Homicidio en Villa 9 de Julio: “Me cansé de que me robaran y nadie hiciera nada”

Las dos mujeres acusadas de haber acabado con la vida de un joven que le habría robado a una de ellas, seguirán detenidas en su domicilio, ya que ambas se encuentran embarazadas y tienen hijos menores de edad. La resolución fue tomada por la jueza María Carolina Ballesteros en una audiencia que tuvo un alto contenido emocional.

Según la acusación del auxiliar Miguel Fernández, que actuó bajo las órdenes del fiscal Carlos Sale, el domingo pasado, Juan Leonel Ibáñez (18), se encontraba con amigos en Benjamín Villafañe al 1.000 (intersección con vías férreas), en Villa 9 de Julio.

Al lugar llegaron en una moto Martina “Gallina” Ledesma (23) -conductora del rodado- acompañada por Karen “La Huevuda” Paz (26) Según la acusación, la primera le entregó un cuchillo a su compañera, que se dirigió hacia donde estaba la víctima y le aplicó dos puñaladas, una en el pecho y otra en el cuello, que le provocaron la muerte.

Fernández acusó a ambas de homicidio simple, imputación que fue apoyada por la querella, representada por Romina Campero. “No se puede negar la existencia del hecho; Paz lo reconoce, pero creo que no se puede acusar a Ledesma del crimen porque ella sólo está aquí por haber llevado en la moto a la imputada”, explicó el profesional.

Declaraciones

Paz fue la primera en declarar. “El domingo estuve con mi mamá festejando su día y a las 19 decidí volver a su casa a buscar ropa. Cuando llegué, descubrí que el portón estaba abierto. Al ingresar me di cuenta de que me habían sacado todo. Hasta la cocina y la heladera. Me puse muy mal porque no era la primera vez”, dijo la acusada. Luego relató que, después de haber descubierto el daño que sufrió, decidió hacer nuevamente la denuncia. “Los vecinos me dijeron que había sido él. Cuando íbamos a la seccional 10° lo encontré. Me bajé a decirle por qué me había robado. Él comenzó a reírse y después a decirme un montón de palabrotas. Ahí nos trenzamos en lucha. Y ahí...”, indicó y se quebró en llanto. “Vivo con mis dos hijos menores porque soy viuda. No es la primera vez que él me robaba. Hice la denuncia en la comisaría y nunca hicieron nada en contra de él. También llamé al 911, pero nunca llegaron. Encima pasaba por mi casa burlándose”, añadió.

Ledesma dijo que ellas se dirigían hacia la comisaría con la intención de denunciar el robo. “En el camino lo vimos a Ibáñez y él empezó a gritar obscenidades y ahí se produjo la pelea. Nunca le di ningún cuchillo y ella tampoco tenía uno. No sé bien qué pasó después porque estaba a varios metros”, comentó la joven.

La polémica

Lo más polémico de la audiencia surgió cuando Fernández, tratando de usar las mejores palabras explicó que, al estar embarazadas y por tener hijos menores de edad, debía solicitar el arresto domiciliario para ambas. Zelarayán adhirió al planteo del acusador. En tanto que la querella se opuso tenazmente. “Se está hablando en esta audiencia como si ellas fueran las víctimas y no las autoras de un homicidio”, expresó Campero. Luego, la jueza Ballesteros le dio la palabra a María Mercedes Alfaro, madre de la víctima. “Me opongo totalmente porque no mataron a un perro, sino a un chico de 18 años que tenía mucho por adelante”, explicó.

En la audiencia se presentó otro problema. La vivienda de Paz fue totalmente destruida e incendiada al día siguiente de que se produjera el crimen, por lo que no podía cumplir con el arresto domiciliario en ese lugar. Finalmente se decidió que estará en la casa de su madre. La jueza aceptó el planteo y las imputadas irán a sus hogares luego de que cada una efectivice una caución de $60.000. Tendrán ese régimen durante 60 días o hasta que se resuelva el expediente a través de un juicio abreviado.