Una jueza otorgó en adopción a un hombre de 38 años

Una jueza otorgó en adopción a un hombre de 38 años

Con citas e imágenes de Van Gogh, la magistrada tomó la decisión en favor de una persona que fue criada por una pareja de artistas en los Valles.

Una jueza otorgó en adopción a un hombre de 38 años

Un artista que desde adolescente decidió vivir con una pareja de hombres a la que conoció en los valles solicitó ser considerado legalmente como su hijo y además cambiar tanto su nombre como su apellido, a lo que la Justicia accedió en un fallo que, además de estar respaldado por disposiciones legales, hace referencia a cuestiones culturales vinculadas íntimamente con el peticionante.

El hombre tiene actualmente 38 años pero desde joven, a los 19 años, comenzó a vincularse con una pareja de artesanos en los valles, de dónde también es él, aunque de otra localidad. Según se lee en la resolución, “siendo un adolescente próximo a adquirir la mayoría de edad, optó por quedarse con ellos, elección que renueva día a día”. Durante el proceso, quienes pasarían a ser sus padres “afirman que, de su parte, recibió afecto filial y que como consecuencia de eso fue cuidado como un hijo, educado como un hijo, con coberturas médicas como un hijo y en la comunidad se lo reconoce como padres e hijo”.

El muchacho aseguró además que desde hacía años no tenía contacto con sus verdaderos progenitores, que sabía que su padre había fallecido, que desconocía el paradero de su madre y que casi no tenía contacto con sus once hermanos.

En la resolución, los adoptantes explican que “el joven llegó a su vida casi a sus 19 años, y cuando plantea la adopción es por el sentido de pertenencia, se identifica con nosotros, con nuestras amistades, es todo en conjunto (sic). Asimismo, expresan que le produce orgullo que él forme parte de sus vidas y que quiera llevar sus apellidos como familia padres e hijo”. Al momento de dar a conocer sus razones, el peticionante explicó que “desde hace muchísimo que tiene la intención de iniciar el proceso de adopción, pero le dijeron que era lento y demoraba mucho (sic). Refiere que lo había hablado con sus padres. ‘Ellos querían adoptarme y yo también quise, es por parte de los tres. Sentimos que somos una familia, hace mucho estamos juntos. Nos consideramos una familia desde que empezamos a convivir, desde que tenía 19 años, ahora hace 20 años estamos juntos (sic)’”.

Tanto el hombre como quienes pasarían a ser sus padres mostraron una idolatría hacia el genial pintor neerlandés Vincent van Gogh por lo que a la hora de resolver la jueza Mariana Rey Galindo, titular del Juzgado de Familia y Sucesiones del Centro Judicial Monteros, incluyó en la resolución citas del genial artista: “¿Qué sería de la vida si no tuviéramos el valor de intentar cosas nuevas?” o “las pequeñas emociones son las grandes capitanas de nuestras vidas y las obedecemos sin saberlo”.

“Es preciso resaltar que el derecho a la identidad y el pluralismo, son la base que estructura todo el derecho filial que está consagrado como derechos humanos, pasando el derecho de familia a los derechos de las familias en plural”, dijo Rey Galindo.

Y sostuvo que “si hubiera que elegir algún factor determinante para la vinculación entre estas personas -y la vida emocional futura-, sin duda, entre los más importantes, estaría el tipo de apego afectivo que han desarrollado en el tiempo de su convivencia y el lugar simbólico que ocuparon en el esquema de su comunidad”. Y agregó: “queda acreditada la convivencia del peticionante con (sus futuros padres) desde que aquel tiene 19 años, vale decir aproximadamente 18 años”.

“Si bien tiene emplazamiento materno y paterno, y además, conoce quiénes son sus padres, no resulta menos importante que, durante más de 18 años los roles simbólicos de “padres” fueron ejercidos por (los futuros padres)”, indicó.

Y analizó: “Entiendo que la adopción plena otorgada en este pronunciamiento es la que mejor se acomoda a la realidad de los tres. Es decir, “pongamos en papel lo que la realidad nos muestra y demuestra””. Además Rey Galindo hizo lugar al pedido de cambio de nombre, adoptando uno nuevo y sumando el apellido de quienes desde ahora serán sus padres.

La jueza culminó su resolución diciendo: “A veces se cree que el derecho es abstracto. Algunas otras veces, se señala lo mismo del arte. Creo que nada es en términos absolutos. Aunque parezca dos disciplinas completamente diferentes, el arte de Vincent Van Gogh y el arte del derecho comparten algo en común: la capacidad de interpretar y plasmar la complejidad del mundo que nos rodea. Así como Van Gogh sacó el color y la forma para expresar su visión del universo, los juristas se sirven de las palabras y la lógica para interpretar y aplicar las leyes que rigen nuestra sociedad. Ambas disciplinas requieren creatividad, habilidad y un conocimiento profundo de la realidad en la que se desenvuelven. En estas biografías, la letra de Vincent Van Gogh y la letra del derecho pueden ser considerados como dos formas de arte igualmente valiosas y necesarias para coronar con legalidad lo que fuera un sueño de vida”.

Rey Galindo, dejando de lado la fría sentencia, redactó de puño y letra fundamentos de su decisión y se los envió con una postal a los miembros de la nueva familia, ilustrada con obras del genial Van Gogh.

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