Atlético Tucumán: Se activa la usina de cracks

“En 2006 tuve la primera experiencia como coordinador deportivo en Atlético. En esa época empezamos a apuntalar el trabajo con los niños. Armamos un segundo bloque, empezamos a participar de torneos nacionales, el apoyo de la comisión directiva fue creciendo y en esa época aparece la categoría 2001, que fue extraordinaria ganando todo lo que jugaba. Contaba con jugadores como Tomás Cuello, Jonás Romero y Kevin Isa Luna, entre otros. Una camada excelente”, dice Víctor Hugo Jiménez, el ex zaguero central de los “decanos” que sigue ligado a Atlético, ahora como Coordinador de la Escuelita de Fútbol.

Hoy Atlético tiene seis equipos por categoría, es decir, cerca de 800 niños, y según cuenta Jiménez casi todos pasan a Inferiores cuando llegan a la edad apropiada. “Abrimos el anexo Atlético Norte que funciona en Lomas de Tafí. Y participamos de la ‘mesa chica’ del fútbol Nacional jugando más 15 torneos cada año. El mayor logro deportivo está en las categorías 2010, 2011 y 2012, ya que los selectivos juegan el torneo Pre AFA”, remarcó en dialogo con LG Deportiva luego de la última jornada de pruebas de la categoría 2010, en el complejo José Salmoiraghi.

Vale aclarar que durante este año las categorías infantiles van desde la 2009 a la 2012; desde la categoría 2013 a la 2015 son Cebollitas; mientras que 2016 y 2017 son “Los Chupetones”. Esta última división no participa en torneos de la Liga, solamente disputan partidos amistosos y campeonatos preparativos.

Las pruebas de chicos que se realizó durante la primera semana de enero fue todo un éxito. Cada día fueron alrededor de 300 y 400 niños que se probaron con la ilusión de pasar varios filtros, hasta ser uno de los 15 (número aproximado, depende de los cupos en cada categoría) que finalmente se sumarán al “decano”.

Desde ya que el lugar que ocupa Atlético desde hace varios años a nivel nacional atrae a los talentos de todo el norte argentino; por eso a las pruebas llegaron niños desde Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero, también de diversos puntos del interior de la provincia.

Aunque su trabajo sea silencioso y alejado de los flashes, Jiménez le dedica mucho tiempo a esta pasión que tiene por el fútbol. “A mi función como coordinador deportivo le dedico las 24 horas, los siete días de la semana. Voy todos los días de 18 a 22 y trato de cubrir la mayor cantidad de partidos el fin de semana. Siempre hay algo que hacer, siempre hay algo que atender y las reuniones con Carlos Aguirre (directivo a cargo de la escuela) son permanentes, sin horario cuando tenemos que organizar viajes, campeonatos o cualquier tema que necesite nuestra atención”, aclara y anticipa que tiene el respaldo de su familia para sus actividades.

Los Jiménez viven para el deporte. Daniela, esposa de Víctor Hugo, es profesora de Educación Física y jugadora de voley, y sus hijos no se quedan atrás. Sahira sigue los pasos de su mamá; mientras Santiago y Joaquín juegan al fútbol.

“En lo deportivo mi objetivo es estar en el día a día acompañando a los niños en su formación personal y deportiva. Nada ni nadie puede garantizar que serán jugadores de fútbol. El camino es largo, duro y muy difícil para llegar, pero la formación como persona es más fácil ya que tenés que trabajar todos los días... No podés dejar nada para mañana”, advirtió. Tan mal no le va en su trabajo, porque varios futbolistas (ver De la cantera) surgidos de la Escuelita o de las Inferiores de Atlético, juegan en Primera división y cada vez son más. Es un trabajo que tarda en entregar resultados, pero siempre llegan y están a la vista.