JxC: una golondrina no hace acuerdo

JxC: una golondrina no hace acuerdo

JxC: una golondrina no hace acuerdo

El runrún comenzó mediante mensajes de Whatsapp entre los cambiemistas tucumanos. También en el oficialismo provincial. Algunos de los protagonistas del cónclave comenzaron a recibir inquietudes y consultas de distintos dirigentes, propios y ajenos, sobre el acontecimiento. El cónclave del que participaron los espacios políticos de “los intendentes” que integran Juntos por el Cambio (JxC) generó revuelo. La cena fue el miércoles en un hotel de Yerba Buena y fueron de la partida los jefes municipales Germán Alfaro (Capital), Mariano Campero (Yerba Buena) y Sebastián Salazar (Bella Vista) y el ex de Concepción y actual diputado Roberto Sánchez (su reemplazante, Alejandro Molinuevo, no pudo concurrir). También concurrieron el secretario de Gobierno capitalino, Rodolfo Ocaranza, y el jefe de Gabinete de Yerba Buena, Manuel Courel.

Tras las últimas elecciones nacionales en las que confrontaron las distintas líneas de JxC y emergieron como principales vencedores Sánchez y Alfaro, la coalición había entrado en un letargo que sólo fue interrumpido esporádicamente por distintos sectores para cruzar críticas mediáticas y para el trabajo en las comisiones que elaboran posibles planes de gobierno. Desde distintas vertientes venían reclamando a ambos dirigentes que pusieran en marcha y lideraran el proceso de unidad y de definiciones hacia las provinciales de 2023. De hecho, el encuentro entre ellos dos era “el” asunto pendiente. Con personalidades opuestas y modos distintos de ver la política, el presidente de la Unión Cívica Radical (UCR) y el titular del Partido por la Justicia Social (PJS) habían mantenido la distancia y eso continúa.

Si bien el acercamiento es un primer paso, la cita dejó sabor a poco entre los convidados y en alerta a los que no lo estuvieron. La golondrina auspiciosa del acercamiento no hizo, al menos por el momento, verano alguno. El antiquísimo refrán, que da cuenta de que una acción particular no implica algo sostenido o un cambio sustancial, parece graficar la sensación que dejó puertas adentro.

El contexto no es del todo promisorio. La mesa política del principal armado disidente, integrada por los partidos que la componen, se reunió hace más de cinco meses ¿Qué implica? Que, por ejemplo, y pese a las turbulencias en el país, no ha habido acciones ni pronunciamientos conjuntos. Tampoco se avanzó en las estrategias ni en las definiciones mínimas e iniciales con la mirada puesta en el año electoral. A esto se suma que al menos tres de los espacios siguen sosteniendo a sus postulantes a gobernador: Alfaro, Sánchez y Sebastián Murga (CREO).  

Los antecedentes inmediatos de la cita fueron dos: un encuentro entre Campero y Alfaro con excusas de gestión para limar asperezas de la campaña y la reunión de trabajo e intercambio de experiencias de gestión de los radicales Campero, Molinuevo y Salazar con Alfonso Prat Gay y Ricardo López Murphy.

Miradas desde la mesa

La mayoría de los sectores participantes coincidieron en que no hubo grandes determinaciones, pero que al menos pudieron dialogar y que acordaron volver a reunirse tras las vacaciones de invierno. Ordenar el espacio es el gran desafío. Tal como adelantó el columnista Fernando Stanich ayer, hubo algunos contrapuntos, sobre todo entre Campero y Alfaro, los protagonistas más temperamentales y locuaces.

La iniciativa fue del tándem Sánchez-Campero, que invitó al resto. No hubo foto ni documento conjunto y la reunión se extendió cerca de dos horas. En términos muy generales, con base en los relatos de los entornos, hubo dos grandes momentos. Durante la primera parte, se habría hablado de la realidad nacional y provincial. La idea, acordaron, es dar muestras de que son una oposición responsable y tomar con cautela lo que sucede en el país. La desconfianza en los recursos reales con los que cuenta la Provincia, como la cantidad de obras públicas, también se habría traslucido en la conversación. La idea de que hay una oportunidad de ganar las elecciones  y de que hay que mostrar que JxC local es la alternativa de poder sobrevoló todo el tiempo.

El tema electoral en sí fue el otro gran tópico. En la charla, surgió que el margen para los avances de tintes proselitistas es corto: la gente está empobrecida, insegura y enojada. Se habló de la posibilidad de nacionalizar el rechazo al intento del oficialismo de mover la fecha de las elecciones de agosto a junio. La propuesta sería llevar la cuestión a la Justicia, mediante la participación de algún jurista reconocido en el ámbito nacional. Rechazaron que se pretendan cambiar las reglas de juego a un año de los comicios.

Cómo y cuándo se definirán las candidaturas fue un tema urticante y que se terminó pateando para más adelante. Avanzar en un acuerdo político por la fórmula, de acuerdo mencionaron, sería lo ideal. Off the record, todas las líneas involucradas reconocen que es una empresa complicadísima. No imposible, pero sí muy difícil. Si todo sigue como hasta ahora, la definición, vaticinan, será contrarreloj y “traumática”.

