Por Lucía Lozano
09 Julio 2022
Un informe de la Sociedad Latinoamericana de Emergencias Pediátricas revela que seis de cada 10 accidentes de niños se producen por caídas. La mayoría de los traumatizados son varones de uno a cuatro años y las lesiones más frecuentes acontecen en el hogar El Manual de Prevención de Accidentes de la Sociedad Argentina de Pediatría enumera las potenciales lesiones de un menor en el hogar:
- Cocina: el mayor riesgo son los mangos de utensilios asomando de mesadas o cajones, artefactos eléctricos y elementos cortantes, perillas de cocina que puedan abrirse fácilmente y productos de limpieza.
- Baño: las intoxicaciones con monóxido de carbono cuando el calefón o termotanque está en ese ambiente son uno de los accidentes más comunes. Además, traumatismos por caídas, quemaduras por agua caliente o calefactores, ingestión de medicamentos.
- Living comedor: las alfombras pueden causar tropezones, así como los desniveles. Enchufes sin tapa, lámparas de pie con cables expuestos, “zapatillas” que llaman la atención de los pequeños, hogares a leña, adornos, floreros o jarrones que pueden romperse y causar cortes.
- Balcones y terrazas: la caída al vacío es el riesgo principal. Siempre deben revisarse las barandas, así como colocar protección metálica, de soga o plástico. No son lugares donde los niños deban jugar sin la presencia de un adulto, dicen los especialistas.
- Dormitorio: además de las caídas de la cama (que si son cuchetas pueden ocasionar golpes graves), los niños pueden lesionarse si se dejan llaves de placares a su alcance, si se guardan tijeras o alicates en los cajones a los que ellos acceden, por atragantamiento con algún juguete u objeto pequeño, o fallas en los sistemas de calefacción.
- Lavadero: la presencia de artefactos eléctricos y agua, de por sí constituye un lugar de cuidado tanto para adultos como para niños. Además, los productos de limpieza y/o tóxicos de jardinería que allí suelen almacenarse representan un peligro extra.
- Garajes: suelen albergar herramientas u objetos para la reparación de averías del hogar, que son especialmente peligrosos si se encuentran al alcance de los niños. Y los patios y jardines suelen ser los lugares de esparcimiento por excelencia, sin embargo, una pileta sin protección, brasas encendidas en la parrilla, un pozo mal tapado, una rama de un árbol, una planta con espinas o una baldosa floja son potenciales disparadores de “accidentes”, que pueden preverse.
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