Piden policías en las escuelas para prevenir la violencia

El secretario general de ATEP, César Américo Zelarayán, expresó su coincidencia con lo que señaló el obispo de Concepción, monseñor José María Rossi. El prelado había dicho que la sociedad exige a los educadores que sean sociólogos, psicólogos y hasta policías.
"Es necesario que el Estado actúe de inmediato para preservar la seguridad física de maestros y de alumnos. Por ejemplo, debería haber guardias policiales alrededor de las escuelas, sobre todo en aquellas ubicadas en zonas de riesgo, donde además de registrarse hechos de violencia también se producen muchos robos", señaló el dirigente. Agregó que es importante que las escuelas de la periferia cuenten con equipos permanentes de psicólogos, pedagogos y asistentes sociales.
Zelarayán admitió que es responsabilidad de los docentes supervisar a los chicos durante el recreo, pero advirtió que el Estado "se está desentendiendo del tema". "Antes de que ocurra una desgracia, el Gobierno tiene que tomar medidas para prevenir la violencia en la escuela", añadió.
Por su parte, la secretaria de Gestión Educativa, Beatriz Mansilla, informó que la ministra del área, Silvia Rojkés de Temkin, ya pidió más policías para las escuelas. "Estamos ocupándonos; en todos los establecimientos donde se registraron hechos de violencia se trabaja interdisciplinariamente. La ministra se reunió con los ministerios de Seguridad y de Políticas Sociales y los cuerpos técnicos de Educación para consensuar recursos y acciones", dijo.

Problemas de conducta
El Consejo de Rectores de Colegios Privados de Tucumán informó en esas instituciones no se han registrado hechos de violencia pero se observa un incremento en el número de chicos que presentan problemas de conducta. "Los colegios, por lo general, resuelven estos casos rápidamente con los padres y los profesionales de los gabinetes interdisciplinarios", dijo la vicepresidenta del Consejo, Lilia de Amarillo.
En estos colegios, según el decreto que los regula, además de aplicar sanciones disciplinarias, se ejerce el derecho de admisión. Además, tienen menos alumnos por grado que las escuelas públicas, y cuentan con una población más o menos homogénea.
Amarillo añadió que se ha pedido al Ministerio de Educación un plan para erradicar la violencia con pautas de convivencia comunes para escuelas públicas y privadas, y que se trabaje en forma conjunta.