Sostienen que no sobra ni un voto, ni dirigente. Al contrario, la necesidad es no sólo consolidar sino sumar ¿A quiénes y cómo? Ese debate será en otro capítulo. Los tiempos también son relativos para las distintas vertientes: algunos creen que las definiciones tienen que acelerarse y otros, que hay que dilatarlas hasta que se acerque más la época de los comicios. Además, mostrarse sin resoluciones, dicen, desconcierta también al oficialismo.    

En los alrededores del tándem Sánchez-Campero comentan que habrían rechazado que la determinación de los candidatos venga desde Buenos Aires. Habrían propuesto, dicen, armar un espacio netamente local que apoye JxC, pero con autonomía en sus decisiones. Temen que a último momento se impongan candidatos desde la mesa nacional. Deslizaron que Alfaro tendría la necesidad de contar con ellos y aducen que el crecimiento de la figura de Sánchez permanece intacto. Rechazaron de manera tajante que sus referentes pretendan romper el espacio; al contrario, aseguran, que es clave resignar y hacer los esfuerzos para que todos queden dentro de un armado con potencial ganador. En LG Play, Sánchez mencionó que una alternativa sería ir a internas y hasta propuso implementar el voto electrónico.

En el alfarismo, habrían recogido el guante de la sospecha de definición desde Buenos Aires. Consideraron que eso se debería a que los otros se verían en desventaja en relación al apoyo de Horacio Rodríguez Larreta, uno de los mejores posicionados para las presidenciales. En esa línea, en la dirigencia capitalina consideraron una paradoja que hayan acusado antes a Alfaro de querer quebrar al armado y que ahora pretendan proponer despegarse de JxC con alguna especie de versión local. Sostienen que es clave trabajar en sintonía con la mesa federal cuando hay altas chances, opinan, de que vuelva al poder.    

Un detalle que no pasó inadvertido en la vigilia del 9 de julio dio cuenta de cómo sigue el vínculo Sánchez-Alfaro. El gran ausente en la foto de la oposición fue precisamente el presidente del radicalismo tucumano. En público comentó que no fue invitado por el Municipio. Alfaro, por lo tanto, se quedó con la foto del día, ubicado entre Rodríguez Larreta y Gerardo Morales. Horas antes, Sánchez sí tuvo su “lanzamiento” en el locro radical junto al jujeño, que expresó su apoyo y dijo que el radicalismo podría imponerse en JxC. Esa misma noche, tanto el jefe de Gobierno porteño como el intendente de San Miguel de Tucumán los cruzaron sutilmente en diálogo con este diario: afirmaron que era muy pronto e inadecuado hablar de candidaturas.  

El otro sector invitado, el del intendente Salazar, vadea entre los sectores, sin entrar en conflicto y con sus propias posturas. La tirantez con Sánchez por la interna radical parece superada. El jefe municipal tampoco se muestra trabajando en conjunto con Alfaro, como en otras oportunidades.

De la reunión, en ese segmento concluyeron que el trabajo para llegar a un acuerdo será arduo y defendieron que hay que mantener los encuentros aún cuando impliquen confrontaciones. Cerca de la intendencia del este consideran que los intendentes tienen que liderar el armado y que el proceso electoral marcó la responsabilidades de los jefes municipales.

Observaciones desde afuera

La reunión repercutió en todo JxC, sobre todo, en quienes no participaron. Los dirigentes de otras líneas y partidos se dividen entre la satisfacción por que al fin se dio este encuentro y la desconfianza por lo que puedan acordar internamente “los intendentes”. Fuentes del PRO lamentaron que la mesa no haya podido reunirse aún. Si bien hay referentes diseminados en las distintas vertientes, afirmaron que se reagruparon tras los comicios del año pasado. En general, vieron como positiva la reunión pero advirtieron que los liderazgos deben surgir del consenso y que, si bien los jefes municipales tienen ventaja porque están gobernando, no habrían llegado con partidos “puros” sino con aportes de todos los socios cambiemistas. En CREO manifestaron que la cita tenía que suceder, pero desconfiaron de que se genere un avance genuino. Públicamente, el partido es más cercano a Sánchez-Campero y confronta con el alfarismo. También recibió llamados de sectores liberales nacionales. Sostienen que encabezar un armado no puede ser por imposición. Consideran que no están en los planes de Alfaro ni Alfaro en los de ellos, pero que están dispuestos a acordar si es que hay coincidencias en temas clave como el gasto político o las testimoniales. De otra manera, podrían buscar otro rumbo. Creen que no está dada la madurez política para avanzar en un acuerdo por el momento. Desde la Coalición Cívica vienen pidiendo que se retome un ámbito que incluya a todos y en el que se discutan pautas claras de convivencia y éticas para los miembros. No ven con buenos ojos que las decisiones se limiten a unos pocos, sino que la dinámica debería ser más amplia.

El runrún continuará en JxC y los intentos por ordenar el espacio, también. De todas maneras, si una reunión es noticia porque sucedió y no por sus definiciones es porque es sólo una golondrina y no un anuncio del verano.

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