Tercios y cuartos del escenario electoral

Tercios y cuartos del escenario electoral

La evaluación de la Vicepresidenta de la Nación no es antojadiza, pero sí es parcial.

“Estas elecciones van a ser atípicas. Son elecciones de tercios”, diagnosticó Cristina Kirchner el jueves pasado, en una entrevista en el canal de noticias C5N. La evaluación de la Vicepresidenta de la Nación no es antojadiza, pero sí es parcial. Doblemente parcial. Y ella misma es uno de los sesgos que determina si el escenario electoral se dividirá en tres porciones parejas, o no.

El escenario de tercios fue evaluado, a la vez que relativizado, hace 20 días en la provincia, ante un auditorio de 400 empresarios e industriales. El consultor de opinión pública Jorge Giacobbe presentó su última encuesta de humor social, en un foro con el cual la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) homenajeó a la Federación Económica de Tucumán por su 70 aniversario. El estudio, realizado entre el 10 y el 15 de abril, releva 2.500 opiniones en el orden nacional, con un margen de error del 2%. Desde luego, no se trata de una verdad revelada. Pero sí es un fresco actualizado que enseña con precisión (y anticipación) de qué habla la Presidenta del Senado. Y de qué calla.

Posicionamientos en las encuestas

¿Dónde se insinúa la fragmentación en tres partes? En su estudio, Giacobbe interroga en un primer momento cuál es la posición de los encuestados con respecto al Frente de Todos.

· El 27,6% responde que quiere que el oficialismo gane las elecciones nacionales.

· El 59,6% anhela que el Frente de Todos pierda los comicios.

· Al 9,5% le da lo mismo.

· El 3,3% no sabe o no contesta.

Las cifras se afinan todavía más cuando se consulta, específicamente, “¿Cómo se siente usted?” con respecto a al Gobierno nacional y sus adversarios. Aquí ya aparece con bastante nitidez que un tercio de los consultados respalda a la actual gestión, mientras que los otros dos tercios no lo hace.

· El 32,1% se siente más cerca del oficialismo.

· El 62,6% se siente más cerca de la oposición.

Finalmente, en el abordaje directo de los comicios de este año, las fracciones se cristalizan.

· El 33,4% considera que en estas elecciones hay que frenar a la derecha.

· El 63,7% sostiene que hay que frenar al kirchnerismo.

Nombres y apellidos

¿En qué aspecto de la encuesta aparecen los tercios con meridiana nitidez? Las tres partes claramente divididas aparecen cuando a las posturas anteriores (un tercio pugna por frenar a la derecha, dos tercios apuestan por frenar a los “K”) se les pone nombre y apellido.

Dentro del universo del 33,4% que ha opinado que el adversario a derrotar es “la derecha”:

· El 78% opina que la mejor candidata para esa labor es Cristina.

· Sólo el 9,9% nomina al ministro de Economía, Sergio Massa.

· Apenas el 6,3% designa al ministro del Interior, “Wado” de Pedro.

· El 3,5% elige al Presidente, Alberto Fernández.

Luego, ¿quién es el mejor postulante para frenar al kirchnerismo?

· El 45,5% dice que el diputado Javier Milei.

· El 43,1% afirma que la ex ministra de Seguridad Patricia Bullrrich.

· El 8,5% propone al jefe de Gobierno Porteño Horacio Rodríguez Larreta

· El 2,1% indica al diputado Facundo Manes.

Léase, los dos tercios que se manifiestan en favor de derrotar al kirchnerismo se dividen en dos: un tercio se inclina por Juntos por el Cambio (con marcada inclinación por Bullrich), mientras que el otro tercio se recorta por La Libertad Avanza, en la figura determinante de Javier Milei.

El derretimiento

¿Dónde se diluye este esquema de tercios? En la coyuntura más actual de la Argentina.

El tercio oficialista tiene riesgos de derretirse porque Cristina Kirchner ha ratificado que no va a ser candidata. Con lo cual, desaparece de la ecuación la figura excluyente del oficialismo. El resto, como se vio, sólo registra un dígito en el consenso del electorado oficialista. Nadie aglutina allí como ella.

