Denuncian que policías hacen pelear a presos en una comisaría

Denuncian que policías hacen pelear a presos en una comisaría

Los responsables de la dependencia dijeron que se trató de una pelea entre los reos

EVIDENCIA. Una foto de las lesiones de un denunciante. EVIDENCIA. Una foto de las lesiones de un denunciante.

Una ya fue presentada en tribunales y otra a punto de ser radicada. Dos detenidos de la seccional 13a denunciaron que el personal de esa dependencia policial los obliga a pelear como entretenimiento y, supuestamente para realizar apuestas clandestinas. Las autoridades de la comisaría desmintieron esa versión y aseguraron que se trató de una pelea entre reos.

Luis Nicolás Torres Espeche, condenado a 10 años de prisión, fue el primero en denunciar ante las autoridades judiciales lo que está ocurriendo en los calabozos de la dependencia que está ubicada en el sur de la capital.

“Un oficial organiza estas peleas clandestinas con presos de diferentes sectores de la comisaría por dinero. Los perdedores resultan muy golpeados y hasta apuñalados. Mi compañero de celda recibió tres puñaladas este fin de semana”, comentó el detenido que es asistido por Sebastián Bauque.

El reo, que según las normas vigentes debería estar alojado en el penal de Villa Urquiza, señaló a través de un audio que en los dos arrestos conviven más de 65 detenidos. También explicó que estas peleas se organizan durante los fines de semana. “Ellos eligen a los que se tienen bronca y los sacan de los arrestos. Los ponen en un lugar para que agarren con lo que tengan”, explicó.

“Mi compañero fue obligado a mantener un enfrentamiento y recibió tres puñaladas. Intenté salir a defenderlo, pero fui agredido por el organizador y por otros detenidos que querían que continuara la pelea”, relató. “Me pegaron tanto que vomito sangre por la boca, orino sangre y no puedo caminar”, detalló.

El domingo, en el cambio de guardia, los responsables de la seccional decidieron enviarlo a que fuera examinado por el médico forense. “Él constató todos los golpes y me tiraron de vuelta al calabozo. Realmente temo por mi vida porque estoy denunciando lo que sucede”, relató. “Algunos policías no me quieren porque días atrás expliqué que no teníamos agua ni para tomar. Ellos se encargaron de mentir en todos los oficios que le mandaban desde tribunales diciendo que no había ningún tipo de problemas”, explicó.

Bauque presentó la denuncia donde el detenido relata todo lo que había sucedido el último fin de semana. Además del escrito, envió fotos donde se demuestra las lesiones que sufrió su defendido. “Es incomprensible lo que está sucediendo en esa dependencia policial. No se puede creer que un condenado siga allí y, encima, es agredido por no querer participar en ese espectáculo sangriento”, comentó.

Mientras el profesional realizaba la denuncia en el Ministerio Público Fiscal, sus colegas Aníbal Paz y Javier Lobo Aragón, se entrevistaron con la madre de Nahuel Barboza, otro condenado que se encuentra alojado en esa dependencia, a pesar de que ya fue condenado por un delito contra la propiedad.

“Básicamente lo que nos contó la mujer que un oficial los hace pelear por plata. Este fin de semana se registraron incidentes porque varios de ellos no quisieron enfrentarse. Al no poder controlar la situación, llamaron a Infantería que terminó golpeándolos a todos”, explicó Paz. “Conseguimos que un médico forense lo revise. Estamos esperando esa prueba para denunciar formalmente el aberrante caso”, señaló Lobo Aragón.

Versión oficial

El jefe de la comisaría Oscar Guillermo Rodríguez documentó el domingo una versión completamente diferente a las denuncias. Según el informe al que tuvo acceso LA GACETA, los detenidos protagonizaron una violenta pelea que fue sofocada rápidamente. En el parte no se informa que haya intervenido un cuerpo de infantería para apaciguar los ánimos.

Por otra parte, luego de haber frenado el incidente, los policías secuestraron varias armas blancas que, según explicaron, estaban en poder de los reos. Los denunciantes aclararon que esos elementos eran entregados por los efectivos.

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