Violeta Gorodischer: “El acto de ‘maternar’ es una cuestión política”

Violeta Gorodischer: “El acto de ‘maternar’ es una cuestión política”

Por qué el Estado y la sociedad son también responsables de generar un ámbito adecuado para criar.

EXPERIENCIAS. La voz de la autora y las de otras madres, en el libro. EXPERIENCIAS. La voz de la autora y las de otras madres, en el libro.

“La reflexión general es que estar informado es clave para poder ejercer hoy la maternidad”, explica a LA GACETA. Violeta Gorodischer, escritora y periodista, autora de “Desmadres” (Editorial Planeta), un ensayo e investigación sobre la maternidad en Argentina. “Durante la pandemia se intensificaron un montón de cuestiones relacionadas a la crianza, la violencia obstétrica, el trabajo doméstico invisibilizado, entre otras cuestiones. Si bien nadie está obligada a amamantar, si lo querés hacer te encontrás con muchas dificultades”, expuso la autora.

“Todo lo que se tematiza sobre lactancia o apego sí o no, nos hace hundirnos en peleas poco conducentes y nos hacen perder el eje sobre la enorme entrega que implica la crianza sin ayuda de la sociedad o de compañeros presentes”, subraya.

En su libro, Gorodischer expone su experiencia personal, voces de otras mujeres con vivencias muy diferentes y datos concretos sobre la maternidad en la Argentina. “Después de la experiencia de convertirme madre y habiendo pasado previamente por una pérdida gestacional muy dolorosa y muy compleja, tenía ganas de armar un relato con todo eso. Descarté hacerlo ficción porque sentía que me quedaba chico el formato y porque quería que también fuera útil -en un sentido más concreto-; es decir, que aporte información, datos. Pensé en algo que quizás me hubiera gustado leer a mí en su momento, antes de tener a mi hija o incluso cuando atravesé mi pérdida para poder posicionarme con más información”, dijo sobre cómo nació “Desmadres”.

Violeta Gorodischer: “El acto de ‘maternar’ es una cuestión política”

Con un sistema de salud con muchos vacíos, la situación para muchas mujeres se torna difícil en el momento de criar y buscar una vida saludable para ellas y sus hijos. “Quiero que, entre todas, sin juzgarnos, encaremos una reflexión sincera: pongamos en palabras todo aquello que aún sigue silenciado para que la maternidad, elegida libremente, ya no nos encuentre desprevenidas”, escribió la autora casi al final del libro. “Exponer todo esto sirvió para iluminar zonas para que las mujeres puedan tener más información al momento de convertirse en madres, algo que en el cine y la televisión te muestran como algo tan romántico, naif que luego hace que choques con la realidad”, advirtió.

- En tu libro asegurás que la maternidad no es exclusivamente algo privado, ¿por qué?

- La maternidad es un hecho social porque las mujeres somos reproductoras de ciudadanos con lo cual el Estado -que también lo tiene presente y lo sabe- debe introducir políticas que apunten a la natalidad, a la crianza e incluso a la lactancia. A principios del siglo XX, el Estado incentivó la lactancia materna debido a las altas tasas de mortalidad infantil. Se involucró directamente con el discurso de que la lactancia era lo mejor y construyó la imagen de la madre argentina como la de una persona lactante y devota. El Estado se involucró porque se necesitaba poblar el país y bajar la tasa de mortalidad y eso sucedió efectivamente después, pero también debería seguir involucrado en todas las otras cuestiones que hacen a la maternidad, como no soltarle la mano a las mujeres cuando ya todo se encarrila y crece la población. Hoy podría hacerse cargo para que se cumplan leyes como la de parto respetado o cuando se ejerce la violencia obstétrica, por ejemplo. El acto de maternar es una cuestión política también.

- En el libro se suman experiencias de diferentes tipos que vivieron mujeres, ¿cómo lograste sumarlas?

- Tomé la decisión de hacer esta escritura pseudo testimonial pero también vi que pasaba de la experiencia personal a la aventura colectiva y cada caso podría ser representativo de un montón de mujeres. Yo cuento mi experiencia pero también cuento la historia de mujeres que tuvieron partos domiciliarios, una lactancia perfecta sumada a la problemática de volver al trabajo y otras complejidades porque no es fácil maternar en la Argentina y eso es lo que yo quiero evidenciar, iluminar y poner sobre la mesa que es difícil ejercer la maternidad cuando no tenemos ayuda por parte de la sociedad y del Estado.

UN HECHO SOCIAL. La escritora Violeta Gorodischer destaca que la maternidad no es una instancia individual. UN HECHO SOCIAL. La escritora Violeta Gorodischer destaca que la maternidad no es una instancia individual.

- ¿En qué medida es difícil maternar?

- Especialmente en las cuestiones que refieren a las tareas domésticas y de cuidado que la pandemia puso en evidencia de cuánto más se ocupa la mujer que el hombre. Ahí se evidenció muchísimo sin colegios ni jardines de infantes, todos recluidos en la casa; las mujeres colapsaron porque la sobrecarga se hizo muy notoria y se visibilizó todo lo que se hacía. Ese trabajo invisible de las mujeres de llenar la heladera, ordenar la ropa, dejó de serlo y salió a la luz. Por eso también digo que la maternidad no es solo algo privado porque estás criando e introduciendo un individuo en la sociedad y eso se está volviendo un acto político y social.

- ¿Qué sería la “mercantilización de la crianza”?

- Sucede con la segunda ola feminista cuando las mujeres empiezan a ver que no son las únicas cuidadoras posibles. Cuando hablo de la segunda onda feminista me refiero a toda la corriente Simone de Beauvoir que empieza a ver a la maternidad como un yugo y a mostrar que las mujeres terminaban siendo casi esclavas de este rol. Luego están las mujeres de la posguerra que estaban recluidas en su casa, trabajando puerta adentro. Con las banderas de esta segunda ola empiezan a pensar que podrían tener una niñera, darles leche de fórmula. Ahí la industria toma la delantera y comienza a ganar espacios con una publicidad muy agresiva para sustituir la lactancia que disminuye a niveles alarmantes en el mundo entero. Hoy, por ejemplo, con la crianza con apego que es un modelo más de crianza, se le da una vuelta de tuerca a esta mercantilización. Personalmente creo que todos son modelos y cualquier elección consiente e informada es válida. Quienes trabajamos con estas temáticas tenemos que informar y yo me sigo sorprendiendo cuando, a esta altura del partido, todavía las mujeres damos muchas explicaciones sobre la manera en la que decidimos maternar y todo eso viene de los mandatos que empiezan como modelos alternativos y terminan siendo un nuevo dogma porque ¿qué pasa si hacés cosas como no darle teta, darle chupete, usar coche o no usar fular? Son prácticas maternales que a veces te dejan en situaciones incómodas. Es un peso muy grande para sobrellevar para las madres, especialmente las primerizas.

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