Nuestro diario incursiona en el mundo radial en 1932

Nuestro diario incursiona en el mundo radial en 1932

LA GACETA ORAL era parte de la programación de LV7. A las 8, a las 21 y boletines urgentes

EN 1923. Un multitud se reúne frente a LA GACETA para saber de la pelea de Firpo y Dempsey.  EN 1923. Un multitud se reúne frente a LA GACETA para saber de la pelea de Firpo y Dempsey.

La relación de la radio con los medios gráficos siempre dio buenos resultados por eso los espacios dedicados a la lectura de las tapas de los diarios, aún hoy con la competencia de las redes sociales y demás servicios que brinda internet siguen siendo parte importante en la programación. Asimismo el uso del material informativo de los diarios sirve para que muchos programas radiales se alimenten con noticias de las distintas secciones. Durante algún tiempo antes al 15 de octubre de 1932, nuestro diario tenía espacios en la única radio local que había en la provincia, la Tucumán Broadcasting, pero aquel día se produjo un avance al incorporase a la programación radial LA GACETA ORAL. El adelanto era que se incorporaba una estructura informativa propia del medio radial con base en la información que brindaba nuestro diario. El programa se transmitía en dos tandas, a las 8 y a las 21.

Nuestra crónica se señalaba que el nuevo medio informativo “contará con las mismas secciones que el diario: telegramas breves, editoriales, política, informaciones generales, crónica social, policiales, tribunales y demás”. De acuerdo a la idea el programa de las 21 iba a informar sobre los temas del día y a adelantar algunos de los que se iban a publicar en nuestras páginas al día siguiente. Y en la edición de las 8 se reforzaban las noticias publicadas ese día y se ampliaban con algunos datos recogidos por los cronistas del diario.

El programa inaugural contó la presencia del primer actor José Ramírez, que se encontraba realizando una temporada en la provincia, que realizó un monólogo que era parte de su espectáculo. La cantante Dora Pockorny cantó el aria Berta de Rossini y contó con el acompañamiento de Luis Gianneo. Hubo también un espectáculo internacional con la presentación de los cantantes mexicanos Ernesto Rubio y Esther Tapia quienes actuaban todas las noches en la exposición nacional de comercio, industria y agricultura que se desarrollaba en nuestra provincia.

La parte deportiva se desarrolló a cargo del jefe de la sección deportes quien presentó los saludos de todos los presidentes de las delegaciones de básquet que estaban compitiendo en el Campeonato Argentino. La idea se extendió por algunos años y luego se trasladó a Radio Aconquija fundada por nuestro diario en 1937.

Junto con las dos ediciones “se ofrecerán también otros números extras cada vez que un acontecimiento sensacional lo justifique”. Para nuestro cronista, el nuevo producto del diario “será de día y de noche, un ojo alerta para todos los radioescuchas del norte del país los que podrán confiar en ella para estar al tanto de cuanto suceda en el mundo entero”.

Entre peleas de boxeo

El 23 de septiembre de 1926, Jack Dempsey perdía su título mundial de peso pesado frente a Gene Tunney. La pelea, que se disputó en la ciudad norteamericana de Filadelfia, atrajo como un fuerte imán a los aficionados al boxeo de todo el mundo; y los que vivían en el Jardín de la República no se podían abstraer de ella. La pelea comenzó poco antes de la 23 de nuestro país.

Los simpatizantes se juntaron frente a nuestro diario. Las pizarras bullían con la información que cambiaba minuto a minuto, conforme llegaban los cables de las agencias de noticias. Además, se podían escuchar los despachos radiotelefónicos. Todo un adelanto para la época, ya que habría que esperar dos años para la entrada en funcionamiento de la primera radio en la provincia; la “Tucumán Broadcasting” creada por Avelino Muñoz Aldao y Alberto González Acha. Y para la llegada de la segunda emisora local hubo que esperar nueve años más, cuando Enrique y Alberto García Hamilton junto con Juan Carlos Gullot lanzaron al aire Radio Aconquija, en 1937. Sin embargo las primeras transmisiones se remontan a 1922, desde el Colegio Sagrado Corazón, por impulso de Ricardo Frías, con un equipo artesanal. Su radio de acción era corto.

Volviendo a 1926, nuestro diario expresaba, en una cobertura de la pela a toda página, bajo el título “Frente a LA GACETA”: “la pelea Tunney-Dempsey nos obligó una vez más a extremar nuestros esfuerzos, para corresponder a la confianza del público en nuestras informaciones cada vez que un acontecimiento crea expectación como la había por el match disputado en Filadelfia. Y nos sentimos complacidos en haber podido ir dando round por round el desarrollo de la formidable pelea, en tanto que la masa compacta de público seguía ávidamente los detalles del encuentro”. Las noticias de entonces señalaban que la lluvia amenazaba con impedir la pelea pero ello no ocurrió. Los cronistas, en especial los argentinos, no dejaban de recordar la dura batalla de 1923 cuando Angel Firpo tuvo un segundo round durísimo con el campeón, y señalaron que “la pelea ha sido de lo más emocionante visto hasta ahora, porque si es cierto que el segundo asalto del encuentro Firpo-Dempsey fue intenso, el de anoche mantuvo en todos en constante tensión los nervios de la multitud que seguía los incidentes de la lucha”.

Cabe destacar que esa derrota fue el comienzo del fin de la carrera de Dempsey que un año más tarde, y con cierta polémica, trató de recuperar el cinturón de campeón y fue derrotado nuevamente por Tunney. Poco después se retiró.

En 1923

Tres años antes, el 14 de septiembre de 1923, se realizó la recordada batalla entre Dempsey y nuestro “Toro de las pampas”, que terminó con el triunfo del noerteamericano, pero a quien el argentino lo tiró fuera del ring.

La pelea realizada en Polo Grounds fue presenciada por casi 86.000 espectadores, que dejaron una recaudación de casi 1,3 millón de dólares. Fuera de estos datos que quedaron plasmados en nuestra edición 3.556 del 15 de septiembre, durante el combate las puertas de nuestro diario estuvieron colmadas de público, ávidos de información sobre la noticia que se generaba a más de 10.000 kilómetros de aquí. Los telegramas con la información eran transcriptos a las pizarras mientras los presentes gritaban, festejaban para finalmente caer en la tristeza por la derrota del argentino.

La crónica señalaba: “ante los edificios de los diarios, la gente se amontonaba, impidiendo llegar hasta ellos a los mensajeros del telégrafo. A nuestras puertas una compacta muchedumbre se extendía desde las esquinas de Rivadavia (Virgen de la Merced) y Las Heras (San Martín) hasta el cruce de ésta última con Laprida, esperando la información propalada por altoparlantes”. En otro tramo se destaca: “como anunciamos se instaló una estación con alto parlante para informar directamente al público sobre las incidencias de la pelea”.

Cabe destacar que en Buenos Aires aquellos que tuvieron los equipos correspondientes pudieron recibir información radial sobre el combate.

Entre ambos combate hubo un cambio tecnológico importante: la incorporación de los cables radiotelefónicos, que daban una sensación de inmediatez inédita para la época. El combate de Firpo generó mucho interés por lo que las transmisiones radiales crecieron fuertemente, ya que el interés del público aumentó al acercarse la pelea.

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