“Es peligroso y atrevido el que habla de todo sin fundamento”

Una decana fustigó a quienes dan vida a los rumores. "Los argentinos somos especialistas en todo", señaló otro docente.

12 Abril 2009

“Es peligroso que un tema específico sea desarrollado por una persona que no tiene idoneidad”, señaló a LA GACETA la decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán, Elena Rojas.
Al ser consultada sobre las personas que tienen el defecto de opinar sobre cualquier asunto, lamentó que “a algunos les gusta hacerse ver y opinar de todo. Por mi parte, digo muchas veces: ‘no, acerca de eso no sé nada’. Este es un problema porque es difícil contener a los que quieren hablar por hablar”.
Otro punto que Rojas puso en el tapete fue el del rumor. “Una persona que habla mucho me aseguró que iba a haber un nuevo ‘corralito’. O sea, se hacía eco de un rumor. Como yo escucho y registro y no creo en lo primero que me dicen, me informé con gente especializada que me dijo que eso no era posible. Lamentablemente hay otras personas que toman directamente lo que escuchan y lo divulgan”, señaló. Y agregó: “el rumor lleva a una confusión de ideas. Hasta que la información no está comprobada, sólo es un rumor”.
La docente universitaria también habló sobre la prensa. “Hay conductores -indicó- que se ponen frente al micrófono y buscan mucho protagonismo. El público tiene que saber seleccionar; no sólo debe escuchar lo que le informan sino analizarlo”.
En cuanto al sector político, sostuvo: “el dirigente no se queda callado nunca porque quiere que la gente piense que él tiene seguridad en la información que está dando. Muchos no creen en lo que dice y dejan una simple reflexión: ‘esto es política’”.
Por otro lado, el profesor Héctor Durand fue categórico: “es atrevido el que opina sin tener fundamentos propios”, dijo. “Los argentinos -agregó- somos especialistas en todo. Cada uno dará su Selección de fútbol campeona. Y si hablan de política, sobre todo miembros de la clase media alta y los intelectuales, tendrán a mano las soluciones económicas y sociales. Hay personas que leen las solapas de los libros y hablan sobre el autor y sus obras con total desparpajo”.
Según el rector del Instituto Tucumán, “muchos políticos creen que es pecado mortal quedarse callados y opinan de todo. Por ejemplo de la inflación, pero no saben la diferencia entre este índice y el del costo de vida. Hablan sobre cómo subió la Bolsa y no conocen ni la bolsa del súper”. Y añadió: “si juntamos todos los dichos que lo hacen decir a Perón, estaría llena la Biblioteca Nacional. Y ahora pasa lo mismo con Alfonsín”. Dijo que le parecía bien que la gente opinara, “pero debe haber respeto por los pensamientos de quienes se invoca”.

 

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