La discusión por la repitencia puso bajo la lupa los contenidos y el aprendizaje

La discusión por la repitencia puso bajo la lupa los contenidos y el aprendizaje

Especialistas en educación brindaron su mirada sobre una reforma que analiza la provincia de Buenos Aires y remarcaron la importancia de atacar los problemas de fondo

DEFINICION DE RIGAL. “La promoción pedagógica como medida aislada no soluciona la falta de adquisición de aprendizajes relevantes de los alumnos”  DEFINICION DE RIGAL. “La promoción pedagógica como medida aislada no soluciona la falta de adquisición de aprendizajes relevantes de los alumnos”

Los nuevos tiempos imponen nuevos desafíos y ante los constantes cambios que atraviesa la sociedad, el sistema educativo está permanentemente en debate. En esta oportunidad, la provincia de Buenos Aires puso en discusión una serie de reformas que le otorgarían a los estudiantes secundarios la posibilidad de avanzar de curso a pesar de tener materias adeudadas, incluso de los primeros tres años del nivel medio.

Así, por ejemplo, el proyecto que quedó en suspenso por parte del Consejo General de Educación plantea que en lugar de las trece materias tradicionales que tiene la secundaria, las asignaturas quedarían englobadas en ocho o nueve agrupamientos verticales, es decir, que atravesaran los seis años que dura el nivel.

De esta manera, los estudiantes podrían arrastrar agrupamientos -por ejemplo Matemática- pendientes de aprobación durante incluso los primeros tres años de secundaria. De acuerdo al sinfín de escenarios posibles que describe el documento, recién en cuarto año debería intensificar Matemática de primero y segundo, y sí recursar matemática de tercero.

Es decir, dentro de cada agrupamiento, se puede tener desaprobadas hasta dos materias. Con la tercera materia pendiente, se establece el recursado obligatorio pero solo de esa asignatura del año anterior.

La idea de dejar de lado la repitencia no es algo nuevo, incluso algunos países europeos abandonaron esta condición argumentando los efectos negativos que puede tener sobre los y las estudiantes.

El informe ‘Los regímenes de promoción de grado: Repitencia y promoción pedagógica en la educación primaria’ realizado por Juan Rigal en 2016 destacó que paulatinamente, los sistemas educativos del mundo van adoptando la promoción pedagógica, bien en los años iniciales de la educación básica o al interior de sus ciclos.

“En general estos cambios de régimen de promoción son aceptados, y hasta celebrados, por la comunidad académica –que reconoce los graves defectos de la retención de grado– pero encuentran resistencias tanto en las familias como en el cuerpo docente. En este sentido, desde el gobierno de la educación, es necesario emprender las acciones estratégicas necesarias para modificar las representaciones positivas de la repitencia. Al momento de la implementación de la promoción pedagógica, carecer de estrategias de acompañamiento, de apoyo y de actividades de refuerzo a los alumnos ‘en riesgo’ puede llevar a la vuelta a regímenes de retención de grado en breve plazo, como ha ocurrido en diversos países de América Latina. La progresión automática sin el acompañamiento suficiente de los niños con dificultades puede redundar en que los alumnos transiten a través del sistema hasta el punto en que se modifica el régimen hacia uno de repitencia (en general hacia el fin de un ciclo o del nivel), donde se forma un cuello de botella debido a que un porcentaje importante de alumnos repiten una o más veces y eventualmente abandonan. Es claro que la promoción pedagógica como medida aislada no soluciona la falta de adquisición de aprendizajes relevantes de los alumnos, sin embargo, modificar una práctica nociva como la repitencia implica un avance hacia una ‘buena (o mejor) práctica’”, destacó.

En relación a esto, el secretario de Bienestar Educativo de Tucumán, Marcelo Romero, puso de manifiesto la postura de las autoridades educativas y destacó la creencia en la evaluación como parte del proceso educativo y remarcó las dificultades “de promocionar a un alumno si no tiene las condiciones”.

