Día Internacional del beso robado: ¿por qué se celebra este día?

Día Internacional del beso robado: ¿por qué se celebra este día?

Hace 16 años se conmemora en el mundo esta efeméride por una postal adoptada como símbolo y que oculta una polémica historia.

Símbolo del fin de la guerra por Alfred Eisenstaedt. Símbolo del fin de la guerra por Alfred Eisenstaedt.
06 Julio 2022

Hoy, como cada 6 de julio y desde hace 16 años, se celebra el Día internacional del beso robado. Pero a pesar de su popularidad y extensión a través de los distintos rincones del planeta, la efeméride fue duramente cuestionada durante los últimos años ya que “robar un beso” habla en verdad de hacerlo sin el consentimiento de la otra persona.

Se trata de un festejo que surgió en 2006 y se popularizó en gran parte del mundo. Si bien la fecha no tiene un origen claro, muchos lo atribuyen a una costumbre que viene del siglo XIX en Gran Bretaña.

Sin embargo, durante los últimos años, la celebración fue puesta en duda, ya que se trata de un beso dado a otra persona sin su consentimiento, lo que se emparenta con una situación de acoso o abuso. Por su parte, quienes defienden este día, sostienen que la fecha destaca el coraje de las personas que se atreven a expresar sus sentimientos por otra persona.

Más allá de la polémica, cada vez que se menciona un "beso robado", sin dudas surge en la icónica foto tomada por Alfred Eisenstaedt. La célebre fotografía capturó a un marinero estadounidense besando a una enfermera frente al Times Square, el 14 de agosto de 1945. La imagen se convirtió en un símbolo del fin de la Segunda Guerra Mundial. Durante mucho tiempo se pensó que la mujer que aparece en la fotografía era pareja del marinero, sin embargo que la versión oficial cuenta que el hombre agarró desprevenida a una mujer desconocida en la calle para expresar su alegría por el fin de la guerra.

Por otra parte, el Día Internacional del Beso se festeja el 13 de abril. La fecha tiene como origen un récord Guinness quebrado en 2013 por Ekkachai y Lksana Tiranarat. Ese día, la pareja se dio el beso más largo del mundo: duró 58 horas, 35 minutos y 58 segundos.

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