27 Noviembre 2022

La Academia de la Lengua Española define como írrito lo que jurídicamente no es válido, nulo, sin fuerza de obligación, de ahí que, incluso, algunos matrimonios son calificados como írritos por no haberse cumplido con las normas establecidas para tal caso; lo mismo acontece con los cargos públicos o las profesiones que se irrogan títulos académicos sin haber ejecutado las disposiciones universitarias para seguir un grado académico, tal es el caso de magister y doctor. En esta última situación en algunos países todos los médicos y abogados son llamados doctores, aunque es menester efectuar una acaración: es distinto que una persona común y corriente los llame así a que el mismo profesional se autotitule o escriba en tarjetas o documentos esa denominación, sin serlo. En nuestra provincia se exhiben muchas gigantografías con marcado acento publicitario sobre tareas administrativas con el nombre del supuesto gobernador, pues que sepamos, quien fuera elegido para ese cargo ejerce otra función a nivel nacional y quien ejerce esa función está “encargado”; en consecuencia, es írrita esa nominación y por lo tanto todo documento jurídico firmado de esa manera no es válido jurídicamente hablando, pues debiera denominarse: vicegobernador encargado de la gobernación. Democráticamente, es el pueblo quien elige y a él debiera pedirse permiso para dejar de ejercer el cargo para el que fue elegido, pues de lo contrario representa y significa una burla, sentándose un antecedente negativo para futura candidatura. De igual manera se presenta el caso de quien ejerce la Vicepresidencia de la nación. Fue noticia nacional e internacional el fallecimiento de su esposo, por tanto, es viuda. Empero, la nombran como si no hubiese ocurrido el infausto acontecimiento, es decir que el marido vive, salvo que ese sea el gran secreto, de ahí que nunca la nombran correctamente como corresponde jurídicamente o por tratarse de tan alto rango las denominaciones sean distintivas con respecto a las demás enlutadas.

Fernando Sotomayor

J.B. Alberdi 139-3

San Miguel de Tucumán

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