"Tiene la energía de una chica de 20 años", se sorprendió un tucumano

"Quizás no sea una cantante excepcional, pero es una gran show woman", aseguró un comprovinciano. La canción que hizo llorar a todos.

05 Diciembre 2008

"La próxima vez, voy a ir al campo, cerca del escenario, para poder sentir aún más esa energía". Fernando Graneros está seguro de que hay Madonna para rato, y que vendrá otra vez a la Argentina. "Aún tiene mucho para dar. Tiene 50 años, pero despliega la misma energía que sus bailarinas, que deben tener 20", contó. "El show fue impresionante, cuidado hasta en los últimos detalles", añadió.

Este abogado tucumano de 30 años, nacido en Aguilares, soñaba a los 15 con ver en vivo a su ídola. Tuvo que esperar a doblar su edad para cumplirlo. "Quizás no sea una cantante excepcional. Sí es una gran "show woman", una artista enorme en lo visual, que tiene una conexión increíble con el público. Hablaba con los que estaban cerca del escenario, se acercaba, les hacía muecas... Entregó todo durante dos horas. Y la gente le respondió", relató.

La reina del pop llenó el estadio de River anoche con 70.000 personas, entre las cuales había no pocos provincianos y muchos extranjeros. "Vi gente de Perú, de Chile y hasta de Venezuela que viajó a la Argentina sólo para ver a Madonna. Incluso, conocí a unos brasileños que ya habían estado en el recital que dio en San Pablo y que vinieron a verla otra vez", dijo, asombrado.

El recital empezó una hora tarde, pero el público no se resintió porque el DJ fue calentando el ambiente con muy buena música. "Vi gente de todas las edades, chicos con sus padres, adolescentes, personas mayores... En las plateas había dos señoras de más de 60 años, muy bien vestidas, que escucharon sentadas casi todo el recital. Pero hacia el final, cuando sonó Like a Prayer, se pusieron a bailar como adolescentes", manifestó.

"El ingreso fue un poco confuso. Yo llegué cerca de las 6 y ya había una cola larga, pero pude ver cómo se fue llenando el estadio de punta a punta. Ya adentro, estaba todo muy bien organizado -explicó- Desde las plateas preferenciales tenía una visión panorámica del escenario. Cuando quería ver detalles, miraba las pantallas gigantes. Muchos usábamos binoculares".

Para que todos pudieran corear los estribillos, la diva fue mezclando retazos de sus canciones más conocidas con temas de su último disco. Además, fue haciendo variaciones sobre algunos de sus hits. "En la Isla Bonita, por ejemplo, hizo una fusión con música gitana rumana, con violines y guitarras, como la que suena en las películas de Emir Kusturica. También sonaron fragmentos de Music y cantó Like a Virgin a capella", recordó Fernando.

"Luego tuvo una etapa de ?demagogia?, dedicada exclusivamente a los argentinos. Empezó con You Must Love Me, de la película Evita, con ella sola en el escenario, con su guitarra. Y cuando cantó No llores por mí Argentina, a capella, mientras bajaba sobre el escenario una bandera celeste y blanca hecha con efectos de luces, la gente empezó a llorar", se emocionó. LA GACETA ©

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