PUESTO. El proyecto hizo presencia en la Fiesta de las Colectividades.
Aunque la historia suele centrarse en “héroes” o personalidades destacadas que cambian las reglas escritas, también podemos aprender sobre nuestro pasado a través de objetos que hoy resultan cotidianos. Ellos nos hablan mediante sus frías texturas, la calidez en el tacto o la delicadeza de algún patrón…
El materialismo tiene su costado poético y gracias al proyecto de investigación “La inmigración como agente configurante de las áreas del diseño en Tucumán: aportes en el periodo 1900 a 1950” hay algunos bienes que volvieron a recobrar su protagonismo.
Realizado por docentes de la Facultad de Artes (UNT), este proyecto tiene por objetivo rescatar la memoria de la inmigración en la provincia y evidenciar cómo algunos elementos colaboraron a moldear nuestra identidad cultural.
¿QUÉ MÁS? Un monedero y una petaca para tabaco traída en 1924.
“Al pisar el territorio tucumano, además de su patrimonio inmaterial (con la cultura, el idioma y modos de hacer específicos) los inmigrantes extranjeros trajeron diversos objetos que luego fueron transmitidos de generación en generación. Una parte de ese acervo perdura hasta el presente en las manos de sus familiares y sirve para contrastar y reflexionar acerca de lo que somos hoy”, explica su directora Inés Ester Cárdenas.
La iniciativa -llevada a cabo por alrededor de 14 profesionales y profesores de la universidad- cuenta con la completa financiación de la Secretaría de Ciencia, Arte e Innovación Tecnológica (Scait) y posee un convenio de cooperación con El sentir de los pueblos.
Testimonios vivos
El proyecto de investigación arrancó hace cuatro años y actualmente se encuentra en su última etapa. Durante ese tiempo, el equipo recopiló alrededor de 40 “tesoros” que pertenecen a las colectividades francesa, italiana, andaluza, libanesa y judía.
Entre ellos, existe indumentaria antigua (con ajuares para bebés o hermosos vestidos de casamiento), decoraciones, monederos, petacas para tabaco, vajilla, aguamaniles, jofainas y fotografías en tonos sepia.
A la par de las fotos, algunas breves descripciones hechas por sus dueños abren la puerta a anécdotas íntimas o rituales tradicionales que se estilan en otras partes del mundo.
Ese es el caso de un mortero de bronce que, según la tradición española, suele colocarse en los patios de las casas para detener la lluvia. Además, hay valijas hechas de madera y revestidas en cuero o tela que rememoran los primeros contactos con Argentina tras descender de los barcos.
La meta pasa por rescatar el valor testimonial y las voces de quienes portan estos materiales en la actualidad.
“Ese legado resulta muy valioso. Nosotros no pretendemos apropiarnos de los objetos porque conforman herencias especiales y poseen una gran emotividad. Al contrario, lo que queremos es crear un registro de esas memorias”, comenta la docente de las cátedras Introducción al diseño e Historia del diseño de interior y equipamiento.
VALIJA DE MADERA. Pertenece a la familia de Antonia Zamora.
Aportes
A partir de los diversos flujos migratorios que encajaron en Tucumán, la realidad de nuestra provincia se vio modificada.
“Una vez que recolectemos una mayor cantidad de objetos, el segundo propósito de la investigación pasa por armar parámetros que establezcan el nivel de influencia y los aportes ejercidos por los inmigrantes en el ámbito de la ciencia, la industria, la gastronomía, el diseño y otros factores determinantes del progreso económico local”, añade Cárdenas.
Tras concluir el proyecto, el grupo de investigadores espera armar -en el marco de una nueva iniciativa- un repositorio o museo virtual en el cual queden plasmadas las imágenes de los objetos.
“Debemos cotejar las posibilidades. La facultad cuenta con una biblioteca digital, pero la idea es ambiciona al necesitar registrar, hacer un inventario y armar un seguimiento de las piezas. Por lo pronto, tomamos contacto con la fundación Investigación en Diseño Argentino (entidad dedicada al análisis, conservación y puesta en valor del diseño nacional) para asesorarnos sobre algunas cuestiones relacionadas”, destaca.
Investigadores
El proyecto cuenta con la participación de docentes de la Facultad de Artes con diferentes áreas de injerencia profesional.
El equipo está compuesto por Adrián Llovera (co-director) y los investigadores María Lombana, Graciela Valberdi, Carolina Villagra, Silvia Jiménez y Silvia Martínez. Además de Jorge Rivadeneira, José Nuno, Pablo Jiménez, Lucas Soler Razuri y Rubén Akim (colaborador).
Figuras religiosas
Una costumbre española
Esta imagen del Niño Jesús le pertenece a la familia de Carmen Cano García; integrante del Centro Andaluz Fede rico García Lorca. Según la costumbre, en el día de la boda, los recién casados suelen recibir una figura de estas características por parte de algún amigo o familiar. A lo largo del día, la nueva pareja acuesta esta representación religiosa en su casa como símbolo de prosperidad y buena suerte para la familia.
Utensilios de cocina
Para la repostería árabe
La familia Fiad conserva como recuerdo de sus antepasados diferentes moldes para cocinar maamul (también escrito en algunos sitios gastronómicos como ma'amoul o maamoul).
El nombre alude a unas masitas árabes rellenas con frutos secos, dátiles o pistachos. Estos dulces se consumen en ocasiones festivas o durante eventos de carácter religioso. Los utensilios están hechos de madera tallada y sirven para plasmar patrones decorativos sobre la superficie de la masa. Después, sigue una lluvia de azúcar impalpable antes de que queden listos para degustar. Entre sus tesoros, la colectividad libanesa cuenta con morteros, cazos tradicionales (de latón o cobre y con una asa alargada) para elaborar café y juegos de cuchillos.








