Ser tucumano es hermoso, pero sería mal negocio

Ser tucumano es hermoso, pero sería mal negocio

Por donde se busque, ser tucumano es hermoso. Por la gloria de nuestras batallas que en 1812 le torcieron el brazo a las fuerzas realistas y también al destino. Por los paisajes de los cerros y de los valles. Porque aquí se declaró la Independencia y porque de aquí es Juan Bautista Alberdi, el hombre que sentó por escrito “Las Bases” de nuestro contrato social, que es la Constitución de la Nación. Por sus comidas típicas, sandwich de milanesa incluido. Por la solidaridad que hay entre tanta buena gente. Por nuestro histórico acervo artístico y cultural. Porque aquí, mucho antes que en muchas partes, se supo lo que era la industria. Por las industriosas universidades, que son una fábrica de progreso social. Porque la de Tucumán es una historia de insistir y persistir: no funcionó Ibatín, entonces probamos con otra fundación, pero no claudicamos. Y así sucesivamente a lo largo de los siglos y las generaciones.

Ser tucumano es hermoso pero, eso sí, no estaría siendo buen negocio. Un primer indicio (para hablar de cuestiones que hacen a la más neta actualidad) se encuentra en el último informe sobre inflación que ha dado en conocer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). Es decir, se trata de un documento oficial, no de una denuncia de la oposición ni de la proyección de una consultora. Allí figura que la inflación acumulada de nuestro Noroeste, en lo que va de este año, es la más alta en comparación con el resto de las regiones argentinas.

· La Patagonia tiene el índice más bajo: de la suma de enero y febrero arroja un 12%.

· Sigue la región pampeana, con 12,8%.

· Después viene el Gran Buenos Aires, con el 13,1%. Coincide con el promedio general para el país.

· Luego aparece Cuyo, con el 13,5%

· Más arriba está el Noreste (el NEA), con 13,8%.

· En lo más alto se encuentra el NOA con el 14,1%.

El agravante consiste en que, cuando se revisa cada uno de los elementos que componen el índice general de inflación, surge que hay un rubro en particular en el cual también somos imbatibles. Y es, lamentablemente, el peor de los ítems. En la categoría “Alimentos y bebidas no alcohólicas”, el NOA constituye la vanguardia argentina de la inflación.

· La Patagonia, otra vez, es la menos afectada: 14,1% es el acumulado de los dos primeros meses del año.

· Los pampeanos aparecen a continuación, con un 16,6%.

· El tercer puesto, en este ítem, es para los vecinos del NEA: 17,1%.

· Más arriba quedó Gran Buenos Aires, con el 17,6%.

· Cuyo es el siguiente: 18,3%.

· Otra vez, a la cabeza del ranking, el NOA, con una cifra que enciende alarmas: 19,3%.

Léase: para quienes vivimos por aquí, proveernos de comida es casi un 20% más caro que cuando hacíamos las compras para las últimas fiestas de Navidad y de Año Nuevo.

Flotaciones

Estas dos situaciones se tornan particularmente sensibles en términos sociales. La inflación general, que al NOA le da 14,1%, es la que va “elevando” la línea de pobreza, que no es otra cosa sino el costo de la Canasta Familiar Básica. Suben los precios y también sube esa línea de flotación social, con lo cual cada vez más hogares argentinos quedan sumergidos en la pobreza porque los ingresos no se incrementan al mismo ritmo. Para el caso, en 2022, los salarios de los estatales, en promedio, subieron un 90% en el país; pero la inflación anual fue del 95%.

La inflación de los alimentos, en tanto, es la que “mueve” la línea de la indigencia. Dentro de la Canasta Familiar Básica se encuentra la canasta alimentaria, que contiene la cantidad mínima de alimentos que debe consumir una persona para garantizar su subsistencia. Cuando suben los precios de la comida, esa línea se eleva y cada vez más hogares se ahogan en la miseria.

Estas son las “Variaciones de febrero con respecto a diciembre de 2022” que se dieron a conocer oficialmente hace 48 horas en materia de Índices de Precios al Consumidor (IPC). El otro nombre con el que se conoce al IPC es el famoso “costo de vida”. Es decir, los indicadores exponen que en el NOA es más caro vivir, y alimentarse, en comparación con el resto de la Argentina.

Claro que los salteños podrán presumir de su desarrollo turístico y de su infraestructura caminera; y los santiagueños podrán sentirse orgullosos de su estadio único de fútbol o de su autódromo y su aeropuerto en Las Termas. Y los jujeños mostrarán su apuesta por la energía solar y por el “oro blanco” del litio. Y los catamarqueños expondrán su inversión en viviendas y en caminos… Y ahí es cuando (para hablar de cuestiones que hacen a la más neta actualidad), entre el costo de vida y las obras sobre las que se ciernen amenazas, ser tucumano comienza a lucir como una suerte de mal negocio.

