Recalde calificó la causa “Vialidad” como una persecución

El ex diputado, que aspira a representar a los abogados en el Consejo de la Magistratura, visitó Tucumán. Se manifestó a favor de ampliar a 25 el número de miembros de la Corte Suprema.

Abogado laboralista y asesor de la Confederación General del Trabajo, Héctor Recalde visitó Tucumán esta semana por dos motivos. El primero fue disertar dos veces en el Colegio de Abogados de la Capital. El miércoles expuso sobre “Nuevas tecnologías aplicadas al trabajo”, en el marco del II Ciclo de Conferencias del Mes del Abogados. Al día siguiente participó de la “Charla gremial” sobre “El rol del abogado en el actual sistema de Justicia”. La segunda razón es porque está en campaña. Es precandidato a representar a los abogados con matrícula federal en el Consejo de la Magistratura. Las elecciones (toda una antesala de los comicios presidenciales de 2023) fueron convocadas para el 5 de octubre. En la entrevista con LA GACETA habló de diversos temas, desde la composición de la Corte Suprema de Justicia de la Nación a la causa “Vialidad”, proceso al que calificó como una persecución.

- Ya integró el Consejo de la Magistratura como representante de la Cámara Baja. ¿Qué propuestas impulsa para volver a ser consejero, esta vez en representación de los abogados?

- El eje, a modo de síntesis de mis propuestas, es convertirme en el abogado de los abogados. Es decir, trabajar para que su voz se escuche. El Poder Judicial posee una integración que no tiene mucha apertura fuera de lo que es “la familia judicial”. Debe haber igualdad de trato en los concursos y para ello hay que fijar pautas claras y que haya mucha publicidad. La propia celebración de los concursos debería ser filmada y publicitada para que se instale en la opinión la información de cómo se juzga a los candidatos a acceder a un puesto en el Poder Judicial. Y también quiero contribuir a resolver algunos problemas que yo creo que tiene en estos momentos el Poder Judicial.

- ¿Por ejemplo?

- Estoy en absoluto de acuerdo con la propuesta de ampliar el número de miembros del Poder Judicial. He sido muy cuestionador de los fallos de la Corte Suprema. Y en cuanto a las personas (de los magistrados), he juzgado inconveniente la forma en que dos de ellos accedieron a la magistratura. Fueron propuestos por decreto, que no es el camino (N. de la R.: se refiere a los casos de Carlos Rosenkrantz y de Horacio Rosatti). Después se corrigió eso. Pero digamos que aceptaron comenzar mediante un procedimiento irregular: ser designados por decreto (del entonces presidente Mauricio Macri). Yo lo que también haría sería preguntarles a los demás miembros del Consejo de la Magistratura en qué nos podemos poner de acuerdo para mejorar el sistema de Justicia, más allá de las fronteras ideológicas y partidarias. Buscar consensos. Y a la luz pública, porque no tiene por qué haber secretismos.

- Pero la ampliación del número de miembros de la Corte, a partir del proyecto del oficialismo para llevarlo a 25 miembros, no encuentra consensos. Usted, que avala la propuesta, ¿qué reivindica de ella?

- Creo que hacen falta dos cosas. Por un lado, la regionalización de la participación. Por otro, la paridad de género. Son dos requisitos que a mi criterio serían fáciles de solucionar con otro número de integrantes de la Corte porque, evidentemente, con cinco personas no se van a poder alcanzar estos objetivos. Fíjese, además, que es muy difícil que un abogado reúna los conocimientos de todas las ramas del derecho, que son muchas. Entonces, tal vez haya mayor especialización con un número mayor de vocales. Sean 24 o 25. Estoy de acuerdo con elevar bastante la cifra de vocales. Por caso, el senador Adolfo Rodríguez Saá proponía que sean nueve. Me parece escaso el número. Si vamos a poner manos a la obra, tratemos de que sea más amplio. Pero son temas opinables que merecen debates sin apresuramientos y a fondo.

- A modo de paréntesis en cuanto al debate judicial, y sobre todo teniendo en cuenta su trayectoria como asesor de gremios y de la propia CGT, ¿también debería haber paridad de género en el sindicalismo argentino?

