Cuál es la mejor hora para ir a dormir según los expertos

Los seres humanos pasamos, en promedio, un tercio de nuestra vida durmiendo. Y aunque en la actualidad hay más conciencia sobre la importancia del sueño, seguimos con la percepción de que dormir es una pérdida de tiempo, que nos hace improductivos, o que es de perezosos. Además, el estrés y la tecnología nos siguen restando horas de descanso reparador.

¿Por qué es tan importante dormir bien? ¿Cuál es la hora ideal para irse a la cama? ¿Es posible recuperar el sueño perdido? Estas y otras dudas surgen cada vez que se celebra el Día Mundial del Sueño. La conmemoración, que fue ayer, tiene la finalidad de sensibilizar a la población acerca de la importancia de descansar bien.

El lema para este año es: “El sueño es esencial para la salud”, remarca Santiago Assaf, médico a cargo de la Unidad de la Epilepsia y Trastornos de Sueño del hospital Nicolás Avellaneda. “Dormir no es sólo para descansar. Durante el sueño se desencadenan una serie de mecanismos a nivel endocrinológico y cardiovascular fundamentales para el organismo”, explicó. Por lo tanto, la falta de sueño puede ocasionar serios problemas metabólicos, cardiovasculares e inmunitarios, entre otros.

¿Hay una hora ideal para ir a la cama? Algunas investigaciones han determinado que irse a dormir entre 22 y las 23 es lo ideal porque es el momento en el que la temperatura de nuestro cuerpo disminuye, así como los niveles de cortisol, la hormona del estrés.

Según aclaró Assaf, cada persona tiene sus propios ritmo y patrones de sueño, y por lo tanto no existe una hora universal para acostarse. No obstante, aclaró: “el organismo está diseñado para irse a dormir cuando se apaga la luz, porque justamente cuando eso ocurre se acelera la producción de la hormona del sueño, que es la melatonina”.

Por otro lado, señala el médico, la mejor hora para ir a dormir es aquella que se logra con una rutina en la cual se respete el horario de acostarse y levantarse. Tal vez un buen parámetro es decir que ese horario sea de siete a ocho horas antes de que necesite despertarse por la mañana. La regularidad es la clave, insiste.

¿La recomendación de las ocho horas diarias de sueño sigue vigente?, le preguntamos. “Es una cuestión compleja, porque los seres humanos no somos iguales. Hay personas que necesitan dormir más de ocho horas para tener buena salud y rendimiento, y otras que necesitan menos. En promedio diría que la mayoría necesitamos dormir entre siete y ocho horas diarias”, respondió.

En general, podría decirse que si una persona tiene un nivel de rendimiento pleno, un estado anímico bueno con las horas que duerme, no hay por qué preocuparse por el sueño. “No es sólo la cantidad de horas, también hay que ver el tipo de sueño y sus etapas, si es superficial o profundo”, explicó. Y aclaró que es necesario buscar ayuda cuando no estamos durmiendo bien y eso nos genera mucho cansancio o cuando hay distintas patologías asociadas (sobrepeso, obesidad, hipertensión, etcétera). Existen estudios que se hacen en Tucumán para investigar la calidad del sueño en las personas”, precisó.

¿Se recupera el sueño?

El sueño perdido ya no se recupera, aunque sí podemos descansar un poco más los fines de semana o a la siesta, remarca Assaf, quien se mostró preocupado por la cantidad de personas que se automedican en la actualidad para poder dormir mejor. “La medicación genera dependencia y no es inocua para el organismo. Debe estar indicada por un profesional de la salud en casos específicos y por un tiempo determinado, aunque lo ideal es buscar cuál es la causa del mal sueño y tratarla”, apuntó.

Según el profesional, hoy se están viendo cada vez más problemas de sueño, la gente duerme menos y eso ocurre porque las personas sufren ansiedad y más estrés a causa de la crisis actual, los problemas económicos, de trabajo y sociales. Además de las preocupaciones, otra cosa que cada vez más nos quita el sueño es la tecnología. “La luz de las pantallas inhibe la producción de la melatonina y por lo tanto afecta el proceso del sueño”, resaltó.

Recientemente el Programa de Estudios de Opinión Pública de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad Abierta Interamericana, realizó una encuesta para saber cómo perciben y qué costumbres tienen los argentinos a la hora de dormir. El resultado es más que preocupante: cuatro de cada 10 personas tienen problemas para dormir correctamente.

La mayoría de los encuestados aseguró que se va a dormir después de la medianoche (52,7%), mientras que el 42,9% lo hace entre las 22 y las 0. Además, un 73,8% manifestó que se despierta durante la noche. Cuando se les preguntó cuántas horas duermen en promedio, el 57,8% dijo que lo hace entre 6 y 8.

“Tendemos a acostarnos un poco tarde por nuestros hábitos sociales, pero es algo que deberíamos modificar”, advirtió en el marco del Día Mundial del Sueño la reconocida neurofisióloga Ana Teijeira Azcona.

“En los últimos años, la utilización de los dispositivos electrónicos antes de dormir se ha vuelto uno de los mayores problemas para lograr conciliar el sueño”, expresó Pablo López, psicólogo y coordinador del programa de tratamiento insomnio de INECO (Instituto de Neurología Cognitiva).

Los efectos que pueden generarse por no dormir bien son variados, pero entre ellos se encuentran: somnolencia, sensación de fatiga, problemas de memoria y concentración, cambios en el estado de ánimo, desgano y menor productividad, y más irritabilidad, describió. Y recomendó: “para poder optimizar el tiempo de descanso nocturno se aconseja generar una rutina antes de acostarse, para que el organismo pueda acostumbrarse a un horario, incorporando hábitos que le marquen la llegada del momento de iniciar el sueño y lo predispongan para ello. Es clave, para poder dormir bien, que establezcamos horarios regulares para acostarnos y para levantarnos”.