Por Bruno Farano
25 Octubre 2022
MANOS A LA OBRA. Cuando pase el dolor, en La Ciudadela deben definir los pasos a seguir de cara a la próxima temporada. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
Que el sábado los hinchas se hayan retirado de La Ciudadela en silencio, envueltos en dolor y resignación y sin fuerzas (ni ganas) de protestar por una actuación que será recordada como una de las peores de San Martín en muchísimo tiempo, marca algo claro irrefutable: en Bolívar y Pellegrini ya venían haciendo el duelo interno, se venían preparando para recibir un golpe de gracia que, parecía, podía llegar en cualquier momento.
Si bien el equipo había sacado un buen porcentaje de puntos durante la campaña, no resultaba del todo confiable. De hecho, a lo largo de la temporada ya había mostrado signos de flaquezas, de falta de temple, de fortaleza mental para dar el zarpazo. Aquella goleada en contra con Mitre en casa o las derrotas casi sin dar batalla en la Isla Maciel y en Campana habían sido señales de alerta que no recibieron la atención del caso. Pero de nada sirve que en Bolívar y Pellegrini se pongan a llorar sobre la leche derramada. Es hora de actuar, de levantarse, de sacudirse y mirar hacia adelante. De no bajar los brazos ante la primera contingencia. En pocas palabras, de aprender de los errores cometidos.
Si bien San Martín no volverá a competir hasta mediados de enero próximo (fecha en que se especula podría volver la Primera Nacional), la dirigencia debe tomar cartas en el asunto ya mismo. Con el dolor por la eliminación aún fresco, resulta necesario tomar nota de los errores que se cometieron durante la última campaña y tratar de elaborar un plan que sea superador y que pueda acercar al club de una vez por todas al objetivo trazado hace mucho tiempo.
Con el Mundial en el medio, el tiempo se acotará considerablemente. Durante la gran cita será mucho más difícil realizar contrataciones debido a que el mundo futbolero (representantes y muchos dirigentes) está a pleno enfocado en ese tema y cuando Qatar 2022 culmine, el plantel deberá iniciar la pretemporada para saltar a escena el mes siguiente.
Por eso, parece ser crucial que se tomen medidas de manera urgente. Durante este año hubo jugadores que llegaron precedidos de buenos antecedentes, pero que se fueron apagando con el correr de los partidos (algunos más temprano, otros más tarde) y terminaron siendo totalmente improductivos.
Por eso, para evitar cometer los mismos errores del pasado en el armado del plantel, quizás sea conveniente que en La Ciudadela evalúen armar una nueva estructura que tome el mando futbolístico. La creación de una secretaría técnica, con un manager a la cabeza, puede resultar clave y ayudar en varios puntos.
Allí es donde, tal vez, la dirigencia debiera apoyarse. Esa persona o grupo de personas (debe tener años de experiencia en el fútbol) es la que estudia el perfil de entrenador que se debe contratar y realiza el scouting necesario para poder sumar refuerzos que potencien a los futbolistas que quedarán del actual plantel.
Está visto que San Martín no es un club para cualquiera; que muchos jugadores que rinden en otras instituciones pero no logran hacer pie cuando llegan a La Ciudadela. Eso no es nuevo, pasó demasiadas veces durante mucho tiempo y quedó bien marcado, sobre todo, en los últimos años. }
Por eso, antes de elegir, resulta crucial hacer un análisis a fondo. No sólo sobre sus últimos rendimientos futbolísticos; sino también sobre el aspecto humano, sobre el carácter, sobre la manera de desenvolverse ante situaciones límites y en muchos otros aspectos más. Y para eso es fundamental que los que estén encargados de la elección, sean personas con conocimiento del mundillo futbolero, porque no es sencillo moverse dentro de ese ámbito.
Otro punto que parece haber fallado esta temporada es que no hubo un dirigente que estuviese cerca del cuerpo técnico y del plantel en el día a día. Y eso tampoco debería volver a suceder. Los entrenadores deben saber que son empleados en el club y que deben dar explicaciones de cada una de sus acciones. No se trata de cuestionar sus decisiones, pero sí de dialogar, de analizar en conjunto, de buscar el bien del equipo y de la institución.
Y ahí es donde la figura del manager parece tomar más importancia todavía. Porque de esas charlas, luego de los partidos o de los entrenamientos, pueden aparecer soluciones importantes a futuro.
“Estamos analizando cada paso a dar”, confió un vocero de la dirigencia “santa” sobre las medidas que tomarán para tratar de apaciguar el dolor y, rápidamente, encender una nueva ilusión, pero que esta vez tenga bases más sólidas.
Porque, para bien o para mal, aunque parezca mentira, un equipo comienza a ser campeón o a quedar eliminado cuando se contrata un entrenador y cuando comienzan a seleccionarse los refuerzos. Es ahí donde San Martín no debe volver a fallar.
Día de reuniones
Hoy será un día algo movido en Bolívar y Pellegrini. Los dirigentes se reunirán con el plantel para ver cómo serán los pasos a seguir en lo inmediato. Si bien hoy se concretarán algunas charlas preliminares, es posible que comience a quedar más claro qué jugadores seguirán perteneciendo al club y quienes deberán buscar nuevos rumbos.
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