Por qué cada vez más tucumanos optan por la vasectomía

Por qué cada vez más tucumanos optan por la vasectomía

Ya sea por no querer tener más hijos o por un explícito deseo de no ser padre, la cantidad de vasectomías han aumentado en Tucumán. Hay más información y más consciencia. Dónde se realiza gratuitamente esa cirugía.

GRAN AUMENTO. Sólo a nivel país, entre 2015 y 2019 las vasectomías se multiplicaron por 12, y en Tucumán el crecimiento es todavía mayor. GRAN AUMENTO. Sólo a nivel país, entre 2015 y 2019 las vasectomías se multiplicaron por 12, y en Tucumán el crecimiento es todavía mayor.

“La planificación familiar es responsabilidad de los dos”, reflexionó César Varela al ser consultado sobre por qué decidió hacerse una vasectomía. “Fue hace cuatro años. Ya tenía tres hijos y me parecía un buen número -recordó-. Lo consulté con mi pareja y nos pareció lo más lógico; la mujer es siempre la que tiene que cuidarse y eso es complejo, entonces me pareció bien darle un descanso, no ser tan egoísta”. Y como César, cada vez más hombres y personas con pene optan por realizarse esta cirugía mínimamente invasiva.

Y lo dicen los datos: de acuerdo a la Dirección de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud, sólo entre 2015 y 2019 el número de vasectomías realizadas en todo el país se multiplicó por 12. Nos enfrentamos a lo que el doctor Alejo Rasguido -médico urólogo, especialista en estas intervenciones- definió como un “boom” de vasectomías.

En nuestra provincia, en tanto, el crecimiento fue aún mayor, explicó la médica Viviana Guzmán, referente del Programa Provincial de Salud Sexual y Reproductiva. En 2016 sólo hubo 2 vasectomías realizadas en instituciones públicas, 9 en 2017 y 31 en 2018. El mayor número se registró en 2019, que se realizaron 87, pero la cantidad disminuyó a 11 en pandemia, y el año pasado volvió a escalar a 41.

Pero vamos desde el principio: la vasectomía es un procedimiento médico en el que se cortan los conductos deferentes, que son los que transportan los espermatozoides desde los testículos hasta la uretra. Si bien el cuerpo seguirá generando espermatozoides, estos ya no estarán dentro del semen. “Es una cirugía que se puede hacer con anestesia local en una sala de intervenciones o en sanatorios con pequeña sedación y anestesia -indicó Rasguido-; el dolor es poco, muy tolerable y se maneja con anestésicos habituales. La intervención dura media hora”

Razones

Cuando César decidió realizarse la intervención -contó- sus familiares y amigos se sorprendieron por la noticia, y le dijeron que era chico todavía para operarse. Pero con el tiempo empezó a ver cómo más personas se animaban. “Cuando me la hice, se contagiaron un par de amigos míos, calculo que por lo menos seis o siete personas de mi entorno se operaron. Y ahora se está promocionando mucho, está mucho más aceptada”, consideró.

Y es cierto. Así lo confirmó Guzmán. “Se van animando. Y el saber que ya tengo un amigo que se la ha hecho da seguridad”, afirmó. Es así: cada vez más personas se interesan en la intervención. “Este boom se debe a una sumatoria de cosas. En primer lugar, se empezó a entender el rol del hombre en la procreación responsable; antes él desligaba todo a la mujer, que se hagan ellas los controles, que se pongan el dispositivo intrauterino (DIU)... Ahora es diferente. En segundo lugar, y en líneas generales, el hombre está asistiendo más a controles; el hombre tomó el control de su salud, es como un empoderamiento masculino en el manejo de la reproducción”, enumeró Rasguido.

“Esto se debe a muchos factores: a la información sobre salud sexual y reproductiva, a la promoción de los métodos anticonceptivos y a la promoción de diferentes visiones de género, de diversidad y de acompañamiento a la mujer -destacó Guzmán-; y cuando capacitamos sobre salud sexual y reproductiva, también se empodera el varón en su decisión de decir ‘yo me cuido’”.

Opciones y mitos

Rasguido aseguró que los pacientes llegan a consultar, pero en el 100% de los casos ya están decididos y sólo desean saber algunos datos específicos. Guzmán también indicó que en algunos casos es la mujer la que se acerca a consultar, porque son las que tienen más cercanía con el sistema de salud.

“Por suerte, con el doctor Google muchas de las historias que había alrededor de la cirugía se fueron desmitificando. Hoy los pacientes llegan con menos mitos y con más información, aunque persisten algunos -advirtió y enumeró Rasguido-; hay quienes creen que pueden tener problemas en la eyaculación, que van a terminar más rápido, que van a tener problemas con la erección, que no va a salir semen, o que van a quedar estériles de por vida. Pero no es así. Hoy la cirugía es reversible con una tasa de éxito del 90 %”.

A cualquier edad se puede realizar, pero -advirtió Guzmán- es más frecuente en los hombres de entre 30 y 40 años. “Es muy variado. Hice vasectomías en pacientes de 18 años sin deseos de fertilidad y en pacientes divorciados de 75 u 80 años -expresó Rasguido-. Las complicaciones son mínimas y manejables. E incluso, si una persona desea tener hijos sin hacer una reconexión del conducto, se puede hacer un tratamiento de reproducción asistida”.

Dolor y complicaciones

César recordó que en el día de su operación sólo tuvieron que sedarlo “apenas” y ponerle un poco de anestesia. “No sentí ninguna molestia, excepto una pequeña inflamación en la zona, pero al otro día continué con mis actividades. Como si nada”, aseguró.

Pero sí es verdad que puede haber complicaciones “como en todas las cirugías. Pueden ser inmediatas, en los primeros siete días, como hematomas, pequeños sangrados o dolor manejable; pueden ser mediatas, como que el hematoma no se vaya; y pueden ser tardías, como por ejemplo un dolor testicular, pero eso es muy raro. En cualquier caso -subrayó Rasguido- las complicaciones son manejables. También puede pasar que persistan los espermatozoides. Por más que se haya cortado el conducto, puede suceder que se revascularice; por eso es importante que los pacientes se hagan un espermograma para control. Pero esto último no es habitual. Debo haber visto dos o tres casos, nada más”.

Legalmente hablando

En Argentina, la Ley Nacional Nº 26.130 -sancionada en 2006- establece que desde la mayoría de edad (16 años para decidir sobre el cuerpo, según el nuevo Código Civil y Comercial) las personas pueden acceder gratuitamente a la vasectomía o a la ligadura tubaria. “Cuando tenemos un paciente adolescente (mayor de 16 años) se trabaja con un equipo interdisciplinario. Abordamos el tema y cuando el paciente comprende que el método es definitivo y sostiene su pedido, es deber de los profesionales asistirlo porque la ley lo ampara -indicó Guzmán-; se informa, en todas las edades, sobre el proceso, las posibilidades y las probabilidades de recanalización de los conductos en el futuro”.

Para realizarse el procedimiento hay que dejar por escrito una constancia de la decisión; y no hace falta consentimiento de la pareja ni de ninguna otra persona. El procedimiento se realiza en hospitales, y también a través de las obras sociales y prepagas, en clínicas privadas. Por esta razón es que no hay un registro total de cuántas vasectomías se realizan. En Tucumán se hacen en tres espacios de salud pública: en el Centro de Salud, en el Hospital Néstor Kirchner y en el Padilla.

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