El tercio de Juntos por el Cambio también ve tambalear la figura de Bullrich. Hasta la semana pasada, la ex presidenta del PRO venía exhibiendo una pátina anticorrosiva en su actuación pública porque estaba exenta de una de las sustancias más corrosivas de la política: el ejercicio del poder. Sin embargo, hace unos días tuvo que inclinarse por uno (y sólo uno) de sus socios como precandidato a gobernador de Buenos Aires. Eligió a Néstor Grindetti, intendente de Lanús. Y dejó en la estacada a Cristian Ritondo (alfil de la ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal), a Javier Iguacel, ex titular de Vialidad (uno de los impulsores de la causa en la que fue condenada Cristina); y a Joaquín de la Torre, ex intendente de San Miguel. De todos ellos, sólo De la Torre ratificó su apoyo a Bullrich y redobló la apuesta pidiéndole a Rodríguez Larreta que decline su postulación.

En contraste, el jefe de Gobierno porteño salió con su ambulancia política (más veloz que las del SAME) a recoger los heridos del bullrichismo. El primer teléfono que tecleó fue el de Ritondo.

La de Juntos por el Cambio, entonces, será una definición entre “imagen vs. estructura” en las PASO. Si pesa más la segunda y el candidato presidencial es el moderado Rodríguez Larreta y no la extrema Bullrrich, ese tercio también va comenzar a desestructurarse.

Finalmente, el tercio de los libertarios es un paradigma que ha comenzado a ser fisurado por las preguntas que no encuentran respuestas. Las elecciones provinciales ya celebradas han sembrado incendias dudas. No tanto sobre la performance electoral de Javier Milei, por cuando las dinámicas electorales provinciales son distintas que las nacionales. De lo contrario, no se hubiera producido una estampida de gobernadores desesperados en 2022 por desacoplar los comicios locales de los federales. Las incógnitas pasan por cuán “enemigo” de “la casta” verdaderamente es Milei: en La Ríoja su candidato fue Martín Menem, sobrino del ex presidente Carlos Saúl Menem.

Sobre llovido mojado, Milei escogió como compañera de fórmula a la diputada Victoria Villarruel, cuya principal bandera es derogar la ley que permite la interrupción voluntaria del embarazo en la Argentina. Más antiliberal no se consigue.

Espacios y conclusiones

Hay tercios cuando el escenario se segmenta por candidatos. Por el contrario, cuando el corte es por partidos o frentes, el escenario es de “cuartos”, según la encuesta de Giacobbe. “¿Por cuál de estos espacios vas a votar?”, indagó el consultor:

· El 28,5% lo hará por Juntos por el Cambio.

· El 27,8% por el Frente de Todos.

· El 23,9% por los libertarios.

· El 12,5% se declara indeciso.

· El 3,1% por el peronismo no “K”.

· El 1% por la izquierda.

· El 2,9% votará en blanco.

Hay un puñado de conclusiones alrededor del escenario de tercios que esboza Cristina.

Por un lado, se aclara que su decisión de no competir no se debe a una proscripción (no hay tal cosa en este caso), sino a las dudosas posibilidades de que el oficialismo triunfe. Por otro lado, su decisión de no competir, ahora que el oficialismo la necesita, es lo que más debilita a su propio espacio.

En tercer término: no importan sus esfuerzos por desmarcarse del Gobierno, ella es corresponsable del mal momento del peronismo en la opinión pública. Lo confirma el carácter rutilante de su figura.

En cuarta posición: tampoco es clara la suerte futura de Juntos por el Cambio y de los “libertarios”. La PASO será trascendente al respecto. Y sobre todo, definitoria.

Finalmente: este escenario abierto es una buena noticia, porque ratifica que la decisión está en manos de los argentinos. Como alentaba el señero politólogo Robert Dahl, donde hay incertidumbre electoral, hay democracia.

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