Le negaron salidas transitorias al homicida Conti

Le negaron salidas transitorias al homicida Conti

Había sido condenado a reclusión perpetua por la muerte de dos taxistas. Otra audiencia.

DURANTE EL JUICIO. Carlos Alberto Conti fue condenado por los homicidios de dos taxistas en 2006. DURANTE EL JUICIO. Carlos Alberto Conti fue condenado por los homicidios de dos taxistas en 2006.

Carlos Alberto Conti, condenado a reclusión perpetua en 2004 por el homicidio de dos remiseros, fracasó en su intento de lograr acceder a salidas transitorias y a un proceso de régimen de semilibertad. El defensor del penado anunció que apelará la resolución dictada por un juez de Ejecución.

Conti fue condenado por los homicidio de los remiseros Carlos Salazar (1 de enero de 2004) y de Claudio Pereyra (febrero de 2004). Ambas víctimas fueron asesinadas de un disparo en la nuca con un revólver calibre 32 que pertenecía a su padre. Después de matarlos, el joven utilizaba los vehículos que conducían para pasear por diferentes lugares de la provincia.

También fue señalado en otros dos crímenes: el de Miguel Ortiz  (un preventista que fue asesinado de un disparo en la cabeza en Famaillá) registrado en septiembre de 2003 y el del canillita Mario Oscar Basmad (atropellado por un auto similar al que le había robado a uno de los remiseros), en febrero de 2004. Sin embargo, las autoridades no pudieron sumar pruebas para imputarles esos homicidios.  Varios testigos dijeron que el acusado, cuando estaba alcoholizado, se vanagloriaba de que tenía cuatro “boletas” en su haber.

Han pasado casi 20 años de esos casos y aún sigue sobrevolando por los tribunales una pregunta: ¿Conti fue un doble homicida o un asesino serial? Los libros de la Policía Federal, Scotland Yard y FBI, entre otras grandes escuelas de investigadores, enseñan que se denomina así “a un individuo que mata a dos o más personas en un lapso de 30 días o más, con un período de ‘enfriamiento’ entre cada homicidio y cuya motivación se basa en la gratificación psicológica que le proporciona cometer dicho crimen”.

Más allá de que ese interrogante nunca se respondió, el “Caso Conti”, como fue conocido mediáticamente en esos días, captó la atención de los tucumanos. El protagonista era un joven de 21 años, estudiante universitario que vivía en Yerba Buena y que trabajaba en las fincas de caña que su familia tenía en Río Colorado y en Santa Rosa de Leales. Además, se supo que tenía severos problemas de adicción a la cocaína. En agosto de 2006, un tribunal integrado por los jueces Marta Cavalloti, Carlos Ruiz Vargas (presidente) y Emilio Páez de la Torre, aceptó la pena solicitada por la fiscal Marta Jerez y terminó condenándolo a reclusión perpetua. Cuando se leía el fallo, el joven de 23 años masticaba chicle.

Planteo

“El señor Conti lleva 18 años, seis meses y 15 días sin salir. Acá hubo un olvido, no de esta defensa, sino de todo el sistema que no tiene en cuenta el espíritu humanitario para una persona que quiere reinsertarse a la sociedad”, explicó Gustavo Morales. “Todos los informes que se le hicieron son favorables y además recomiendan que el interno necesita salir para fortalecer sus vínculos familiares y comenzar a trabajar para mantener a su familia”, añadió.

Antes de realizar el pedido formal, Morales destacó que a lo largo de estos casi 20 años, Conti recibió el apoyo de sus familiares y además está en pareja con una mujer de 39 años y tiene una hija de dos. “Es importante aclarar que el 5 de septiembre  de 2023 ya podrá acceder a la libertad condicional y el 5 de septiembre de 2024 cumplirá la condena”, informó. “No hay motivo alguno para impedir el proceso de readaptación. Hace cinco años que terminó el tratamiento de rehabilitación y el Sistema Penitenciario considera que tiene un comportamiento ejemplar con una calificación de 10”, insistió.

El profesional realizó tres pedidos formales:

- Solicitó que se le otorgue un régimen de semilibertad  para que pueda trabajar en la finca de sus familias de lunes a viernes de 7 a 20. Propuso que durante los primeros 30 días sea trasladado por el Servicio Penitenciario y que después de los 30 días lo haría de manera particular con control de una pulsera. Señaló que el empleador sería su padre y que cobraría $1.500 por día.

- También pidió que los sábados el condenado acceda a una salida transitoria para fortalecer los vínculos  con sus familiares. Según anticipó, el encuentro se realizaría en las casas de sus padres de Yerba Buena los sábados de 8 a 19.

- Requirió  que se le dicte una prohibición de acercamiento a favor de las víctimas para su mayor tranquilidad.

Rechazo

“Las condiciones en las que se encuentra el señor Conti van de la mano de la dura pena que se le impuso. Fue condenado por dos homicidios”, explicó la auxiliar fiscal Fernanda Antoni Piossek. “Además, faltan documentos claves como la actualización del informe criminológico en la carpeta”, añadió como un adelanto de su postura de negar el pedido de la defensa del acusado.

La representante del Ministerio Público Fiscal, con tono firme y sin responder a los ataques de la defensa, enumeró uno a uno los motivos por los que creía conveniente no brindarle salidas transitorias. “Me parecen excesivos los pedidos. Las salidas para trabajar y para visitar a sus familiares deben ser progresivas, puesto que se deben realizar informes sobre la conducta que tenga en esas salidas. Es importante que haya dejado de consumir hace cinco años, pero nada nos indica que no pueda sufrir una recaída”, razonó.

Antoni Piossek también cuestionó el régimen de semilibertad propuesto por la defensa. “En primer lugar no hay documentación de la AFIP que acredite la existencia de la empresa. Después, estamos hablando de que cumplirá una jornada laboral de 13 horas, cuando no pueden ser más de ocho. Por último, volverá a trabajar al lugar en el que terminó de demostrar su conducta delictiva”, destacó.

La resolución

El juez Gonzalo Ortega decidió rechazar el régimen de semilibertad propuesto por la defensa y cuestionado por el MPF. Sí aceptó analizar la posibilidad de que goce de salidas transitorias para fortalecer vínculos con su familia. Pero para que ello ocurra, el magistrado ordenó al Servicio Penitenciario que hasta el martes presenten el informe criminológico y la realización de una audiencia. En ese debate, el magistrado sólo deberá resolver si Conti contará con salidas transitorias para visitar a sus familiares.

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