Bocatormentas en mal estado: otro obstáculo para circular

El semáforo da luz verde y los vehículos comienzan a avanzar. Los primeros autos lo esquivan, pero es sólo cuestión de tiempo para que pase lo inevitable. Segundos más tarde, “se lo come” una moto. Y después una bici. Y más tarde otra moto. Hasta que el semáforo vuelve a rojo y los vehículos dejan de caer en “la trampa”. Pero después vuelve el verde, y la historia se repite... Eso es lo que pasa todos los días con las bocas de registro en Tucumán, esos círculos metálicos con tapa que hay en medio de las calles y que causan más de un dolor de cabeza a los conductores.

Algunas están en buen estado, hay que decirlo, pero también están las otras: con tapa rota, sin tapa (por robo, casi siempre) o levantadas o hundidas en el pavimento, todas esas pueden ser un problema para los que manejan. Néstor Bortoluzzi, por ejemplo, es bastante gráfico. “Tengo la llanta toda deteriorada por tras de esos pozos”, le cuenta a LA GACETA. Él hace delivery y constantemente circula por el centro. “Están en todos lados; nosotros los esquivamos, y andamos despacio (para prevenir accidentes). El problema es cuando rebalsan -resume-. Se llenan de agua y no se los ve. Entonces, el vehículo que no conoce, se las come”.

Según datos de 2022 de la web de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) en nuestra provincia hay más de 20.000 bocas de registro. Su objetivo -explican- es posibilitar la evacuación de aguas; son, entonces, “indispensables para el funcionamiento del sistema de saneamiento”.

Los problemas existentes

Algunas están desde hace muchas décadas, y otras son más nuevas. Las que tienen alguna dificultad son molestas para los transeúntes, y las que están en buen estado pasan desapercibidas. Pero todas son necesarias e importantes, explica Hugo Paliza, gerente de operaciones y de mantenimiento de la SAT. “Un sistema de recolección de líquidos cloacales está compuesto por cañerías que recolectan los residuos de cada casa; estas cañerías, por cuadra, tienen una cámara que denominamos boca de registro -comenta-; estas bocas tienen una tapa de acceso para poder hacer mantenimiento. Eso es lo que se ve, la tapa; y no sólo sirven para mantenimiento, sino para derivar (cambiar) la dirección de las cañerías”.

Hay dos problemas -dice Paliza- con las bocas: cuando se hace alguna refacción en la calzada, los marcos y las tapas no son respetadas, se tapan o quedan por debajo del nivel del asfalto (y se producen estos hundimientos); y además hay mucho vandalismo. “Al ser de hierro, son robadas para ser vendidas como metal. Y esto produce muchas dificultades al transeúnte -resalta-; y a veces el vandalismo puede superar nuestras capacidades de reposición”. Lo que sucede es que, en algunos casos, las tapas robadas son antiguas y es imposible reemplazarlas: hay que cambiar el marco y la tapa.

Según explica Paliza, en caso de que las bocas no estén alineadas con el asfalto -que es el mayor problema para los vehículos- “hay que coordinar con quienes hayan hecho el trabajo previo sobre la calle y realizar reclamos, o, de lo contrario, nos hacemos cargo nosotros para evitar problemas. Lo que sucede es que cuando agregan el asfalto, van aumentando el nivel de la calzada y dejan las tapas fuera de nivel”, añade.

Las bocas de registro son necesarias e importantes, sí, pero también presentan un peligro.

Resignados

No es una novedad. El que maneja sabe cómo evitarlas -dicen los conductores-, pero no siempre es posible. “Generalmente ya las conocemos -advierte el taxista Pablo Schiaffino-. Según cómo va el tránsito las esquivamos; pero por ahí no podés hacer maniobras de giro para eludirlas porque la arteria está muy congestionada”.

Pablo está esperando pasajeros en la esquina de Muñecas y Santiago. Allí hay una boca de registro. En realidad, está pero casi no se la ve, porque hay varios centímetros de asfalto que sobresalen. Está camuflada; y ruedas de autos, de camionetas y de colectivos “caen” dentro.

“Se lo viven comiendo”, dice Estefanía, que atiende un quiosco en esa esquina. “Y pasa a cualquier hora del día -resalta-; no hay bocinazos ni gritos, pero sentís el golpe de la rueda cayendo sobre la tapa de hierro”.

Para completar, la tapa está rota. “En capital he visto muchas (bocas de registro), y por distraído alguna me agarré, porque la tapa estaba dada vuelta”, dice Jorge Paolucci y reflexiona: “ yo ando en camioneta, entonces mucho no me afectan estos problemas, pero pienso en los motociclistas o en los que manejan autitos nuevos”.

La responsabilidad del mantenimiento de las bocas es de la SAT, confirma Alfredo Toscano, secretario de Obras Públicas del municipio de la capital. “Cuando se hacen refacciones y van quedando restos de cemento, entonces se produce el hundimiento; el otro gran problema es el robo de las tapas”, confirma. Mientras tanto, los conductores no tienen de otra: ya están resignados. “Uno sabe donde están, pero a algunas veces sí te los comés. En el centro mucho no podés esquivar, y cuando llueve, no los ves, nunca”, comenta Nicolás Lobo.

Denunciar

Ante problemas con las bocas de registro, ya sea por levantamiento o por alguna situación particular con las tapas, se pueden realizar denuncias vía WhatsApp al teléfono 3813576428 o por mail a sat@aguasldetucuman.com.ar.