Por Ricardo Reinoso
29 Junio 2022
RELACIÓN. Dos personajes femeninos de “Lightyear” son pareja en la película animada de Disney/Pixar.
Los avances que se lograron en materia de derechos a la diversidad e identidad sexual se están poniendo de manifiesto en la inclusión de personajes no binarios en las ficciones cinematográficas y televisivas, hasta en aquellas dirigidas a todo público. Hoy son las películas de superhéroes, productos masivos y taquilleros, los que han tomado la posta de la inclusión en pantalla. El más reciente y resonante caso es el de “Lightyear”, la película animada de Pixar que es un éxito en los cines tras su reciente estreno. Allí, una guardabosques que es amiga del protagonista, besa en una breve escena de un par de segundos a la mujer con quien está casada.
Pero el vínculo lésbico no gustó a todos. El spin off de “Toy Story” fue prohibido en 14 países de Oriente Medio y Asia donde la homosexualidad está proscrita, entre ellos Arabia Saudita, Líbano, Kuwait, Egipto, Indonesia y Malasia. Tampoco se estrenaría en China, ya que Disney se negó a autocensurar el filme.
No es la primera vez que sucede. A principios de este año se prohibió el estreno de la película de Disney/Marvel “Doctor Strange en el Multiverso de la Locura” en Arabia Saudita y otros países debido a su contenido LGBT+.
Intento de censura
La controversia en torno del contenido de “Lightyear” se había iniciado en el seno de Disney/Pixar meses atrás, cuando los ejecutivos de la empresa decidieron eliminar la escena del beso entre mujeres, durante la postproducción. Sin embargo, a raíz de la presión de los trabajadores del estudio que pertenecen a la comunidad LGTBIQ+, debieron restablecerla.
Todo eso sucedió en marzo, cuando los empleados se manifestaron en protesta por la lenta respuesta del director ejecutivo, Bob Chapek, en repudiar públicamente la legislación de Florida del denominado proyecto de ley “No digas gay”. Este proyecto prohíbe la educación sobre “orientación sexual o identidad de género” desde el jardín de infantes hasta tercer grado. Los legisladores republicanos que impulsaron la legislación habían argumentado que los padres, no los maestros, deberían ser los que hablen con sus hijos sobre cuestiones de género durante sus primeros años de formación.
“Es terrible formar parte de una compañía que gana dinero con mercancía del Orgullo y después decide dar un paso atrás en los momentos que más la necesitamos, cuando nuestros derechos corren peligro”, explicaba una carta anónima redactada por un grupo de empleados pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+ sobre la inacción de Disney.
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