31 Enero 2023
No estoy de acuerdo con el lector Héctor Miguel Ávila (carta “Cosquín y la grieta”, 30/01) en la crítica a la coreografia realizada en la Octava Luna en Cosquín. Lo que el Sr. Ávila no entiende es que la figura de Eva Duarte va más allá de lo mero político. Es reconocida a nivel mundial; un símbolo de la defensa de los derechos y garantías de los trabajadores y su entrega al prójimo. Gracias a ella tenemos nuestro derecho al voto femenino (Ley 13.010, 1947). Hasta una ópera tiene dedicada en su memoria (“No llores por mí, Argentina”). ¿Qué otra expresión de Argentinidad hay en ello? Evita despierta hasta el día de hoy sentimientos de odio y resentimiento de ciertos sectores de la sociedad. Una pena que aún haya resabios de “viva el cáncer”.
Marcela Inés Rodríguez
Pasaje Payró 3.505
San Miguel de Tucumán
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