- Sí, por supuesto. En todas partes debe haber paridad de género. Hay que incentivar una mayor participación de la mujer. Verdaderamente, por cuestiones culturales, de idiosincrasia o históricas, la mujer participa poco. No alcanza, entonces, con un cupo del 30%. Yo sostengo que debe haber paridad. Claro está, hay actos preparatorios para llegar a esto. Entonces, cumplamos con esos actos preparatorios.

- La actual crisis económica y financiera de la Argentina, ¿cómo está impactando en los trabajadores y en los abogados?

- Todos los números macro de nuestra economía están bien. Incluso, el desempleo ha bajado un 7%. Y también creo que así como los números macro dan bien, lo que hay que mejorar urgentemente es la distribución de la riqueza nacional. Hoy, un trabajador formal tiene lo que yo llamo “pobreza por ingresos”, porque no llega a fin de mes. Y, en realidad, un trabajador debería estar cubriendo holgadamente las necesidades básicas. Es más: no sólo debería llegar a fin de mes, sino también tener capacidad de ahorro y de disfrute. Cuando los italianos luchaban en el siglo XX por la reducción de la jornada de trabajo postulaban ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso y ocho horas de esparcimiento. Hoy no se cumple eso. Bueno, yo no sólo aspiro a que eso sí se cumpla, sino a que se disminuya la jornada de trabajo. Hice un ejercicio matemático: tenemos 6,5 millones de hombres y mujeres que trabajan en empleos privados, bajo relación de dependencia. Si cada una de estas personas trabajara una hora menos no estaríamos creando trabajo, pero sí distribuyendo trabajo a más de 900.000 personas. No es poca cosa.

- En el contexto de la crisis, justamente, el empresariado y numerosos economistas están reclamando una reforma laboral porque los costos laborales son muy altos para los empleadores en la Argentina, con la legislación actual.

- Juan Carlos Pugliese, cuando fue ministro de Economía de Raúl Alfonsín, dijo una frase célebre tras una reunión con empresarios e industriales: “les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo”. Yo a los empleadores quiero hablarles con el corazón y con el bolsillo, porque está probado que la reducción de la jornada laboral tiene dos efectos fundamentales: aumenta la productividad y disminuye los accidentes de trabajo, con lo cual bajan los costos laborales. Entonces: yo creo en la reforma laboral, pero en el sentido del artículo 75, inciso 19, de la Carta Magna nacional, que da jerarquía constitucional al principio de justicia social. Y, además, establece la progresividad de los derechos. Es decir, siempre avanzar en materia de derechos. Ni hablar de la participación de los trabajadores en la ganancia de las empresas: es una cláusula constitucional. Lo digo como autocrítica: fui 12 años diputado nacional y mis propuestas en este sentido nunca tuvieron eco. Así que hay muchas tareas parar el hogar para los que queremos que mejore la situación de nuestro pueblo. Sobre todo en contexto de endeudamiento externo como el actual... El endeudamiento sí que fue una pesada herencia. El préstamo que nos otorga (el FMI) era mucho mayor a los 44.000 millones de dólares que se tomaron y yo aplaudí que el Presidente de la Nación decidiera no recibir el resto para no endeudarnos más. A esa pesada herencia la carga todo el pueblo argentino. Y la mayoría de esos dineros no fueron para el consumo ni a inversión, sino para abrir cuentas off shore o están ocultas en algún paraíso fiscal.

- Le tocó venir a Tucumán en la semana en que comenzó el juicio “Vialidad”. Cómo evalúa el desarrollo del proceso.

- No voy a hablar de la tarea de los fiscales porque soy miembro del Tribunal de Enjuiciamiento de los fiscales. Pero sí voy a hablar del origen de esta causa. No tiene ningún asidero fáctico. No hay un “Derecho Penal de las personas”. El Derecho Penal es con relación a los hechos. Aquí yo no consigo siquiera un dicho de Cristina Fernández de Kirchner que dé lugar a una sospecha. Sólo hay retórica. No basta que consideren que es culpable, como algunos han dicho. Hay que puntualizar el hecho. El hecho debe estar circunstanciado en tiempo y lugar. Y no existe eso. Entonces, la verdad, creo que hay una persecución. Y con toda autenticidad, porque soy parcial, incurablemente parcial diría el poeta uruguayo Mario Benedetti, creo que Cristina es una de las mujeres más talentosas que tiene este país y una clara conductora del movimiento nacional y popular. Habría que preguntarles a las trabajadoras y los trabajadores qué opinan. Creo que la respuesta sería muy amplia a favor de Cristina.

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