Un acusado de abuso pagará un resarcimiento que será destinado a una beba que nació fruto de una violación

Un joven que estaba siendo investigado por el delito de abuso sexual simple en reiteradas ocasiones contra su pareja deberá abonar un resarcimiento de $ 10.000 luego de que las partes se pusieran de acuerdo en llevar adelante la suspensión del juicio a prueba. Lo novedoso del fallo es que el dinero deberá ser destinado a una beba de 10 meses, que nada tiene que ver con el caso, pero que se encuentra en estado delicado en el Hospital de Niños, y que nació producto del abuso sexual que sufrió su madre. Así lo determinó la Justicia luego de acceder a todas las pruebas del caso y considerar que además de la compensación económica el acusado deberá seguir una serie de reglas durante un año, que incluye un tratamiento psicológico en la materia de violencia contra la mujer en el taller Género y Voz perteneciente al Observatorio de la Mujer que funciona dentro del Hospital Centro de Salud.

Luego de un análisis realizado por el equipo de coordinación de políticas reparatorias se resolvió que el acusado debía sostener reglas de conductas que se adapten a su realidad psicofísica y social. Ante esto su abogado Roberto José Vicic solicitó nuevamente, la suspensión de juicio a

prueba e informó que su defendido tenía 18 años, y que nunca había tenido conflicto con la ley. E indicó que ofrecía la la suma de $10.000 que serían destinados a una menor de edad cuyos datos serían brindados por la representante de la Defensoría de Niñez, Adolescencia y Capacidad Restringida (DNAyCR), Julieta Abaca Diambra, quien consideró que sería beneficioso para el presente caso. En ese sentido aseguró que “la DNAyCR no solo representa a menores que intervienen en causas del fuero penal, sino que al ser “multifuero”, también actúan en juicios del fuero civil, agregando que, en una causa radicada en el Juzgado de Familia, la Defensoría tiene la representación de una niña, en el rol principal, de diez meses de vida, que padece de múltiples afecciones a la salud, que se encuentra hospitalizada, y que había sido concebida por una madre adolescente víctima de abuso sexual, dato que interpretó no menor, toda vez que la presente causa se trata de un caso de abuso sexual, más allá de las claras diferencias entre ambos”. Advirtió también que la niña se encontraba en un grado de extrema vulnerabilidad, y que esos $10.000 serían de gran ayuda para continuar con los respectivos tratamientos”.

La representante del Ministerio Público Fiscal, Florencia Cocimano, también prestó conformidad con lo peticionado ya que el acusado no registraba suspensiones de juicio a prueba anteriores, ni poseía causas en trámite. Los padres de la víctima tampoco pusieron reparos al acuerdo ya que, dijeron, entre la víctima y el imputado había una relación “fluida y de familiaridad”.

Luego de esto, el juez Federico Moeykens explicó que este tipo de salidas alternativas son auspiciosas y recomendadas por el Comité de los Derechos del Niño y que bastaba con la compensación económica por un lado, y la realización de un tratamiento psicológico con perspectiva de género teniendo en cuenta además que el joven tiene una relación normal y fluida con la víctima, y no media oposición por parte de la misma y su familia. En cuanto a la reparación económica ofrecida, expresó que tendría una especial connotación por el destino de la misma, ya que en lugar de ir de manera genérica a una oficina de reparación del Ministerio Público Fiscal, esos $10.000 cubrirían las necesidades que surjan a partir de la internación de la bebé y su especial situación de vulnerabilidad. “Esto no solo serviría para atender las urgencias de esta niña, sino que también haría que el adolescente pueda reflexionar sobre la conducta que se le ha reprochado”, advirtió. Por ello hizo lugar a la suspensión del juicio a prueba, por lo que el investigado deberá abstenerse de utilizar estupefacientes y/o abusar de bebidas alcohólicas por el tiempo que dure el presente proceso; realizar cualquier acto turbatorio, de perturbación o intimidación hacia la víctima y hacer entrega de la suma de $10.000 en carácter de resarcimiento económico, además de someterse a tratamiento psicológico en la materia de violencia contra la mujer en el taller Género y Voz sobre adaptabilidad sexual, masculinidades sanas, perspectiva de género, visualización y reflexión en violencias, responsabilidad subjetiva, dimensión del daño, empatía, reparación simbólica y pronóstico (alejado de los abusos).