Una noche mágica en la selva tucumana

Una noche mágica en la selva tucumana

A una hora y 40 minutos de la Capital, el parque Nacional Aconquija ofrece paisajes únicos. Una experiencia diferente para conectar con la naturaleza.

A LUZ DE LA LUNA. Los viajeros durante la charla sobre astronomía A LUZ DE LA LUNA. Los viajeros durante la charla sobre astronomía

Oscurece. En el camping del centro operativo Santa Rosa, portal Campo los Alisos del parque Nacional Aconquija, los viajeros se reúnen junto a una fogata y dialogan con guardaparques y especialistas. Sobre ellos, un cielo limpio ya expone estrellas y constelaciones. Los rodea la verde yunga salvaje que comienza a sumergirse en la claridad azul de la luna llena. Una intermitencia de luciérnagas zigzaguea en el interior de la frondosa vegetación. A los presentes los convoca una experiencia única: pasar una noche en la selva.

“Los invitamos a este encuentro nocturno dentro de un área protegida”, dice al grupo Andrea Castosa, integrante del equipo del parque Nacional. “Aprovechemos esta noche para conectarnos con el entorno y entender que la naturaleza no está a nuestra disposición sino que somos parte de ella y cuidarla es cuidarnos. Sin estos espacios verdes el mundo no va a seguir mucho tiempo más, la naturaleza nos está hablando y nos pide que tomemos conciencia y hagamos un cambio real”, explica.

La experiencia lleva como nombre “Noches Mágicas” y busca que los visitantes armonicen con el paisaje que los rodea desde un punto de vista distinto, potenciado por el clima íntimo y reflexivo que propicia el horario nocturno. La iniciativa se lanzó en el marco del Mes de los Parques y se realizó también en el parque Nacional El Leoncito, en San Juan; en el parque Nacional Tierra del Fuego, a unos 12 km de Ushuaia y en el parque Nacional Iberá, en Misiones.

Más tarde, los visitantes escuchan con atención a Alberto Mansilla, director del Observatorio Astronómico de Ampimpa. Sentados en el césped en el centro del camping y con las miradas hacia el cielo, descubren curiosidades astronómicas gracias a un firmamento libre de contaminación lumínica. A sus costados, nogales, alisos, cebiles, pacarás y otros árboles se funden en la penumbra.

El parque Nacional Aconquija se encuentra aproximadamente a 110 km de la Capital tucumana yendo hacia el sur por Ruta Nacional 38 hasta la ciudad de Concepción. Desde allí se continúa por RN 65  hasta la localidad de Alpachiri para seguir por ruta provincial 330 hasta el vado del río Jaya, límite sur del parque atravesando el portal de los Alisos -consultar con la administración del parque si las condiciones climáticas permiten el cruce-.

El parque protege las ecorregiones de Yungas y Altos Andes. Se extiende a lo largo de 74 mil hectáreas al suroeste de la provincia. Cobija a más de 900 especies de fauna y flora nativa y conserva las principales cuencas hídricas de la provincia.

NOCHE MÁGICA. El campamento montado bajo un cielo estrellado GENTILEZA DE GERARDO IRATCHET/ENTE TUCUMÁN TURISMO NOCHE MÁGICA. El campamento montado bajo un cielo estrellado GENTILEZA DE GERARDO IRATCHET/ENTE TUCUMÁN TURISMO

Los guardiaparques que acompañan al grupo buscan contagiar a cada visitante el afecto por la conservación de estos espacios. Explican que cada pájaro, cada árbol, cada elemento de este parque es parte de un ecosistema cuyo resultado es agua: “cuidar este el lugar es cuidar el agua”, explica Marcela Chamorro, jefa de guardiaparques “En aquellos lugares donde se tala y se desmonta, sin cobertura vegetal, el agua pasa de largo y en tiempos de sequía no tienes agua contenida en ningún lugar”.

Luego de una cena con sabores regionales y degustación de vinos tucumanos, el contingente se adentra en la selva de las yungas en un breve trekking nocturno. Cruzan la espesura entre sombras de grandes árboles recortadas por la luz lunar hasta llegar a un claro de grandes rocas blancas entre las que avanza un rumor de agua, es el arroyo que lleva por nombre “Sufrimiento”. El recorrido es acogedor y por momentos casi onírico.

“Tucumán es una provincia llena de lugares mágicos, y cada vez son más los tucumanos que eligen disfrutarlos”, explica Agustina Banegas, integrante de la dirección de comunicación y promoción del Ente Tucumán Turismo. “recomendamos a quienes quieran hacer este tipo de actividades que lo hagan siempre a través de los prestadores de turismo activo habilitados, cuyo listado puede encontrarse en la página del Ente”.

A la mañana siguiente, un coro de aves acompañará el despertar del campamento desde la verde estridencia de yungas frente las sierras del Aconquija. Luego del desayuno los visitantes se trasladarán hacia el portal Cochuna, otra de las entradas del parque, donde realizarán una travesía a través de uno de los nuevos senderos habilitados: una caminata plácida por la selva para finalmente zambullirse unos minutos en el arroyo El Calao, completando una excursión extraordinaria.

Para más información sobre esta y otras actividades consultar con administración del parque Nacional Aconquija o con el Ente Tucumán Turismo.

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