Una viajera de siete meses llega al aeropuerto tucumano

Una viajera de siete meses llega al aeropuerto tucumano

EN TUCUMAN. La pequeña Elsa junto a sus padres a poco de descender de la aeronave que la había traído desde Córdoba.  EN TUCUMAN. La pequeña Elsa junto a sus padres a poco de descender de la aeronave que la había traído desde Córdoba.

Elsa Pastrone vino desde Córdoba con sus padres. El ingeniero Pastrone trabajaba en la ruta a San Javier

La estación aérea que se ubicaba en el parque 9 de Julio, que funcionó durante varias décadas, fue el lugar donde llegaron figuras de renombre internacional, nacional y provincial con el paso de los años fue desplazando al ferrocarril para el traslado de ciertas figuras que necesitaban llegar en menor tiempo a nuestra provincia. En esta ocasión vamos a contar que el día 22 de octubre de 1937 llegó la pasajera más joven hasta ese momento y era la primera criatura en hacerlo. En el trimotor de la desaparecida empresa Panagra, que unía Buenos Aires, Tucumán y los Estados Unidos, “San Antonio” viajaba desde Córdoba Elsa Pastrone de apenas siete meses de vida. El avión tocó la pista del Benjamín Matienzo a las 15.15 y la pequeña descendió de él en los brazos de su madre. De acuerdo a nuestra información: “la singular viajera fue exhibida en el aeródromo por su padre el ingeniero Emilio Pastrone, que dirige los trabajos de la construcción del camino a San Javier”. Debemos recordar que la pequeña arribó a la vieja estación aérea conformada por estructuras de chapa ya que recién en 1940 se con concretaría el coqueto aeropuerto de estilo californiano que aún hoy puede verse y que alberga la escuela Virgen de la Merced sobre avenida Brígido Terán.

La niña fue protagonista por esa jornada y eclipsó la figura de su padre que se encontraba trabajando en la concreción de la segunda etapa de la ruta que abriría la cima de San Javier a los tucumanos que tuvieran vehículo para llegar. Además ganó la licitación para la concreción de las obras en el Parque Aconquija.

Hacia San Javier

Promediaba febrero de 1939 y se realizaba la inauguración del tramo final de la ruta. La o. bra se había realizado en dos etapas. La primera, desde el final de la avenida Aconquija al pie del cerro hasta el parque Aconquija, donde estaba la primera confitería, se abrió al paso en mayo de 1938 de esta etapa estuvo a cargo Pastrone. La segunda, al parecer más complicada debido al desnivel a cubrir, de más de 530 metros, requirió menos de un año para su concreción e iba desde el parque hasta la Puerta de San Javier. A la cabeza de la primera carava de 150 coches iba el que llevaba al gobernador, Miguel Campero, y al mandatario electo, Miguel Critto. El anuncio de nuestro diario explicaba que la ruta se había construido en etapas. En 1937 se inauguró la avenida Aconquija, que desde el límite capitalino pasando por Marcos Paz y Yerba Buena llegaba a las primeras estribaciones de las sierras. Era una doble calzada con una parte de macadam asfáltico para el tránsito ligero y otra enripiada con tratamiento bituminoso para el tránsito pesado. El tramo tenía una longitud de 5.300 metros. Desde aquel punto arrancaba el siguiente, de unos 3.100 metros de longitud y un desnivel de 385 metros, que llegaba hasta el parque Aconquija donde había un gran estacionamiento y un bonito edificio para recreo. El “camino de montaña” tenía una longitud de 8.615 metros, con lo que se salvaba un desnivel de 565 metros, llegando así a una altura de 1.269 metros sobre el nivel del mar. “El punto final está en Anta Muerta, un punto intermedio entre Villa Nougués y Puerta de San Javier, En esta forma sería factible cerrar dos circuitos en la montaña”, decía nuestro diario, y agregaba: “las laderas por donde discurre el camino son de una exuberante vegetación, notándose a mayor altura la desaparición de los árboles y la presencia de pastos altos”.

Hacia Cevil Pozo

El 15 de septiembre de 1981 fue la última jornada de trabajo como aeropuerto de las instalaciones ubicadas en la zona sur del parque 9 de Julio y que llevaba funcionado desde 1911 cuando allí aterrizó el primer avión en la historia de Tucumán. Desde el día siguiente las operaciones aéreas fueron trasladadas hacia la nueva estación aérea ubicada en Cevil Pozo. El aeropuerto mantuvo el nombre de “Teniente Benjamín Matienzo” con el que fue bautizado por los pioneros de nuestra aviación al inaugurarlo en diciembre de 1919 bajo la conducción del flamante Aero Club Tucumán. El día 16 de setiembre fue el acto inaugural de la nueva aeroestación. La primera nave comercial que aterrizó allí fue un Boing 727 de Aerolíneas Argentinas, con capacidad para 155 pasajeros, poco después de concluido el acto inaugural y que recibió el aplauso de los presentes cuando atracó. Era el vuelo 504.

Otros pasajeros

Volviendo a 1937 en el mismo vuelo venía el ingeniero, Thor Olaf Abdersen funcionario de la Dirección General de Irrigación que estaba dirigiendo los estudios para realizar las obras de provisión de agua a Villa Nougués y Raco. Tras poco más de una semana Abdersen siguió viaja en tren hacia la quebrada de Humahuaca para los estudios preliminares del embalse de la laguna de El Volcán. En la estación tucumana lo despidió el ingeniero Foulon que trabajaba en la comisión de estudios de los diques El Cadillal y Escaba.

Las décadas de 1920 y 1930 fueron de vivo desarrollo, se construyeron hangares y zonas de rodaje para las aeronaves. La pista era de césped y lo fue por varias décadas. Tras 20 años, el 23 de mayo de 1940 se inaugura el moderno edificio de estilo californiano del aeropuerto y sede del club. Según la crónica la concreción del edificio “ha venido sufriendo algunas postergaciones, debido a la carencia de fondos y por otra parte, el anhelo de los dirigentes, de inaugurar la sede propia, recién cuando fuera posible hacerlo con lujo de detalles y con una terminación total”. Con esa inauguración “sobre la avenida Brígido Terán la institución verá cristalizada una de sus más caras aspiraciones, y la provincia tendrá la mejor edificación aeronáutica de cuantas existen en el país, tratándose de aeroclubes o de organizaciones civiles”. El acto contó con la presencia del gobernador Miguel Critto. El presidente del club era José Posse. La construcción estuvo supeditada a la obtención de fondos y había comenzado en la segunda parte de 1935. La noticia daba detalles de aquella construcción, diseñada por el ingeniero Angel Guido, cuya planta baja “está destinada a hall de pasajeros, ya sea para viajeros de líneas comerciales, ya para el pasaje a cargo de los aviones” de la entidad. La torre alcanzaba los 20 metros de altura donde estaban las instalaciones de radio e intercomunicación. Cabe destacar que el 18 de abril de 1937 la desparecida compañía aérea norteamericana Panagra comenzó a operar en nuestra provincia sus rutas hacia Estados Unidos, donde Tucumán era escala obligada para repostaje de combustible. También hacía escala naves de la otra gran empresa de aviación, Panam. De tal manera que la flamante y coqueta aeroestación era importante para la atención de los pasajeros.

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