidas como víctimas de las bombas que explotaron en cuatro trenes hace seis años, confirmó la Dirección General de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior. Entre ellos está la ecuatoriana Lorena Candelario, cuyo caso apareció ayer, con el aniversario de la masacre, e indignó a muchos.

Según el diario español "El Mundo", la mujer lleva todo este tiempo viviendo de una mentira que le habría permitido obtener la nacionalidad española, un piso de titularidad pública con una renta muy baja y miles de euros en concepto de ayuda.

Detalles increíbles
El 11 de marzo de 2004, la mujer acudió como todos los días a su trabajo de asistencia domiciliaria de enfermos en el pueblo madrileño de Barajas. Durante la tarde, 11 horas después de la explosión de las bombas, se presentó en un centro médico en el que no le encontraron lesión alguna pese a que ella aseguraba tener temblores y un fuerte dolor en el hombro.

Al día siguiente asistió al hospital madrileño de La Paz y entonces dijo tener dolor de estómago, angustia y pesadillas. Le diagnosticaron reacción aguda al estrés y, a partir de entonces, pudo recibir ayudas públicas. El reconocimiento oficial del Ministerio del Interior como víctima de la masacre por un trastorno de ansiedad cronificado le sirvió además para conseguir la nacionalidad española.

"Me pregunto quién ha tramitado los informes sociales para que esta mujer haya tenido esas subvenciones y esos beneficios que verdaderas víctimas con heridas importantes no han tenido", lamentó Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M Afectados de Terrorismo.

Junto al caso de la ecuatoriana hay otros en estudio, aunque el de ella parece ser el más escandaloso, ya que dio versiones diferentes sobre el lugar en el que se encontraba cuando explotaron las bombas, no logró precisar en la Audiencia Nacional de dónde procedía cuando se produjo el atentado y contó detalles difíciles de creer. (DPA)

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