“Hay otras formas de trabajar para generar inclusión dentro de la escuela y que el alumno no deje. También consideramos que hay otros factores que generan la deserción escolar, como lo es el factor social y otros indicativos y también a partir de la educación no formal y el trabajo de escuela de adultos se abre un espacio para los que no han terminado la secundaria”, dijo el funcionario provincial.

Y agregó: “El ministro Juan Pablo Lichtmajer ha creado, al principio de su gestión, la Dirección de Calidad Educativa que tiene que ver con la evaluación, la formación docente, y justamente la formación docente impacta en el aula y esto tiene que ver de alguna manera con la evaluación”.

Cambiar el paradigma

En diálogo con LA GACETA, la ex ministra de Educación Silvia Rojkés de Temkin aseguró que el sistema educativo necesita reformas urgentes para brindarle a la ciudadanía una escuela que responda a las necesidades e intereses de estos tiempos. Pero, además remarcó la importancia de “dejar de hablar de repitencia y repitentes” para hablar de aprendizajes. “Hablando así pareciera que mientras más repitentes hay, nuestros jóvenes no quieren estudiar. Y es como ponerles un rótulo a los chicos. Lo mismo sucede con la deserción, son dos conceptos que deben revisarse de forma urgente”, expresó.

En esta misma línea, Rojkés de Temkin sostuvo que el mecanismo de la repitencia se asemeja a “pagar una deuda dos veces” y esto tampoco garantiza un mayor aprendizaje, “La repitencia sí implica que ese joven tenga un quiebre en su trayectoria y esas implicancias no se miden. Como educadora debo pararme en lo que los chicos saben y en lo que no saben ver de qué manera podemos hacer para que se interesen en estos temas. Para que los chicos aprendan hacen falta muchas condiciones, no solo que las escuelas estén abiertas”, lanzó.

La exigencia

Flavio Buccino, referente de la organización Argentinos por la Educación, consideró negativa la reforma propuesta en Buenos Aires porque “plantea que el problema es la exigencia de las escuelas” en los estudiantes, cuando en realidad la problemática central está en la oferta educativa poco cautivante para los tiempos actuales. “Hoy, la escuela secundaria no responde al momento histórico ni a las subjetividades de los jóvenes porque la escuela está pensada sobre la base de chicos que ya no existen generacionalmente”, dijo el referente.

A partir de datos propios de la organización, el profesional trazó un balance alarmante porque señaló que un 50% de los jóvenes no terminan el secundario, mientras que un 16% lo culmina en tiempo y forma con los aprendizajes actuales, mientras que un 34% lo termina adeudando materias o repitiendo cursos.

“Es decir, en el país tenemos un 84% de jóvenes que no terminan el secundario o lo terminan mal sin saber todos los contenidos”. Ante está radiografía del contexto nacional, el docente puntualizó su idea de que flexibilizar el número de materias para llegar al último año de cursado “no puede servir de mucho si no se evalúa previamente los contenidos que reciben los estudiantes”.

El problema de fondo

Para Susana Montaldo, presidenta del Colegio de Pedagogos y ex titular del Ministerio de Educación de Tucumán, en este tema resulta crucial entender que el problema es que hay jóvenes que no aprenden y en ese esquema “la repitencia es una consecuencia del problema de fondo”.

“Las respuestas que debemos buscar deben tender a que los chicos y las chicas aprendan y en la medida que eso se logre no habrá repitencia. Por eso hay que buscar una verdadera solución para la raíz del problema y no atacar solo la consecuencia”, afirmó. Más allá de considerar que Argentina lleva mucho tiempo sin modificar el sistema, Montaldo remarcó que todavía se está a tiempo de cambiar un “modelo obsoleto”.

“Tenemos que tener proyectos de políticas educativas para tener en claro a dónde queremos ir. Además, la violencia, el consumo, los chicos que se van del país y demás circunstancias que vemos a diario nos tienen que hacer tomar conciencia de que debemos darle un mensaje diferente a los chicos”, acentuó.

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