05 Noviembre 2009
UNA MULTITUD. El sector sigue concretando nutridas marchas por el centro de la capital. LA GACETA/FRANCO VERA
Las negociaciones entre el Gobierno provincial y el Movimiento de Autoconvocados de la Salud se encuentran en un callejón sin salida. Esta mañana, fracasó la nueva reunión en el arzobispado, por lo que los médicos anticiparon que la protesta será más dura.
Los principales referentes del sector en conflicto y los ministros de Salud y Gobierno, Pablo Yedlin y Edmundo Jiménez, volvieron a verse este mediodía, en la sede ubicada en la avenida Sarmiento. El encuentro fue presidido nuevamente por el arzobispo Luis Villalba y, otra vez, naufragó su intento para acercar posiciones.
En la reunión -que apenas superó los 15 minutos- los funcionarios ratificaron lo que ayer sostuvieron en una conferencia de prensa: "no hay plata". Desestimaron así la propuesta que hizo el obispo, que consistía en sumar $ 50 a la base de cálculo con la que se liquidan todos los haberes, frente a los $ 20 que ofreció el Poder Ejecutivo.
A la salida de la deliberación, la doctora Adriana Bueno, de Concepción, sostuvo: "estamos decepcionados, ahora sólo nos queda endurecer las medidas". Sus alcances se conocerán mañana después de la asamblea general de delegados que se hará en Aguilares, a las 11.
Amenazas
Por su parte, Estela Di Cola, delegada del hospital de Niños, anticipó que en ese nosocomio se avanzará hacia la suspensión total de la atención en los consultorios externos. Además, dijo que no se autorizarán internaciones en camillas o sillones, "como se hace actualmente para no dejar a nadie desprotegido".
"Ahora exigiremos que el sistema se haga cargo del paciente y le consiga una cama en un sanatorio privado", aseveró, en diálogo con LA GACETA.
La doctora denunció que el pasado viernes un grupo de personas ingresó al nuevo hospital de Aguilares, profiriendo insultos y amenazas contra los trabajadores que adhieren a las protestas. Por ello, radicaron una denuncia policial. "Tememos que esto suceda en otros puntos de la provincia porque evidentemente hay sectores que quieren enrarecer el clima", enfatizó la referente. LA GACETA ©
Los principales referentes del sector en conflicto y los ministros de Salud y Gobierno, Pablo Yedlin y Edmundo Jiménez, volvieron a verse este mediodía, en la sede ubicada en la avenida Sarmiento. El encuentro fue presidido nuevamente por el arzobispo Luis Villalba y, otra vez, naufragó su intento para acercar posiciones.
En la reunión -que apenas superó los 15 minutos- los funcionarios ratificaron lo que ayer sostuvieron en una conferencia de prensa: "no hay plata". Desestimaron así la propuesta que hizo el obispo, que consistía en sumar $ 50 a la base de cálculo con la que se liquidan todos los haberes, frente a los $ 20 que ofreció el Poder Ejecutivo.
A la salida de la deliberación, la doctora Adriana Bueno, de Concepción, sostuvo: "estamos decepcionados, ahora sólo nos queda endurecer las medidas". Sus alcances se conocerán mañana después de la asamblea general de delegados que se hará en Aguilares, a las 11.
Amenazas
Por su parte, Estela Di Cola, delegada del hospital de Niños, anticipó que en ese nosocomio se avanzará hacia la suspensión total de la atención en los consultorios externos. Además, dijo que no se autorizarán internaciones en camillas o sillones, "como se hace actualmente para no dejar a nadie desprotegido".
"Ahora exigiremos que el sistema se haga cargo del paciente y le consiga una cama en un sanatorio privado", aseveró, en diálogo con LA GACETA.
La doctora denunció que el pasado viernes un grupo de personas ingresó al nuevo hospital de Aguilares, profiriendo insultos y amenazas contra los trabajadores que adhieren a las protestas. Por ello, radicaron una denuncia policial. "Tememos que esto suceda en otros puntos de la provincia porque evidentemente hay sectores que quieren enrarecer el clima", enfatizó la referente. LA GACETA ©
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