Los héroes de la noche I: El francotirador tucumano

Los héroes de la noche I: El francotirador tucumano

INFALIBE. Santiago Mesón está a punto de sacar el derechazo. Sus patadas eran casi siempre puntos. INFALIBE. Santiago Mesón está a punto de sacar el derechazo. Sus patadas eran casi siempre puntos.

Entre los 80 y los 90, Tucumán entraba a la cancha seguro de sumar puntos cada vez que había alguna infracción a su favor. Santiago Mesón no fallaba. Además, por su ductilidad, podía amoldarse a casi cualquier puesto entre los 3/4: apertura, centro o fullback. Allí, como último del equipo, entró a la cancha de Atlético Tucumán ese frío martes 23 de junio de 1992. Tiempo después, Marcelo Loffreda, que de jugar en el centro de la línea de backs algo sabía, no dudó al hablar de Mesón: “te puede ganar él solo un partido”. Lo ratificó tanto en su club como con la “Naranja” y, claro, en Los Pumas. Santiago jugaba con las manos, pero su pie hacía estragos.

La noche ya era emocionante para el hombre de Tucumán Rugby. No sólo por el rival, sino porque además compartía equipo con su hermano, el “Pato”, que tomó su lugar como centro.

Los franceses ya lo conocían. Mesón se había hecho un nombre internacional cuatro años antes cuando, en el mismo escenario metió todos los puntos del histórico empate ante los “Galos”. Fue un 18 a 18 que los visitantes no habían podido olvidar. Y allí estaba otra vez Santiago, frente a frente con los “Bleus”.

En el primer tiempo, al igual que todo el equipo, Mesón no pudo hacer mucho. Apenas un penal para decorar el 23 a 3 con el que se irían al descanso. Una primera parte que presagiaba lo peor. “Yo estaba seguro de que nos comíamos 50”, dijo después del partido Patricio, abrazado a su hermano. Pero la historia sería otra. Tucumán jugó una segunda mitad inolvidable. Arrolló a los franceses, que para detener a la marea naranja se cansaron de hacer penales. Y allí Santiago tomaba la pelota y, se sabía, el equipo sumaba. Le dio los dos puntos de la conversión del try del “Cheto” José Santamarina. Y cinco penales, además del de el primer tiempo. Santiago pateaba y achicaba diferencias. Pateaba y Tucumán se acercaba. Pateaba y la cancha se inclinaba. Y Santiago pateó el último penal. Y Tucumán ganó. Y el público deliró. Y Mesón se fue otra vez en andas. El héroe. El hombre con una mira telescópica en el botín derecho.

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