05 Diciembre 2008
EN BLOQUES. La segunda parte de su show fue la pop. NA
BUENOS AIRES.- La reina del pop, Madonna, comenzó anoche una serie de cuatro recitales en el estadio de River Plate, con una espléndida puesta en escena que incluyó canciones de su último disco, "Hard Candy", y versiones de sus temas clásicos.
El primer show argentino de "The Sticky & Sweet Tour" (La gira pegajosa y dulce) arrancó 48 minutos después de lo previsto, con la diva sentada en un sillón negro, cuyo respaldo formaba una gran M blanca, y los compases de "Candy Shop", de su nuevo disco.
Desde el primer bloque del espectáculo -presenciado por 66.000 personas, según los organizadores- la estrella desplegó su dotes de bailarina y actriz, sobre todo cuando en medio del escenario se animó a cantar sobre el respaldo del asiento de un auto descapotado color crema.
Luego de saludar al público con un "hello Buenos Aires", Madonna entonó a dúo con Britney Spears (en un video) "Beat Goes On". Sin embargo, recién con el clásico "Human Nature" el publicó comenzó a delirar.
Dos de los puntos más altos del show fueron el clásico "Vogue" y un remix de "Die Another Day", leit motiv del filme de James Bond del mismo nombre. La puesta en escena incluyó 18 bailarines, una banda en vivo, un sistema de sonido de gran calidad y efectos visuales de última generación.
El concierto comenzó con una pantalla gigante en forma de cubo, que mostraba a la diva por todo el escenario. Además, hubo otras dos pantallas retráctiles, que subían y bajaban al compás de la música, y un telón circular gigante que pasaba videos e imágenes de lo que ocurría en el campo.
En otro toque de calidad, la reina del pop exhibió un vestuario variado, made in Versace, aunque vistió muchos pantalones cortos, tops y camperas de diferentes tonos, entre los que prevaleció el negro.
En la segunda parte del recital, la dama interpretó "Into the Groove", "Heartbeat", "Borderline", "She's Not Me", "Music" y un remix de "Rain". Durante este segmento, las canciones y los videos hicieron continua referencia a la estética de Keith Haring, un artista de graffiti neoyorquino que murió de Sida.
La tercera parte del espectáculo, llamada Gypsy (gitano), presentó como gran novedad una versión de "La isla bonita", que incluye arreglos de tres músicos rumanos que estuvieron presentes.
Sin embargo, el toque que diferenció al espectáculo argentino del resto de la gira europea y norteamericana se produjo cuando finalizó ese bloque. Madonna se sentó entonces en un borde con una guitarra acústica e interpretó "You Must Love Me", tema de la película "Evita".
Luego de un pequeño silencio, la diva y el público cantaron, finalmente, "No llores por mí Argentina", tema central de la ópera inglesa del mismo nombre en la que se basó la película. La gira pegajosa y dulce comenzó el 23 de agosto en el estadio Cardiff Millennium, de Gales, y atravesó casi toda Europa, Estados Unidos, Canadá y México, antes de llegar a nuestro país. (DyN)
El primer show argentino de "The Sticky & Sweet Tour" (La gira pegajosa y dulce) arrancó 48 minutos después de lo previsto, con la diva sentada en un sillón negro, cuyo respaldo formaba una gran M blanca, y los compases de "Candy Shop", de su nuevo disco.
Desde el primer bloque del espectáculo -presenciado por 66.000 personas, según los organizadores- la estrella desplegó su dotes de bailarina y actriz, sobre todo cuando en medio del escenario se animó a cantar sobre el respaldo del asiento de un auto descapotado color crema.
Luego de saludar al público con un "hello Buenos Aires", Madonna entonó a dúo con Britney Spears (en un video) "Beat Goes On". Sin embargo, recién con el clásico "Human Nature" el publicó comenzó a delirar.
Dos de los puntos más altos del show fueron el clásico "Vogue" y un remix de "Die Another Day", leit motiv del filme de James Bond del mismo nombre. La puesta en escena incluyó 18 bailarines, una banda en vivo, un sistema de sonido de gran calidad y efectos visuales de última generación.
El concierto comenzó con una pantalla gigante en forma de cubo, que mostraba a la diva por todo el escenario. Además, hubo otras dos pantallas retráctiles, que subían y bajaban al compás de la música, y un telón circular gigante que pasaba videos e imágenes de lo que ocurría en el campo.
En otro toque de calidad, la reina del pop exhibió un vestuario variado, made in Versace, aunque vistió muchos pantalones cortos, tops y camperas de diferentes tonos, entre los que prevaleció el negro.
En la segunda parte del recital, la dama interpretó "Into the Groove", "Heartbeat", "Borderline", "She's Not Me", "Music" y un remix de "Rain". Durante este segmento, las canciones y los videos hicieron continua referencia a la estética de Keith Haring, un artista de graffiti neoyorquino que murió de Sida.
La tercera parte del espectáculo, llamada Gypsy (gitano), presentó como gran novedad una versión de "La isla bonita", que incluye arreglos de tres músicos rumanos que estuvieron presentes.
Sin embargo, el toque que diferenció al espectáculo argentino del resto de la gira europea y norteamericana se produjo cuando finalizó ese bloque. Madonna se sentó entonces en un borde con una guitarra acústica e interpretó "You Must Love Me", tema de la película "Evita".
Luego de un pequeño silencio, la diva y el público cantaron, finalmente, "No llores por mí Argentina", tema central de la ópera inglesa del mismo nombre en la que se basó la película. La gira pegajosa y dulce comenzó el 23 de agosto en el estadio Cardiff Millennium, de Gales, y atravesó casi toda Europa, Estados Unidos, Canadá y México, antes de llegar a nuestro país. (DyN)
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