Marta Minujín se casó a los 80 años con “la eternidad” en el arte

Marta Minujín se casó a los 80 años con “la eternidad” en el arte

La artista más popular del país y sus icónicas obras, a lo largo de una trayectoria desde la década del 60. Reconocimiento internacional y premios. Comenzó en París y continuó en el Instituto Di Tella. Esculturas

“EL OBELISCO DE PAN DULCE”. Más de 30 metros de altura tenía la obra en 1979.  “EL OBELISCO DE PAN DULCE”. Más de 30 metros de altura tenía la obra en 1979.

A sus 80 años, Marta Minujín se casó el martes a la noche “con la eternidad”, luego que lo hiciera con el arte cuando cumplió 70 y adelantó que no quiere vivir toda esta década sino desaparecer.

En los 60 realizó su primer happening destruyendo sus obras en París, y desde entonces comprendió que el arte es acción, por sobre muchas otras cosas.

El happening y la instalación (que se llamaba entonces ambientación) fueron sus herramientas artísticas para hablar de la comunicación, de los colores, del trabajo, de lo cotidiano, como un colchón, panes, libros.

Es poco lo que no se escribió sobre ella, la artista más popular de la Argentina que se adelantó a su tiempo con históricos trabajos como “La Menesunda” o el “Batacazo” y sus partenones, tanto en el país, y más recientemente en la Documenta de Kassel (2017). En 1979 montó una estructura de 30 metros de altura, “El Obelisco de Pan Dulce”, con alrededor de 10.000 piezas, que fueron consumidas por el ávido público a los pocos días. Luego construyó en la Avenida 9 de Julio “El Partenón de Libros” con 20.000 unidades que habían sido prohibidas y censuradas durante la dictadura. En forma de “Big Ben acostado” la instaló en este milenio en Manchester.

Con Andy Warhol trabajó en 1985 “El pago de la deuda externa con choclos, el oro Latinoamericano”, que era una serie de fotografías en la famosa Factoría, Nueva York, con maíz en el piso de la entrada.

Valoraciones

“La obra más importante a nivel estético fue ‘La Menesunda’ (1965), pero a nivel humanístico fueron los dos partenones. Como escándalo en los diarios empecé a salir en 1964 cuando hice el happening con el helicóptero que salió en todos los diarios del mundo al igual que el Partenón de la democracia. Todo esto me hizo ícono aunque yo no quisiera”, declara en un video homenaje que le hizo Cultura de la Nación y que se difunde desde el domingo.

Como es su costumbre, con el overol o mameluco puesto, la artista responde y explica su compromiso con el arte desde la infancia; y no deja de crear atractivos títulos.

Entre flashes y numerosas selfies no teme posar a cada pedido de sus fans con el latiguillo “arte, arte, arte”. Sin dudas, se convirtió en una celebrity del arte.

Contexto

El arte efímero y la desmaterialización son las ideas conceptuales que recorren su producción, que se instauró en los 60 en gran parte del mundo y que hoy son características fundamentales del arte contemporáneo.

Sobre todo a partir de la “contracultura” estadounidense de los 60, proliferaron las tendencias artísticas que cuestionaban el “arte burgués” y se expresaban en el pop art, conceptual art, minimalismo, land art, performances y otras manifestaciones.

Esta “contracultura” llegó a París en los primeros años de esa década. y forjó un arte distinto con el Mayo Francés del 68.

Este es el cuadro - contexto en el que surgió Marta Minujín. Y cuando regresó a Buenos Aires no tuvo dificultad en ingresar al Instituto Di Tella, que cobijaba a las vanguardias más contestatarias de esos años.

En el Di Tella todo era experimentación: en las artes escénicas, cine, documentación y las artes visuales.

Si se lo analiza desde nuestros días, podría observarse una línea revolucionaria muy vinculada a artistas que, a su vez, militaban y se vincularon a Tucumán Arde. No puede olvidarse que el Di Tella debió cerrarse por orden del general Juan Carlos Onganía por la instalación ‘El Baño’ de Roberto Plate y otras acciones contra la guerra de Vietnam. Primero fue la censura parcial de “Experiencias 1968” y el cierre dispuesto en 1970.

Minujín formó parte de una línea festiva, celebratoria y hasta frívola del Di Tella, aunque no por ello menos interesante, desde lo artístico específicamente; un pop que sobresalía de las “frases geniales” en los afiches como debutó en Inglaterra.

Venus fragmentadas

En los 80 y 90 la artista se inclinó hacia una línea más politizada con la creación de sus enormes estructuras.

Y a los pocos años comenzó con sus esculturas fragmentadas de la Venus de Milo, en yeso y en bronce fundido que aún hoy pueden verse en algunas salas de cines en La Recoleta. En 1996 se montó en el Parque Thays de Recoleta “La Humanidad y las Naciones Unidas”, una de las obras en la que la artista mejor logró hacer dialogar el espíritu clásico con su mirada contemporánea.

McLuhan

Supo leer las teorías de Marshall McLuhan y realizó varias obras vinculadas a esta temática, como “Simultaneidad en Simultaneidad” (1966). Entre tantas entrevistas, la artista recuerda que fueron tres acciones distintas pero simultáneas (“Three Countries Happening”, planificadas junto a Allan Kaprow en Nueva York y Wolf Vostell en Berlín (en contacto con la artista a través del télex y la radio), en la que Minujín, desde Buenos Aires, sacaron todos los medios que tenían a mano “para crear una invasión mediática instantánea”, explicó la misma Minujín.

La artista visitó un par de veces a esta provincia. Más lo hizo a Santiago del Estero, donde el museo le organizó una importante exposición con sus obras.

En 2021 participó en la Segunda Semana de Artes Visuales (años atrás conoció Tucumán invitada por Palito Ortega). En esta oportunidad prefirió hablar más con sus espectadores que con los periodistas o críticos.

Recibió numerosos premios nacionales e internacionales. Es una artista de su tiempo y aunque sus obras y su discurso parezcan, a veces, frágiles, hay una potencia que estalla en sus miles y miles de espectadores; su cuenta en instagram tiene más de 250.000 seguidores.

No es poco (ni común) que tanta gente necesite una selfie con ella, saludarla, estar a su lado.

El arte no cura ni sana pero puede ser útil a algunas terapias; y no todo es arte, porque seguramente debe mediar el artista, a través de algún Marcel Duchamp.

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