Cada narrador trae su bagaje ancestral, sus tradiciones orales y sus decires

Desde su creación, allá por 2000, el grupo Los Cuenteros manifestó la importancia de la difusión de la narración oral como hecho escénico, aportando con su incipiente arte y visitando espacios no convencionales como hospitales, asilos y bibliotecas.

Con la llegada del festival, la concreción de los tímidos objetivos del principio se vieron triplicados en su expansión y alcance, y hoy el público se ubica en una gran franja etaria.

Los narradores invitados, junto a los locales, pasean el arte de la palabra por escuelas de la provincia, además de los espacios habituales y de los no convencionales.

¿Qué tiene de importante la narración oral? Dice Eduardo Galeano que estamos hechos de historias. Los relatos nos constituyen desde nuestra más tierna infancia y aún antes de nacer, forman parte de nuestra cotidianeidad; las palabras que nos son dadas por la cultura intervienen en la construcción de estos relatos, con sus decires, con las imágenes que se agolpan en nuestra imaginación.

Cada relato que llega a nuestros oídos puede provenir desde distintos lugares y épocas. Los hay nuevecitos, recién salidos del libro de algún novel escritor, y están los más preciados, que han atravesado siglos.

Cada narrador que nos visita trae su bagaje ancestral, sus tradiciones orales, sus decires. Cada uno con su cadencia y sus léxicos propios. Al escucharlos nos sentimos alrededor del fuego y nos inmiscuimos en ese convivio del que habla el maestro Jorge Dubatti acerca del encuentro del que actúa con el que especta.

El grupo Los Cuenteros surge luego del trabajo de cátedra de 5° año de la Licenciatura en Teatro de la UNT, con esta técnica escénica como aporte a nuestra formación y la necesidad de profundizar en este arte.

El acopio de cuentos de distintos autores y también de la tradición oral latinoamericana le otorgan a este colectivo gran experiencia en el área, abriendo un interminable camino en Tucumán y el NOA.