El peligro de circular en bicicleta por el centro

De muchas maneras, en todo el mundo se impulsa el uso de las dos ruedas como medio de transporte. ¿Cómo es circular por Tucumán? Desafíos, dificultades y falta de cultura al volante. Un hábito para promover.

POSTAL TÍPICA. Las “encerradas” de los vehículos son uno de los mayores problemas para las bicis. fotos gentileza  meta bici tucumán POSTAL TÍPICA. Las “encerradas” de los vehículos son uno de los mayores problemas para las bicis. fotos gentileza meta bici tucumán
Nicolás Sánchez Picón
Por Nicolás Sánchez Picón 20 Noviembre 2022

Los beneficios de su uso están más que comprobados: no sólo ayuda al bienestar físico, sino que también colabora con la disminución del tráfico vehicular y aporta a reducir la huella de carbono. En muchos países del mundo ya han comprendido que no hay otro camino: la bicicleta es el medio de transporte del futuro. A eso apuntan ciudades como París, Berlín o Bogotá. En la provincia la transición ya está empezando; de a poco, cada vez más personas optan por utilizar este medio de transporte alternativo; pero, ¿cómo es moverse en bici por el centro?

A simple vista circular a dos ruedas por esa zona podría parecer bastante sencillo. Y lo es, si dejamos de lado algunas de las varias complicaciones que surgen con los vehículos, con los peatones e incluso con el propio rodado: si necesito hacer un trámite ¿dónde la dejo? Esa y otras preguntas más son las que seguro hacen repensar a más de un posible ciclista. De cualquier modo -aseguran los que ya se mueven con este medio de transporte- todas esas problemáticas pueden solucionarse simplemente con algunas modificaciones en las costumbres de la sociedad.

Ruedas infladas, casco bien puesto y a pedalear. En mediodía y en hora pico, LA GACETA sale a recorrer las calles céntricas. Nos acompañan y nos orientan en este viaje Pia Monachesi y Juliana González, miembros de la asociación civil MetaBici, organización que desde hace varios años impulsa el uso del rodado en nuestra provincia. El punto de inicio es 24 de Septiembre y La Rioja. Para alguien que nunca ha entrado pedaleando al microcentro, la experiencia es extraña: las bicis están, pero es como si no estuvieran. Los otros vehículos circulan con normalidad e ignoran, en su mayoría, la presencia de estos rodados. “Somos el último eslabón”, resume Juliana.

Dificultades

En las primeras cuadras ya empieza a notarse que el andar no es tan fácil. O que, al menos, no es tan de cuento como uno se lo imagina. El estado de las calles complica la circulación (y ni hablar de las que están adoquinadas); los autos “te encierran” y no te dan prioridad en los giros; las motos se adelantan y se mueven como quieren, ignorando la presencia de los rodados livianos, y los colectivos -que también necesitan circular por la derecha para levantar pasajeros- no tienen mucha posibilidad de ver a los ciclistas. “Lo que pasa es que la gente está en sus autos y no nos tiene en cuenta -comenta Pía-; yo, por ejemplo, me caí una vez de la bici porque abrieron la puerta de un auto sin mirar que yo venía atrás”.

A la vista saltan varias complicaciones. Si necesito hacer un trámite o una compra, son muy pocos los lugares en los que se pueden aparcar las bicis; la única opción es dejarla con cadena en la calle. Podría quedarse en una cochera, sí, pero son escasas las que reciben este tipo de rodado, y si las reciben, cobran por hora el mismo monto que por el cuidado de una motocicleta e incluso de un auto.

Otra cuestión que llama la atención es el desconocimiento de los peatones, que en más de una ocasión -y a pesar de la luz verde- se paran a la derecha en las calles e impiden la correcta circulación de quien anda en dos ruedas a puro músculo.

REFERENTES. Juliana González y Pía Monachesi, ambas de MetaBici Tucumán, guiaron el recorrido por el microcentro.  REFERENTES. Juliana González y Pía Monachesi, ambas de MetaBici Tucumán, guiaron el recorrido por el microcentro.

Cambios necesarios

Con la bici, las distancias se recorren con mayor rapidez -a pesar del tráfico- y, de paso, ayudamos a nuestra salud y al planeta. Hay que decirlo: andar por el centro no es como pedalear por una pradera. Pero circular con calma es posible; y mientras más gente lo haga, mejor para nuestro futuro. Todas esas complicaciones que hoy surgen en el camino son subsanables -dicen las ciclistas-. Lo que falta, entonces, es que la sociedad toda reconozca al ciclista como un actor más en el tráfico.

“Hay mucha gente que sabe andar en bici, pero no se anima porque el tránsito es muy hostil; y no está incorporado en la sociedad el rol del ciclista”, reflexiona Pia y Juliana añade: “lo que hay es falta de costumbre. Y lo que falta es animar a la gente; a veces la gente se va a otros países y suben fotos andando en bici... ¿por qué acá no?”.

Ambas coinciden en algo más: hay un prejuicio sobre el uso de la bici y eso es lo que hace que en Tucumán todavía el volumen de ciclistas no sea grande. “No está incorporado todavía esto de que la gente pueda circular en bici -dice Pía-; y los prejuicios sobre moverte de esta forma son grandes... Yo, por ejemplo, voy a todos lados en ella, y a veces se me ríen por eso”.

Pero, lentamente, las personas se animan, y eso abre algunos debates que hacen replantear el rol de los demás vehículos, que muchas veces interpretan la aparición de las bicicletas como una invasión a la calle; un espacio, que en realidad, también les pertenece, porque es de todos.

El peligro de circular en bicicleta por el centro

Participar

Para fomentar el uso de la bicicleta, Metabici tiene su propia biciescuela para mayores de 16 años, todos los sábados de 17 a 19 en Marco Avellaneda 127. Además, quien desee puede asociarse a la organización y participar de talleres y eventos. Para más información, podés escribir a @metabicitucuman en Instagram.

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