Jugando a las escondidas en la Casa Histórica

Jugando a las escondidas en la Casa Histórica

En el álbum de este 9 de Julio falta una foto: no hubo saludo entre Rodríguez Larreta y Manzur.

LEJOS, TAN CERCA. Los referentes de Juntos por el Cambio saludan, por separado del oficialismo, al arzobispo.  la gaceta / foto de JUAN PABLO SANCHEZ NOLI LEJOS, TAN CERCA. Los referentes de Juntos por el Cambio saludan, por separado del oficialismo, al arzobispo. la gaceta / foto de JUAN PABLO SANCHEZ NOLI

Nunca se cruzaron. Y eso que la Casa Histórica no tiene el tamaño del Palacio de Versalles. Es un inmueble de dimensiones modestas porque le hace justicia a su propia historia: era una vivienda en 1816. La de Francisca Bazán de Laguna. Pero en la noche del viernes pasado, ese ámbito fue lo suficientemente amplio como para que Horacio Rodríguez Larreta no se viera con Juan Manzur. Por tanto, no hubo saludo entre uno y otro.

Las razones llegaron desde la Patagonia. Esa tarde, en El Calafate, la vicepresidenta Cristina Fernández había disparado contra la Ciudad de Buenos Aires: sostuvo que era el distrito que más dólares gastaba y que menos producía. “El dato está mal”, refutó el jefe de Gobierno porteño. Luego explicaría en LA GACETA que CABA exporta 7.000 millones de dólares anuales en servicios. Pero al acto que organiza la Municipalidad de San Miguel de Tucumán para recibir el 9 de Julio entonando el Himno Nacional llegó poco menos que indignado. La embestida de la presidenta del Senado planteaba una “contradicción fundamental”. Si se encontraban cara a cara Rodríguez Larreta y el jefe de Gabinete del Gobierno que integra Cristina, ¿cuál debía ser la reacción? ¿Hacer de cuenta que nada había pasado? ¿Formular un reclamo en el solar patrio?

Esa inquietud también estaba latente en el oficialismo tucumano. En rigor, no tenían confirmación de que el “presidenciable” fuera a asistir. Había rumores y consultas informales al alfarismo, hasta que el miércoles, en Panorama Tucumano, el periodista Federico van Mameren precisó que Rodríguez Larreta estaría en Santiago del Estero, presto para venir. En la intendencia eran esquivos porque recordaban que Mauricio Macri y Gabriela Michetti habían sido abucheados a la salida del tedéum del 9 de Julio de 2016, cuando un perspicaz grupo de manifestantes logró eludir todos los vallados montados, justamente, por la Provincia.

Ante la duda, una encumbrada funcionaria del Frente de Todos montó guardia el viernes en la Casa Histórica. Llegó temprano, como -casualmente- nadie del Gobierno. Y cuando vio llegar al intendente Germán Alfaro con Rodríguez Larreta se ubicó disimuladamente detrás de un árbol y sacó el celular. Había comenzado el juego de las escondidas.

El tucumano y el porteño entraron sin demora. Adentro se encontraron con el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales. El radical y Rodríguez Larreta ya habían estado juntos en Santiago, pero llegaron a Tucumán por separado. El presidente de la UCR nacional, por caso, venía de una reunión con “correligionarios”. Y arribó a la Casa Histórica no desde la plaza Independencia sino desde barrio Sur, de a pie.

Como si alguien hubiera contando hasta “cincuenta y uno”, de repente aparecieron las autoridades del oficialismo provincial y nacional, e ingresaron al solar. Pero como si fuese un laberinto, nunca se toparon con los visitantes de la oposición.

Cuando unos salían al patio del aljibe, otros entraban al salón de platería. Cuando los primeros pasaban a la sala virreinal, los segundos iban al Salón de la Jura. Cuando estos encaraban la sala de música, aquellos trasponían el primer patio, rumbo a la peatonal Congreso. Los opositores se cuidaron de coincidir donde los oficialistas, inclusive, a la hora de saludar al arzobispo Carlos Sánchez.

La foto del “ecuménico” saludo político, finalmente, no fue.

Como se analizó en la edición dominical de este diario, Alfaro capitalizó la foto con Rodríguez Larreta y con Morales. Pero hubo más: el porteño y el jujeño jugaban muy coordinadamente a las escondidas. Entre los testigos quedó la sensación de que esa dupla (sin arriesgar el orden de los factores) puede llegar a arrojar algún producto para 2023.

Como bien se ha dicho, durante los festejos patrios la dirigencia política estuvo “por encima” de las diferencias y los actos se desarrollaron sin incidentes. Piedra libre por la grieta, que estaba “por debajo”.

REUNIÓN CON DIRIGENTES TUCUMANOS DEL PRO

“Tenemos que tener más gobernadores, más diputados y más senadores. Mauricio (Macri) llegó con cinco gobernadores, tenemos que llegar con más de 10”. Ese fue uno de los mensajes centrales que Horacio Rodríguez Larreta dejó a los dirigentes tucumanos del PRO con quienes se reunió antes de la “vigilia” por el 9 de Julio. “Debemos tener gobiernos provinciales que promuevan exportaciones, que generen trabajo, para eso hay que gobernar”, insistió.

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