Un golazo y a cobrar: el desahogo de Atlético Tucumán

Un golazo y a cobrar: el desahogo de Atlético Tucumán

En un partido luchado, Coronel hizo la diferencia en la red y el “decano” volvió a ganar después de 10 fechas, un triunfo merecido.

UNA LOCOMOTORA. Coronel se escapa ante la marca de Cabrera y Romero. El “37” de Atlético fue una pesadilla para los visitantes.  UNA LOCOMOTORA. Coronel se escapa ante la marca de Cabrera y Romero. El “37” de Atlético fue una pesadilla para los visitantes. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ

“Somos Tucumán”, rezaba un trapo que flameaba en la tribuna Laprida y los hinchas en los cuatro costados del “José Fierro” se desgarraban la garganta cantando la famosa canción que pide que los jugadores pongan lo que tienen que poner para ganar.

Tenía razón Lucas Pusineri cuando dijo, casi 24 horas antes del partido, que el estadio sería una caldera durante los 90 minutos. Se venía un partido bravo y el DT lo sabía.

Para colmo, pese al recibimiento, el griterío y toda la euforia, parecía que la noche empezaba cruzada por el penal que imaginó Ariel Penel, pero que anuló a instancias del VAR (luego de ver la jugada casi 10 veces). En fin, fue un piletazo de Andrés Chávez que le valió una amarilla y apenas un susto para los tucumanos.

González, Acosta, Kociubinski y Pereyra fue el medio campo que ideó Pusineri para batallar en la mitad de cancha. El rival contó con la jerarquía de Brahian Alemán, el sacrificio de Alejandro Cabrera y la entrega de Ramírez. La apuesta le salió bien a Pusineri: ganó en la pizarra y en el marcador.

Párrafo aparte para el duelo de la noche: Pereyra vs Alemán. El enfrentamiento entre los “10” valió la entrada que pagaron miles de “decanos”, fue un mano a mano imperdible que contó con lujos, chicanas y patadas. Ellos jugaron “su” partido personal, algo así como una continuación del que protagonizaron el 10 de julio del año pasado, cuando Atlético recibió la visita de Gimnasia (era la séptima fecha y ambos peleaban los primeros puestos de la tabla). Esa tarde se sacaron chispas los 90 minutos y el triunfo fue para el “decano” por los goles de Augusto Lotti y Ramiro Ruiz Rodríguez.

El choque de estilos entre la figura de ambos equipos es muy marcado. El de Montevideo cuenta con la típica garra de los charrúas, mientras que el de Paraná tiene un juego vistoso, de galera y bastón. Siempre la pelota bajo la suela. Se cruzaron tres veces en el primer tiempo.

Luego de una jugada a puro lujos entre Mateo Coronel y Pereyra, el uruguayo se acercó al “10” y le dijo de todo. El de Atlético sólo sonreía, como si ya supiera el final de la película. No se perdonaron ni una. Siempre disputaron la pelota al límite. Alemán también tuvo varias discusiones con Penel y hasta le gritó “estás pintado” aun asistente, pero ni recibió amarilla. Nada.

En el otro partido seguía ganando Atlético por el jugadón de Coronel, que dejó a tres en el camino con un quiebre de cintura y combinó con Acosta, que lo asistió con calidad para que el “37” bravo definiera por arriba de Facundo Cambeses. Pusineri sonreía en el banco, en las tribunas se vivía una fiesta. Por fin llegaba el alivio para cortar una racha de 10 partidos sin ganar.

Lucas Pusineri. Lucas Pusineri. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ

Pero no todo puede ser perfecto, Atlético falló otra vez en la definición y eso le puede salir caro. De todas maneras no quita que haya sido el mejor partido del torneo para ellos. Compacto en todas las líneas y con jugadores en gran nivel, algo muy similar a lo exhibido durante el torneo pasado. Tomás Marchiori brindó la seguridad que se espera de un arquero; con tres intervenciones claves demostró que el arco no le queda grande, para nada.

Nicolás Romero anuló a los delanteros rivales, en el medio Pereyra hizo jugar al equipo y arriba Coronel volvió loco al “taladro”.

El arranque furioso de la “Pusineta” el año pasado se dio justamente en la sexta fecha y en un trabajado 1-0 sobre Sarmiento. Esta vez, en Tucumán todos esperan que el triunfo ante Banfield sea el puntapié de lo bueno en 2023.

Último capítulo del otro partido: van 49 minutos del complemento, Pereyra la aguanta cerca del córner, lo marca Alemán, el de Atlético le tira un túnel, el uruguayo arrastra pierna y pelota, llega Francisco Di Franco a copar la parada y defender a “Guante”, que sonríe porque sabe que el tiempo juega a su favor y que otra vez le ganó el duelo personal al “10” rival, que se pelea con Penel, Di Franco y hasta con sus propios compañeros. Cuando el árbitro terminó el juego, el del “taladro” salió con las medias bajas y rengueando. Pereyra habló con la TV y se retiró aplaudido por los hinchas, que vivían la fiesta en las tribunas.

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