Los médicos reforzaron la lucha por el aumento

"Cambia, todo cambia...". A las 20.30 en punto la inconfundible voz de Mercedes Sosa tronaba en la plaza Independencia, mientras la primera columna del Movimiento Autoconvocado de la Salud asomaba por calle San Martín con antorchas y pancartas identificatorias en alto. La segunda columna ingresó por 24 de Septiembre. Aplausos, bombas de estruendo, cacerolazos, pitos y matracas anunciaban la llegada de cada delegación hospitalaria. Una multitud participó de la segunda Marcha de Antorchas, que recorrió la plaza Independencia y calles céntricas. La iluminación de los edificios que rodean el paseo le dieron un marco imponente a la movilización por medio de la cual los médicos reforzaron su lucha por una mejora salarial.
"La convocatoria superó ampliamente nuestras expectativas", dijo el médico Gustavo Arquez. La "Marcha de la bronca", de Pedro y Pablo, fue cantada y bailada por los participantes de la marcha: jóvenes, abuelos, familias con niños -algunos en brazos y otros en coches-, personas en sillas de rueda, estudiantes y representantes de organizaciones sociales, sindicales y políticas.
Desde Santa Lucía llegaron Enriqueta Romano y Haydée Calbín y José Vega, con velas encendidas en picos de botellas de plástico. "Venimos a solidarizarnos con los médicos y enfermeras, porque somos pobres y dependemos de la atención que ellos nos dan en los hospitales", declaró Haydée. Enriqueta añadió: "queremos que el gobernador, José Alperovich, solucione este problema; los pobres ya no dan más. Vengo del hospital de Monteros donde tengo internado un pariente. Ahí hacen lo que pueden, pero jamás nos abandonan. Todo el personal es bueno y merece salarios dignos".
¿Y usted, José Vega, qué dice? "Le pido al gobernador que se conmueva. Mire..., no sé qué me pasa pero veo tanta gente y me duele el pecho, me dan ganas de llorar...", respondió el hombre.
El médico Hugo Almirón, del hospital de Santa Lucía, agradeció el apoyo. "Aquí  estamos los que queremos un Tucumán sin drogas, sin pobreza, con salarios dignos, seguro, sano, feliz, y donde el respeto sea una confesión diaria", expresó.
Jorge Ramacciotti, del hospital Padilla, puntualizó: "estamos en la plaza porque hemos perdido el miedo y hemos dicho basta. Hace meses atrás cada uno de nosotros hacía ?sus? cosas bien y no nos importaban los otros. Ahora somos compañeros, camaradas, nos llamamos por nuestros nombres. Nos unió la lucha por nuestros salarios, que es la lucha de todo el pueblo de Tucumán".
"Esta es la voz del pueblo", subrayó a su turno Sergio Amaya, de Leales. "Las 20.000 personas que esta vez nos acompañan representan las 20.000 Barbaritas desnutridas que dejará este gobierno", advirtió.
Al finalizar el acto, la multitud marchó por 24 de Septiembre, Laprida, Córdoba, Maipú, y retornó a la plaza por 24 de Septiembre. Los manifestantes cantaron el Himno nacional con la vista puesta en la estatua de la Libertad.



Ironías y protestas
 
Mosquito chupa sangre.- Un gigante mosquito Aedes aegypti de utilería, cuya cabeza era una caricatura del gobernador, José Alperovich, llevaba un cartel que decía:  "Aedes Jorgitis, chupa sangre". En su mano arrastraba una larva que tenía la cara del ministro Pablo Yedlin.

"Así van a quedar los médicos".- Una mujer portaba como antorcha una calavera que llevaba un fronto (la luz que usan los cirujanos, similar a las linternas de los mineros). Mientras marchaba la profesional decía: "miren, así van a quedar todos los médicos de Tucumán".

Reunión en el arzobispado.- Hoy a las 12, los ministros Pablo Yedlin (Salud) y Edmundo Jiménez (Gobierno) se reunirán con representantes de los autoconvocados por pedido del arzobispo, monseñor Luis Héctor Villalba.