Una elección para brujos y chamanes
Una elección para brujos y chamanes La Gaceta / foto de Analía Jaramillo

Como un déjà vu de las primeras dos semanas de mayo. Así llegan oficialistas y opositores al tramo final de la campaña para los comicios que, según la convocatoria, deberían concretarse el 11 de junio. Todo, absolutamente todo, sigue siendo tan incierto como en los días previos al 14 de mayo. Es tal la inseguridad en el ambiente que, como si algún condimento le faltara a este proceso electoral, ahora se colaron historias de tarotistas, de brujas y de chamanes.

Con esa inestabilidad a cuestas camina la dirigencia tucumana. Fue tal el impacto de la suspensión de los comicios que iban a realizarse a mediados de mayo que debieron pasar varios días para que hubiera alguna reacción. Entre la decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la declinación de Juan Manzur a su postulación y el reinicio del cronograma electoral prácticamente transcurrieron dos semanas.

Fueron alrededor de 15 días de quietud, en los que el tiempo prácticamente se paralizó. Así, en esta última semana volvió la intensidad de la campaña y, con ella, un hecho inédito. Por primera vez, Roberto Sánchez tomó la posta de Juntos por el Cambio y salió de su zona de comodidad. Extraño en él, apostó a una declaración explosiva. “Escuchás que ahora en vez de dar dinero dan droga. La gente de los barrios lo cuenta, lo dice, lo están sabiendo. Eso duele mucho”, arrojó el radical en Panorama Tucumano. Al otro día, se explayó aún más y generó la primera reacción en su contra de la Casa de Gobierno.

Hasta aquí, el destinatario de todos los enojos de Manzur y de Osvaldo Jaldo venía siendo Germán Alfaro, compañero de fórmula del diputado. Sin embargo, esa denuncia de entrega de droga a cambio de votos generó la reacción del titular del Poder Ejecutivo. El mandatario, incluso, le pidió a Sánchez que acuda a la Justicia Federal a formalizar sus dichos. ¿Por qué Jaldo, que suele ser más intempestivo en sus reacciones, no le respondió? Pura estrategia: un mano a mano entre él y Sánchez sería polarizar la elección, cuando lo que necesita el Frente de Todos es que el resto de los candidatos opositores crezca para quitarle votos a Juntos por el Cambio.

Al menos, el chispazo de Sánchez bastó para encender la campaña nuevamente.

Todos menos dos

¿Cuántas chances hay de que la Corte nacional suspenda nuevamente los comicios? En la Casa de Gobierno se autoconvencen de que son pocas. También en la mayor parte de la oposición, salvo por Alfaro y por los referentes de CREO, que apuestan a una elección en agosto.

El antecedente de haber votado en 2019 en junio y de que se hayan declarado inconstitucionales los artículos de la Constitución local que establecían el tope de dos meses previos a la fecha de finalización de los mandatos es el que, sostienen los oficialistas, resulta clave. Se aferran a ese argumento para sostener la ilusión de que se votará en un par de semanas. Así, además, intentan comprometer a los dirigentes territoriales y mantenerlos activos, muchos de los cuales sucumben ante la incertidumbre.

Ocurre que el desgaste del proceso electoral, tanto desde lo físico y psicológico como desde lo económico, lo padecen todos. Y lo peor es que nadie puede garantizarles de que no habrá otra mala noticia desde Buenos Aires. Mucho menos Manzur, autopercibido jefe de campaña del oficialismo. El gobernador, cuando a fines del año pasado contó que iba a postularse como vicegobernador, lo hizo transmitiendo a los suyos que no habría ningún sobresalto judicial. Los hechos de mayo demuestran lo contrario. No sólo lo dejaron afuera de la fórmula en los tribunales, sino que ahora hay dudas respecto de que se pueda votar en otra fecha que no sea agosto.

Reproches

En las filas de la oposición acontece algo similar. Con excepción de Alfaro y de los referentes de CREO, que se manejan de manera independiente dentro de la alianza, todos quieren que se vote cuanto antes. Principalmente, porque no aguantan más días de campaña sin recursos. De hecho ya hubo encontronazos por la falta de fondos y reproches a la dupla de postulantes al Poder Ejecutivo.

Según el líder del Partido por la Justicia Social, llevar las elecciones al último domingo de agosto implicaría un golpe certero al Frente de Todos. Sostiene su hipótesis en la debacle de la economía nacional y, en consecuencia, en la inevitable caída electoral de la Casa Rosada. Así, según el ex diputado peronista, una derrota del FdT en las Primarias de agosto dejaría indefenso al oficialismo tucumano. Y a merced de un zarpazo opositor.

En CREO, en tanto, los argumentos son más legales que políticos. Desde la agrupación que conducen Sebastián Murga y la diputada Paula Omodeo insisten en que la Carta Magna establece el mes de agosto para la realización de los comicios. Y punto. Claro, la voz de este sector perdió peso dentro de la estructura de JxC en los últimos meses. Sin embargo, bastó que se activara el planteo que presentaron ante la Corte Suprema nacional para que temblaran nuevamente los cimientos del oficialismo tucumano. Cada movimiento que se produce en los despachos de los jueces, por más rutinario que seo, genera una inmediata flojera en el peronismo local.

No es para menos, el golpe de mayo dejó a todos hípersensibilizados.

“Para qué… viene”

Cerraron los ojos y se tomaron la cabeza. Así reaccionaron los principales operadores de Juntos por el Cambio cuando en la semana que pasó les confirmaron que el martes tendrán una visita que no esperaban.

El ex presidente Mauricio Macri tiene previsto presentar su libro “Para qué” en Tucumán durante la noche del martes 30. En otro contexto, su arribo hubiese significado un empujón para cualquier candidato de JxC. Pero en el tramo final de la campaña, oficiar de anfitrión del referente del PRO, que no goza de gran popularidad según las encuestas tucumanas, no les resulta para nada agradable. A tal punto llega el temor al impacto que no están previstos actos proselitistas de la dupla Sánchez-Alfaro con el ex jefe de Estado. Eso sí, para no ser tan descortés, es probable que acudan a eventos cerrados: un almuerzo con empresarios y la presentación del libro.

Es curioso. Quienes se preocuparon durante meses por evitar cualquier visita nacional fueron los oficialistas. Incluso, desbarataron un intento del albertismo para que el Presidente llegue a Tucumán este 25 de Mayo. Y lo terminan padeciendo los referentes de JxC, quienes más promovieron los espaldarazos foráneos para la contienda local. Incomprensible.

Casualmente, un dirigente del PRO con pasado nacional recordaba hace un puñado de días la anécdota de Macri y su vínculo con el esoterismo. Según cuentan, una de las primeras cosas que hizo el ex presidente cuando entró a la Casa Rosada en 2015 fue ordenar una limpieza energética. Dicen que sentía tanto dolor de cabeza cada vez que ingresaba a su despacho que lo único que le importaba era detener el trabajo macabro que, suponían en su entorno, habría gestado su antecesora.

Vaya paradoja, hay tan pocas certezas en este tramo de la campaña tucumana que aquí también se multiplican las versiones de astrólogos, tarotistas, santeros y chamanes con mucha demanda de candidatos ansiosos por conocer qué les depara el destino. Incluso, en los cafés oficialistas ya se corrió la habladuría de supuestos conjuros y de “trabajos” encargados –atribuidos todos a las filas del alfarismo- para perjudicar a los principales referentes del FdT. Así las cosas, no es de extrañar que más de un postulante deambule por lo que resta de la campaña con prendas de rojo fuerte para alejar peligros, atraer la suerte y, sobre todo, proteger su poder.

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