“¡Mamá, mirá lo que me hizo!”. Con el cuerpo ensangrentado y una herida de arma blanca en la yugular, Romina del Milagro Pistán logró pronunciar estas palabras antes de morir. La joven, de 18 años, fue asesinada ayer en El Siambón por su concubino, Carlos Alvarez, de 22 años. El hombre, poco después del crimen, se quitó la vida.
Según informó la Policía, cerca de las 10, Alvarez estaba junto a su concubina en el interior de su casa, ubicada a la altura del kilómetro 29 de la ruta 341. Al parecer, de acuerdo con lo manifestado por testigos del hecho, el hombre le exigió a Pistán que fuesen al fondo de la casa. Allí, sin mediar ningún tipo de discusión, Alvarez sacó un cuchillo y degolló a la joven.
Pistán, tambaleándose, logró dar unos pasos y llegar hasta una de las puertas de la casa para pedir ayuda a su madre. Pero fue inútil: a los pocos minutos, la adolescente murió desangrada, debido a la grave herida que sufrió.
Una vez consumado el hecho, Alvarez tomó un lazo para atar animales que estaba en su casa; cruzó el río El Siambón -que corre por detrás de la vivienda-; trepó la montaña y se ahorcó en un árbol.
Los investigadores sospechan que los celos habrían sido el móvil del crimen, aunque no descartan otras posibles hipótesis.
“Mi cuñada tenía un bebé de siete meses con un vecino que vive al frente de nuestra casa. Pero después ellos se pelearon y ahora estaba con mi hermano”, aseguró Miriam Alvarez, otra de las hermanas del homicida. La mujer, quien vive al lado de donde se perpetró el crimen, agregó que la relación de la pareja no era óptima.
“Ella estuvo toda la noche con su mamá en la casa del padre de su bebé. Mi hermano la llamó muchas veces para que vuelva a la casa, pero ella no le hizo caso. Cuando mi hermano se levantó, afiló el cuchillo y la mató”, concluyó la hermana de Alvarez.
Los jóvenes, según afirmó un familiar, llevaban tres meses de convivencia, y compartían la casa con la madre de la mujer asesinada, Silvia Marcela Pistán; con una de las hermanas del homicida, Josefa Alvarez, y con los tres hijos de esta.
Trabajó en el lugar personal de la División Homicidios, al mando de los comisarios Miguel Gómez y Hugo Cabezas, supervisado por el jefe de la Unidad Regional Norte, Héctor Ponce.
El hecho es investigado por la fiscal Adriana Giannoni.