La homilía
Carlos Sánchez Carlos Sánchez
10 Julio 2022

Pobreza y necesidades

Hoy nuestra Patria es un Pueblo hambriento, desconcertado, preocupado, herido…  

En muchas familias falta el pan cotidiano y el trabajo digno. Ha crecido la pobreza.

Hay hambre de justicia y dignidad, de respeto y cuidado de la vida en todas sus etapas.

Hay hambre de paz social, de respeto a la Constitución y de democracia auténtica.

Hay hambre de diálogo, de encuentro y participación para superar divisiones y enfrentamientos.

Hambre de verdad, de una educación que ponga en primer lugar a la persona humana, que no imponga ideologías, que conduzca a pensar y realizarse dignamente.

Hay hambre de libertad y de una vida más segura y cordial.

Hay hambre de confianza y trabajo mancomunado entre todos por el bien de todos.

Hay hambre de esperanza y consuelo… Hay hambre de fraternidad y de amor.

El pedido y la reflexión

ante tanta necesidad quizá nosotros tengamos la tentación de los discípulos del Evangelio… “Maestro despide a la gente…” que se las arreglen como puedan…

Tenemos la tentación de borrarnos ante las necesidades del hermano, de pasar indiferentes, de ningunearlos, de despacharlos…

Hoy nuevamente Jesús nos dice… “Denles de comer ustedes mismos”. Jesús quiere compartir con los discípulos su pastoreo a la gente, que estaban como ovejas sin pastor.

Nos invita a compartir su cuidado y atención a la gente con nosotros, los que tenemos el servicio de la autoridad: padres, maestros, gobernantes, profesionales, empleados, obreros, empresarios, religiosos, intelectuales…

Asumir el compromiso

Ante las necesidades de nuestros hermanos argentinos partamos y compartamos. (...) Los satisfechos tenemos que salir a buscar a los que están hambrientos, haciéndonos responsables de las fragilidades de los demás buscando un destino común. Ofrecerle el pan de la dignidad, de la fraternidad, del amor…

Nuestros próceres, nuestros padres y nosotros soñamos con una Argentina mejor. Que hagamos realidad este sueño con nuestro compromiso cotidiano de compartir lo que somos y tenemos…

Caminemos juntos buscando la reconciliación y el bienestar de todos, porque necesitamos una comunidad que nos sostenga en los mismos objetivos y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar y caminar hacia delante, con esperanza.

Salgamos de nosotros mismos y de nuestros propios intereses. Digamos sí a la cercanía y no al aislamiento, sí a la cultura del encuentro, no a la del enfrentamiento.

Amemos y sirvamos a la Patria creciendo en fraternidad, promoviendo la amistad social. Es tarea y responsabilidad de las dirigencias de todos los ámbitos, sin distinciones, en especial las autoridades gubernamentales, desde las decisiones en políticas públicas, en favor de todos y de forma especial de los que más sufren.

Asumamos el compromiso responsable de trabajar unidos por el bien común, todos los ciudadanos, madurando en los distintos valores morales (...)

Nuestros próceres nos han legado una patria hecha con sangre y sudor, con amor y  sacrificio. Ahora la vemos desgarrada por la pobreza, el endeudamiento y la falta de un proyecto de Nación. Queremos una Patria de hermanos…

El mensaje

Volvamos nuestro corazón a Dios, con una autocrítica profunda que, superando las acusaciones mutuas, y la búsqueda permanente de culpables, nos permita mirar los errores individuales y colectivos, convertirnos y comprometernos en la reconstrucción de la patria desde la fraternidad y la amistad social. Que la Virgen de la Merced nos proteja con su ternura maternal a nuestra bendita Patria la Argentina. Que los Santos y Beatos argentinos - Cura Brochero, Mamá Antula, Fr. Mamerto Esquiú, mártires riojanos y del Zenta y otros - nos animen a trabajar por el bien de todos e intercedan por nuestra Patria Argentina.

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