Desafíos en el año electoral: Las dos caras de la economía

Desafíos en el año electoral: Las dos caras de la economía

La dinámica de las variables económicas han mostrado cierta recuperación al cierre de 2022. Sin embargo, como el retrato de Dorian Gray, la política económica muestra imperfecciones que pueden modificar el cuadro en este período, según GMA Capital.

El trayecto de Sergio Massa por el Ministerio de Economía podría evocar el recuerdo de Dorian Gray, quien parecía siempre joven y perfecto. La inflación logró descender del 7,4% en julio hasta perforar el 5% en noviembre, la brecha cambiaria dejó atrás aquel angustiante 160% y el Banco Central (BCRA) reforzó su stock de reservas netas, enumera GMA Capital en su reporte semanal. Empleando un poco de ortodoxia, dosis de heterodoxia y alquimias contables se cumplieron las metas con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En el plano financiero, los bonos escalaron 85% en dólares y las acciones se dispararon más del 100%. Sin embargo, en las antípodas de lo que aparentaba el personaje, advierte GMA, el retrato de Gray en la novela de Oscar Wilde reflejaba su estado real. El peso del tiempo y las imperfecciones brotaban de la pintura escondida. Estas falencias también se hacen notar en la dinámica de algunas variables económicas. Las flaquezas del “Plan Llegar” y sus riesgos conviven entre nosotros. ¿Cuáles son los desarrollos más recientes? El diagnóstico elaborado por los economistas de la firma Nery Persichini y Santiago Franco pone el foco en las siguientes:

La inflación se recalienta

La primera grieta en el retrato de la economía se relaciona con el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Lo que sucedió en noviembre y diciembre en materia de precios, con aumentos de 4,9% y 5,1%, parece haber sido más la excepción que la regla. Según GMA, la desaceleración nominal estuvo muy vinculada a la dinámica de la carne. Producto de la sequía y el aumento de la faena, los precios estuvieron casi congelados y rezagados frente a otros rubros. En enero, los precios avanzarían un 5,5%. “Dada la evolución de las variables nominales, parece cada vez más improbable que la inflación rompa hacia abajo la barrera del 4% para abril, un objetivo planteado por Massa”, observa la consultora. Ni siquiera apelando a los controles de precios (sin tener en cuenta las distorsionen que generan) se podría mitigar la nominalidad.

No cede la brecha

Otra mancha que arruina la pintura del Gray criollo es la dinámica cambiaria. Todos los esfuerzos del Central y de Economía (a través de recompra de deuda en dólares, marchas y contramarchas con la tasa, etc.) el spread entre en el tipo de cambio oficial y las cotizaciones financieras no cede. Sigue navegando entre el 90% y el 100%, una cota superior al promedio desde fines de 2019, advierte GMA. El tipo de cambio libre funciona como una de las válvulas de ajuste de los desequilibrios que acumula la macroeconomía y que se ocultan debajo de la alfombra. En tanto no se desaceleren los motores de emisión ni se siga endureciendo el cepo, la presión sobre la brecha será una constante.

Escasean los dólares

Otra de las grietas que aparecen en la gestión de la política económica se vincula al frente externo.

Después de la fiesta del “dólar soja”, el inicio de 2023 trajo una resaca visible en la oferta de divisas, puntualiza la consultora. Durante el mesa pasado ingresaron U$S 928 millones de la agroexportación. “Si ajustamos por la inflación estadounidense, se trata de la menor cifra de todos los eneros de los que se tenga registro”, acota. Si bien la sequía tuvo que ver, esto se debe mayormente al cambio de incentivos inducido por el tipo de cambio diferencial. No solo por un adelantamiento en las ventas, sino porque ahora nadie estaría dispuesto a liquidar hasta que no se ofrezca otro “dólar soja”. Casi con certeza, no habrá dos sin tres, anticipa GMA Capital. Sin oferta de dólares suficiente por parte del campo, el BCRA necesariamente cierra siempre sus jornadas como vendedor neto de divisas. Para tomar magnitud, la entidad monetaria terminó enero con ventas netas por U$S 189 millones, tratándose así del peor registro para un enero desde 2014.

La actividad se enfría

Las restricciones cambiarias no solo impactan negativamente sobre la brecha, sino también sobre el nivel de actividad. Vale tener en consideración que cerca del 70% de las importaciones se vinculan a bienes de capital e insumos. Es decir, cualquier traba para las compras al exterior repercutirá necesariamente en el nivel producto. Esto se reflejó en los últimos datos de actividad, que se contrajo en noviembre por tercer mes consecutivo. Otra de las imperfecciones que aparece en el retrato de Dorian Gray, finaliza GMA Capital.

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