La ruleta de los DT gira a un ritmo enloquecedor

La ruleta de los DT gira a un ritmo enloquecedor

La ruleta de los DT gira a un ritmo enloquecedor

Solo unas semanas atrás Ricardo Zielinski no fue contratado por Independiente porque Fabián Doman, que todavía era el presidente, dijo que lo asustaron “los números” (del contrato).

Un conocedor del mundo hoy convulsionado de Independiente me dijo que, más que el contrato, lo que asustó a Doman fueron algunas banderas críticas hacia Zielinski en el último partido de Copa Argentina. “Zielinski = Falcioni”, decía una de las banderas, aludiendo al juego algo más conservador que caracteriza a ambos técnicos, supuestamente enfrentado con algún estilo histórico de Independiente. Se fue Doman y, tres semanas después, no hubo contrato ni banderas que asustaran a Néstor Grindetti, que asumió la presidencia interina tras pedir licencia como intendente de Lanús y, supuestamente, también en su campaña como precandidato de Juntos por el Cambio a gobernar la Provincia de Buenos Aires, para las elecciones de octubre próximo (increíble que el club sea más importante que el cargo político. ¿O acaso el club ayuda al proyecto político?).  

“Pasaron 30 años y seguimos discutiendo sobre si uno es defensivo o no. Es una discusión ridícula”, cortó el debate de estilos Zielinski, en su conferencia-presentación del viernes pasado, 48 horas antes del clásico de hoy contra Racing. El debate sobre los estilos en el fútbol siempre puede ser fascinante, pero también, por momentos, algo infantil, especialmente cuando las diferencias entran en el terreno personal. Más aún, el debate suele agotarse cuando llegan los resultados. “El que gana -dijo una vez el “Maestro” uruguayo Oscar Tabárez- tiene la razón”. Suena algo brutal.

Pero sucede. ¿O acaso Zielinski no lograría casi un monumento si hoy, en medio de tamaña crisis, le gana a Racing? Y, si eso sucediera, ¿no cambiaría la crisis de escenario, para mudarse a Racing y afectar a Fernando Gago, considerado por muchos como el DT revelación en estos últimos años de fútbol argentino? En apenas 10 fechas ya hubo ocho técnicos despedidos. Ocho en diez fechas. Sí, incluido Hugo Ibarra, reemplazado por Jorge Almirón. Ibarra fue el fin del proyecto de Juan Roman Riquelme “made in Boca”, técnicos de la casa.  

Ningún proyecto asegura el éxito y, además, las presiones son cada vez mayores. Sucede en la Argentina, pero también en una Liga supuestamente mucho más seria como la Premier League inglesa, que ya sufrió 12 despidos, una cifra sorprendente para un fútbol tradicionalmente más tolerante, más respetuoso de los ciclos. Los dineros que se manejan en la Premier, aun los clubes más pequeños, son cada vez mayores. También crecen las presiones. Una cosa va de la mano de otra. Chelsea, el club que más dinero gastó en 2022-23, echó a Graham Potter después de apenas siete meses. Hizo volver de modo interino a un ex ídolo que pudiera resistir mejor la presión (Frank Lampard). Ayer, en su casa, Chelsea recibió una lección de fútbol de Brighton, que le ganó 2-1, y que tiene mucho menos dinero, pero mejor proyecto. Chelsea juega el martes contra Real Madrid. Le quedan pocas chances de sobrevida en la Champions. Si cae, como indica la lógica, tampoco Lampard aguantará la presión.  

¿Y no era Flamengo el mejor equipo sudamericano? El último fin de semana fue goleado 4-1 por Fluminense, rival clásico. Despido del DT Vitor Pereira, que duró menos de cinco meses. Flamengo ya anunció oficialmente a Jorge Sampaoli, que venía de sufrir despido de Sevilla. El fútbol es una gran ruleta.

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