Una campaña llena de candidatos y vacía de ideas

"Hay una oferta de candidatos así como hay una de autos o de celulares", escribió en 2005 el semiólogo Eliseo Verón. La advertencia guarda estrecha relación con el fenómeno al que asisten la política nacional y la provincial por estos días: la de postulantes sin plataforma.
Luego de la crisis política y económica de 2001, la mayoría de los politólogos retrató con acierto la crisis de identidad y la fragmentación de las principales fuerzas políticas. Razonaron que esa hecatombe desembocó en una dinámica general de oligopolización y de cartelización de las organizaciones partidarias, que hizo emerger los liderazgos personales por sobre las estructuras políticas tradicionales.
Por ello, explicaron, no resultó casual que se haya asistido a una atomización de los partidos, cada vez más relegados a existir como meras maquinarias electorales. Y concluyeron que, a partir de esa debacle económica, política y social, la gente y el grito "que se vayan todos" terminó por desguazar a las agrupaciones, consagradas por la Constitución nacional de 1994 como "instituciones fundamentales del sistema democrático".

Fuentes de legitimidad
A 78 días de la elección de senadores y de diputados nacionales, los tucumanos asisten a una discusión dirigencial que les es ajena. No se escuchan propuestas, no se debaten programas de gestión. Los entredichos entre las cúpulas pasan solamente por nombres. De hecho, antes de que se oficialicen los frentes políticos que competirán (el plazo vencerá el próximo martes 28), las pintadas en las paredes y los afiches que comienzan a multiplicarse por toda la provincia promocionan postulaciones personales.
¿Esta preeminencia de lo individual por sobre lo colectivo denota el fracaso de las estructuras tradicionales? Algunos referentes tucumanos consideran que la banalización de la política es consecuencia directa del descreimiento de la sociedad en la clase dirigencial. Incluso, abonando esa presunción, algunos expertos entienden que el fracaso de los partidos para hacerse cargo de tareas muy superiores a sus fuerzas generó un vacío que pasó a ser cubierto por los medios de comunicación, por las estrellas del deporte, por dirigentes del mundo empresario o incluso del espectáculo.
En "El orden político de las sociedades en cambio", el politólogo Samuel Huntington postuló que los partidos políticos suponen "la fuente de legitimidad" de los candidatos a través de "la ideología, el carisma o la soberanía popular".
"Para perdurar cada uno de estos principios debe estar encarnado en un partido. En lugar de que este refleje al Estado, el Estado se convierte en una creación e instrumento del partido", sostuvo.

Antecedentes
El justificativo de muchos dirigentes, respecto de que el adelantamiento de las elecciones dinamita cualquier posibilidad de discusión y debate programático interno es, cuanto menos, parcial. En rigor, la actitud reacia de muchos referentes por hacer funcionar sus estructuras internas no es privativa de esta ocasión.
En los últimos comicios nacionales, los de octubre de 2007, ninguno de los 120 candidatos a diputado nacional por Tucumán (entre los titulares y los suplentes), debió superar en aquella ocasión una elección interna. En todos los casos, las postulaciones fueron consecuencia directa de acuerdos en las cúpulas partidarias.
"Los grandes pueblos necesitan grandes partidos políticos", escribió hace más de 100 años Leandro Alem. Su advertencia, a la luz de la actual coyuntura, adquiere una esclarecedora relevancia de cara al futuro del sistema de partidos en el país.

Osvaldo Jaldo: "Tenemos un programa"
El candidato a diputado nacional en primer término por el oficialismo aseguró que sólo el PJ expuso sus planes y sus postulantes ante la sociedad. "Tenemos una planificación y una gestión de gobierno que para nosotros es buena y que para otros podrá ser mala. Pero sobre eso marchamos y avanzamos. Además, tenemos postulantes publicitados. Esto muestra que hay conducción partidaria y un proyecto político. Y que sabemos lo que queremos: nuestros candidatos deben defender ese proyecto", afirmó el ministro del Interior.

Ernesto Padilla: "Un vicio argentino"
"Nuestra génesis es el Proyecto Tucumán, que tiene un documento y un programa y desde allí empezamos a ver nuestro horizonte aliancista. De candidaturas no hablamos y tenemos que escapar de esa tendencia; hay una enorme carencia dirigencial. El personalismo por encima de los programas es un vicio de la política argentina. Otro elemento importante es económico. Hoy, el que tiene plata es el candidato. El cargo es una mercadería y sólo se destruye el sistema político", dijo el titular de Recrear.

Claudio Viña: "La gente ya no cree"
"Por descreimiento, la gente comenzó a votar a las personas y no a los partidos políticos. Y eso es responsabilidad de las estructuras tradicionales", opinó el presidente de la convención de Fuerza Republicana. "Se dejaron a los partidos como un mero formalismo legal para poder participar; es como ponerse un jogging para salir a correr, no importa el color, sólo que permita presentarme. La gente descree del sistema partidario, busca a alguien que la salve y no que la gobierne bien", reforzó.

Rodolfo Succar: "Realidad preocupante"
El presidente del Partido Socialista se muestra afligido por la situación. "Parece que en esta sociedad, evidentemente mediática, empieza a jugar el candidato por encima de las organizaciones, y eso es preocupante. Al pasar a un segundo plano el partido, pasa también al segundo plano lo colectivo. La organización da el sustento y el mandato al candidato; y luego debe monitorear que cumpla con el programa. Desde el 2001, los partidos pasaron a ser meras instituciones formales", se quejó.

Martín Correa: "No sacarían ni un voto"
El ex convencional constituyente por el Partido Obrero, durante la reforma de 2006, cree que, de manera consciente, la mayoría de los partidos políticos no difunde sus verdaderas plataformas de campaña. "Tanto la oposición patronal como el Gobierno están impedidos de difundir sus programas, por eso cuando realizan un congreso partidario sólo se trata de una maniobra para poner a uno u otro candidato. Si dieran a conocer sus programas, no sacarían ni un sólo voto", señaló Correa.

Clarisa Alberstein: "No hablamos de nombres"
"Hablan sólo de candidaturas porque ninguno representa un modelo alternativo. O estuvieron con José Alperovich y con Néstor Kirchner o antes con Julio Miranda o con Antonio Bussi. Son parte responsable de la actual crisis económica. Nosotros planteamos al revés: hicimos un llamado público a otras organizaciones de izquierda y a los luchadores sociales a conformar un gran frente, pero no hablamos de candidaturas", dijo la referente del Movimiento Socialista de los Trabajadores.

Federico Masso: "Primaron las figuras"
Según el candidato a senador nacional por el Movimiento Libres del Sur, la principal responsabilidad del vacío dirigencial es de los partidos tradicionales. "En los últimos años se desvalorizó la política militante. Hubo un desgaste de la práctica dirigencial y primó lo individualista por sobre los proyectos. ¿O qué son Palito Ortega y Carlos Reutemann? Ocuparon espacios que debía ocupar la dirigencia. Se perdió la formación y primaron las figuras mediáticas", consideró el ex funcionario del PE.

José Manuel Páez: "Por especulaciones"
"Nosotros venimos luchando juntos desde hace dos años y, ahora, vamos a presentar los 10 puntos programáticos del frente", aclaró el titular de la Democracia Cristiana, en alusión a la unión con la UCR, el socialismo y la Coalición Cívica. "Que el resto de las agrupaciones hable sólo de candidaturas obedece a que son acuerdos creados sólo por especulaciones electoralistas. La nuestra es una convocatoria abierta, claramente opositora y democrática", sostuvo el ex convencional constituyente.