Neutralizaciones

“Autopista Tucumán – Las Termas: reunión clave por un planteo de la contratista”, dice el título de LA GACETA.com de ayer. Hace referencia a que la empresa Conorvial SA presentó, el pasado jueves 9, una “solicitud de neutralización de obra” de la tan anunciada autovía.

La contratista detalla las situaciones que conspiran contra la realización del trabajo.

“Imposibilidad de acceso a la totalidad de la obra”, es la primera de las razones. Concretamente, informa que “a la fecha, aún no se cuenta con la liberación total de la zona de trabajo”. Y precisa que “en lo que hace a los terrenos de propiedad” de una empresa, no se cuenta con permisos de accesos. Es decir, hay tramos sobre los cuales se planifica poner una ruta que no son de propiedad pública aún, sino de propiedad privada.

“Proyectos de traslados de las interferencias”, es la segunda de las cuestiones consignadas por Conorvial SA. Dice, específicamente: “Se encuentran aún pendientes de aprobación los proyectos de traslados de las redes existentes de las firmas EDET SA y Gasnor SA”. O sea, no se puede construir una carretera por encima de la red de gas natural, ni en medio de las columnas del tendido eléctrico. Pero hay más: “trasladar” estas “interferencias” “significan importantes variaciones de costos respectos de los previstos en la Documentación Licitatoria, muy superior a lo que esta contratista tenía previsto contractualmente”.

“Falta de aprobación del proyecto ejecutivo del puente sobre el Río Salí”, es el tercer escollo que encuentra la contratista. En agosto de 2022 se presentó la nota N° 60 al respecto, pero no se ha realizado aún “los respectivos cálculos y verificaciones de las vigas pretensadas principales, que nos podrían marcar el inicio de las tareas de ese puente”.

“Falta de aprobación del proyecto ejecutivo del puente de la ruta provincial 306”, es el cuarto inconveniente. Esa obra fue presentada mediante “nota de pedido N° 4” el 20 de julio de 2022.

También se menciona la “Modificación de obra”, porque fueron encontradas “importantes deficiencias en el cómputo y presupuesto del contrato actual”. Hay ítems “con cantidades en exceso, así como en defecto”.

Aparece, también, una “diferencia de planimetría en intersección de la ruta provincial 306”.

A todos estos aspectos técnicos se suman “aspectos financieros y económicos que afectan sensiblemente la ecuación” de los costos de la obra. Al respecto se mencionen “pedidos formulados de pago de mayores gastos, debido al perjuicio resultante de no contar con la zona de camino liberado” que están “pendientes de resolución”.

Sigue la “Falta de correspondencia entre los índices aplicados para la actualización de precios y la variación de costos”. Es decir, se disparó la inflación. Y, como agravante, en esta parte del país no sólo es más caro comer y vivir, sino también construir.

Un tercer problema es la “Excavación para desagüe de canal”. El contrato prevé un volumen de 500 metros cúbicos. Sin embargo, “las mediciones topográficas realizadas indican que la excavación del canal representa por sí sola un volumen de 9.900 metros cúbicos adicionales”. Al no estar previstos, la empresa no podría certificar ni cobrar esos costos extra.

Sujetos

Respecto de este documento oficial (no se trata de una denuncia de la oposición ni de la proyección de una consultora) hay que separar el objeto de los sujetos. El objeto en cuestión es que se encaró una obra pública de enorme envergadura, profusamente anunciada y publicitada por las autoridades, sin que ni siquiera estuviera liberada la totalidad de la traza que la ampliación de la ruta 9, entre Tucumán y Las Termas, debe ocupar.

Los sujetos son varios. Dice la nota publicada por este diario que las autoridades de la Dirección Nacional de Vialidad mantendrán reuniones la semana que viene en Buenos Aires para evaluar el pedido de Conorvial SA. “Pero en principio nosotros entendemos que existen condiciones para dar continuidad a la obra”, sostuvo Jorge Correa, jefe del distrito Tucumán de la DNV. De ser así, Vialidad Nacional seguramente deberá pedirle explicaciones a la empresa.

A la vez, el Gobierno tucumano está pidiéndole explicaciones a la Dirección Nacional de Vialidad porque, probablemente, los tucumanos van a pedirle explicaciones al Gobierno. De hecho, el oficialismo provincial estaba tan convencido de que esa obra se haría que la anunció como si él mismo, y no la Nación, fueran a financiarla.

“La autovía Tucumán – Termas de Río Hondo será una realidad. Invertiremos 2.000 millones de pesos para mejorar la conectividad terrestre. Más obras para todos los tucumanos. Gobierno de Tucumán”, dice la publicidad de 17 segundos que se encuentra todavía disponible en la cuenta oficial “Gobierno de Tucumán” en la red social Facebook. Fue “subido” a esa red el 20 de noviembre de 2021…

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