Cascada del Río Noque: cómo llegar a una de las vertientes secretas más bellas de Tucumán

Cascada del Río Noque: cómo llegar a una de las vertientes secretas más bellas de Tucumán

Una propuesta para escaparse cerca de casa y acampar en cualquier playita de montaña.

 ESPECTACULAR. En medio de la selva, como salida de una postal, aparece la cascada del río Noque. ARCHIVO LA GACETA ESPECTACULAR. En medio de la selva, como salida de una postal, aparece la cascada del río Noque. ARCHIVO LA GACETA

Empezaron las vacaciones de invierno y, al menos hasta el fin de semana, el pronóstico promete más de estos bendecidos días tucumanos, en los que el invierno se vuelve primavera. Si buscás una escapada cerca del Gran Tucumán, el Parque Sierra de San Javier -que pertenece a la Universidad Nacional de Tucumán y que cuenta con cerca de 14.000 hectáreas protegidas-, es una de ellas. Allí se ocultan cautivantes rincones de reserva natural, como la Cascada del Río Noque. A continuación, una guía para adentrarse en este circuito:

Los cursos de agua siempre son mágicos, subyugantes y atrapantes. El sosiego llega de manera inmediata ante el simple ejercicio de contemplación: sentarse frente a ellos a ver y oir el agua fluir. La cascada supone esta experiencia de paz. A lo largo de todo el recorrido, el caminante bordea un sinuoso y ruidoso río de montaña que culmina en una caída de agua de unos ocho metros de altura, precisa a este diario Rodolfo Salinas Collado, director Operativo y Administrativo del Parque.

Se trata de uno de los destinos más convocantes del cerro, ya sea en verano o en invierno. Pero aún así, todavía muchos tucumanos no lo conocen. Y se los oye hacer comentarios maravillados ante su primera excursión. Si bien el camino se encuentra señalizado y es fácil de transitar, hubo casos de personas extraviadas, como las dos hermanas jubiladas que años atrás se perdieron, pasaron la noche allí y grabaron un desopilante video pidiéndoles ayuda a sus familiares. O las 11 personas que, en 2020, debieron ser rescatadas.

Además, resulta frecuente la presencia de guardaparques universitarios en la zona, especialmente en el acceso, donde se cobra una entrada general de $ 200 por persona. Para afrontar el desafío de internarse en esa espesa vegetación selvática se debe tomar la avenida Aconquija, en la ciudad de Yerba Buena, y continuar luego por la ruta 340. Una vez arriba, hay que seguir por la ruta en dirección norte; es decir, por el camino hacia el valle de La Sala, hasta encontrar los viejos monoblocks de la Ciudad Universitaria, el Bosque de la Memoria y el Monumento a Mercedes Sosa. Inmediatamente después, en el kilómetro 10.5, aparece un cartel, a la izquierda, que indica el acceso al Río Noque.

Desde ahí, una escalinata, demarcada con barandas de madera, hace de guía hasta el descenso al río. Si bien ese primer tramo suele ser exigente, debido al desnivel (ya sea para bajar o para subir) luego el trekking se vuelve absolutamente ameno. Tras unos 20 o 40 minutos de una caminata selvática, en un terreno dominado por las plantas epífitas, se llega a la Cascada, donde el agua se escurre entre enormes piedras para finalmente caer en un piletón natural en el que, en verano, se puede nadar.

"El salto de la cascada es hermoso. Refleja la belleza del lugar. Además, en todo el trayecto hay largas líneas de playas hacia los costados y lugares aptos para el acampe, ideales para pasar el día", añade Salinas Collado. La dificultad es baja y se recorren, en total, entre 500 y 600 metros. En 2018, Tucumán participó de la campaña 7 Maravillas Naturales Argentinas, que busca resaltar la identidad y los tesoros de cada territorio. La Cascada del Río Noque fue uno de los lugares postulados en aquel entonces por el Ente de Turismo.

Lamentablemente por ahora y debido a los fuertes vientos del fin de semana, el camping El Lago se encuentra clausurado. "Hubo caída de árboles y debemos ahora proceder a su extracción", concluye el funcionario universitario.

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